Con un teatro a sala llena El Kuelgue despidió su último disco, y comenzó a calentar los motores para el próximo. Alrededor de las 21:30, la ansiedad de su público se sentía en el aire: aplausos, gritos, coros y cánticos, denotaban que hacía casi medio año la banda no tocaba en la ciudad de las diagonales. Finalmente después de tanta espera, el telón del Teatro Sala Ópera se abrió, y la fiesta comenzó con uno de sus clásicos: “Circunvalación”, en donde Julián Kartún deleitó a su público bailando hasta el piso.
En la lista siguió el ft con Adrián Dárgelos, cantante de Babasonicos, y uno de sus más recientes hits “La fama”, acompañado de los teclados psicodélicos de Santiago Martínez y de “En avenidas”, otra de las favoritas. Kartún hizo un parate para saludar a la gente, y de paso bromear, como en cada recital y en cada canción: “Estamos muy contentos de haber venido a este teatro hermoso, y de estar con todo este gento (sic), ¿es inclusivo no?”.
En el siguiente tema afloraron los sentimientos. “Aprovechen a la gente que tienen al lado loco, esta puede ser una noche increíble y tal vez sea la última”, dijo el vocalista antes de interpretar “Ayer real”. Inmediatamente después siguió “Sabías que hoy”, con sus vibras melódicas y una onda hippie que puso a todos a bailar. Se mantuvo la misma sintonía en “Sin Parangón”, que contó con la impecable labor en el bajo de Juan Martín Mojoli, quien se robó todos los aplausos.
En “Si no te vas”, Pablo Vidal y su saxo regalaron un final digno de una ovación. Luego, el cantante comenzó a relatar la historia de “Lucho Gorrión”: “Lucho era el tipo que estaba en la puerta en La Castorera, un lugar que nos cobijó las primeras veces que empezamos a tocar”. Así sin más dio lugar a los agradecimientos y a un anuncio especial. Martinez tomó el micrófono y aseguró que “El Kuelgue está muy contento porque se viene la primera fecha en Obras Sanitarias, el 4 de agosto, obviamente junto a nuestro nuevo disco”, seguido de la correspondiente invitación a todos sus fans.
A continuación se colocaron en escenografía una mesita y una reposera, en donde Kartún vestido con gorro pescador y lentes interpretó “Milanesa”. “Con Dios”, la cortina musical de Metro y Medio, “Piel de Cereza” y “Se va Warnes” cerraron la primera tanda de canciones.
Luego del energizante solo de batería de Tomás Baillie, la banda volvió al escenario e interpretó un cover de “Ir a más” de Los Abuelos de la Nada. “Amor, comprensión y ternura” y “Bossa & People” prendieron la chispa y pusieron nuevamente a todo el mundo a cantar y bailar. “El que no baila es Luis Majul”, sentenció el cantante invitando al primer gran pogo de la noche con “Góndola”, un adelanto de lo que será su nuevo disco.
Ya acercándose al final, asomaron las infaltables: “Por ahora”, el tema principal de la serie con el mismo nombre que protagoniza Julián, “Tema del Verano” y “Dele Tiempo” fueron de las más esperadas. En el intervalo de las dos últimas un pañuelo verde por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, llegó al escenario y fue alzado con orgullo por Kartún mientras que afirmaba “Esta es la gente que importa, esta es la revolución”.
Una versión modificada de “Dele tiempo” incluyó críticas e ironías hacia el gobierno de turno, vorazmente aplaudidas por su público, dándole pie al último momento de la noche en donde sonaron “Cariño Reptiliano”, “Negra Candombera” y “Clonasepam”. La banda amagó con irse del escenario, pero se quedó por uno más, en donde antes Julián como poseído por un espíritu, recitó un monologo irónico en contra del aborto, en donde todos estallaron de la risa con “el feto que puede ser ingeniero” y la más delirante de sus canciones “Cristo es Marquitos Di Palma”.
Sin dudas fue una gran noche para los seguidores de El Kuelgue, en donde pudieron reír a carcajadas con los disparates que caracterizan a la banda, y obtener una buena dosis de todos los discos hasta la fecha.
Fotos de Nicolás Núñez.
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