Según el diccionario, las definiciones de aplanar pueden ser: poner a llano o igual una superficie, dejar a uno pasmado o estupefacto con una novedad inesperada ó una tercera abatir física o moralmente a una persona, haciéndole perder el ánimo o la energía. Todo eso cae a tono con lo que hace Divididos sobre el escenario, aunque lo que hacen ya no sea novedad y mucho menos hacen perder el ánimo. Todo lo contrario.
Con la vieja formula de las canciones y el poder del vivo dejan pasmado a todo el mundo como cada vez que revientan el Teatro Flores. Ayer no fue la excepción, con un setlist contundente basado en las poderosas composiciones de toda su discrografia Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella hicieron una demostración digna del tamaño de banda que son, pese a ser solamente tres personas sobre el escenario. La verba de “Mantecoso” dice: “…siempre soñé con una pared de equipos al re palo… hasta hoy”, y vaya si suenan fuerte. Imponente.
Para empezar “tranquilos”, nos deleitaron con el cover de Billy Bond y La Pesada Rock And Roll “Salgan Al Sol”, que inmortalizaron en su disco “Gol De Mujer” de 1998. Pegadito y sin escalas se vino “Haciendo Cosas Raras” desde su debut. No daban tregua, como es su costumbre, sin mediar palabras van directo a lo importante. Tal es así que arrancan a tocar previo a la apertura del cortinado del ex cine del barrio de Flores. “Discusiones por los gustos, válvula o transistor” canta Mollo en “Cajita Musical” siempre aclarando su preferencia por el sonido valvular. La verdadera fiesta se desato cuando Catriel sacudio los platillos, señal de que empieza “El 38”, aunque esta vez el agite estuvo en el Capital y no en el Oeste. En medio de la lírica de “Azulejo”, Ricardo improviso a capella el tema “The End” de The Doors y un pedacito de “No Te Pongas Azul” de La Gran S. Luego sonaron algunas de sus mejores trabajos como lo es “Narigón Del Siglo”, pasaron “Pasiones Zurdas Derechas” y “Elefantes En Europa”.
Durante “Camarón Bombay” y con una sonrisa complice Ricardo cantó: “me importan un carajo los veinticinco años uoiouioi hace 33 que toco con este tipo uoiouioi” (en referencia hacia Diego Arnedo, su compañero de toda la vida). Los temas pasan y por más de que no haya novedades, nos concentramos en escuchar y disfrutar de la energía de Catriel desde la batería y ese toque preciso del Cóndor en el bajo. Tardaron en llegar las poesías de su última producción, pero llegaron: sonaron “Mantecoso”, “El Perro Funk”, “Hombres en U” y “Amapola Del 66”. En la mitad del show hubo un rato para un acústico, para el cual invitaron al escenario a Diego Florentino para demostrar que también pueden desenvolverse con comodidad en esa superficie. “Pepe Lui”, “Spaghetti Del Rock” y la sorpresiva “Mula Plateada” con ese mismo sólo tenebroso que tocaba en el disco de Sumo desde su pedalera.
Cuando suena “Paisano De Hurlingham” es señal de que la recta final comienza. “Ala Delta” y “Paraguay” hicieron que el show no bajara en intensidad y que no cesara el pogo, de modo que no pudo reinar la tranquilidad por ningún instante. Antes de terminar, metieron el Sumazo de siempre con “El Ojo Blindado”, “ Banderitas y Globos” para ponerle punto final a las dos horas y media con “Crua Chan”. Arnedo saludó a todos y agradeció por haberlos ido a escuchar, despidiendo como un padre a todos ya que “mañana el 49.5% de los que estan aca tienen que ir a laburar”.
Que importa, si con las pilas que nos cargaron sobra energía para pasar la rutina.
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