Anunciando disco, Cruzando El Charco brindó un show el sábado 16 en el Teatro Vorterix que sirvió para cambiar de color el rostro del público, que estaba a mil tras encontrar de nuevo a la banda que combina rock, candombe, cumbia, reggae, pop y funk.

Los platenses no estuvieron solos, sino que gozaron de la compañía de dos grupos internacionales que se lanzaron literalmente entre la multitud para festejar una revolución musical.

Las luces verdes hacían juego con la pollera del cantante. Antes que empezara la música,  Gastón Puentes empezó a saltar, mostrando que la melodía ya sonaba en su cabeza. Con un clima carnavalesco, abrió Cuatro Pesos De Propina, el grupo integrado por Roberto Muñoz, Chipi Cuve, Gastón Pepe, “Tato” Bolognini, Rodrigo Baleato, Miguel Leal, Joaquín Baranzano y Joaquín Carriquiry. “Hardcore El Mambo”, “No Hay Tiempo” y “Hoy Sopa Hoy” fueron los temas que impulsaron al vocalista desde el escenario al campo para terminar haciendo pogo entre la muchedumbre.

Antes de retirarse, pusieron la piel de gallina con una versión potente de “Mi Revolución”, bajando la intensidad con mucha facilidad. Pero cual torbellino aleatorio, otra vez los pies encontraron el movimiento frenético al sonar “Ea ea apepe”. Al final del tema se dieron el lujo de tocar algunos acordes de “Smells Like Teen Spirit” de Nirvana. Cerraron con “La Balacera”, repartiendo botellas de agua y gritando a todo pulmón: “¡La gente muere!”

Luego de un descanso, el calor se volvió a sentir. Desde Barcelona, los integrantes de La Pegatina parecían tener poderes mentales, ya que hicieron coreografías seguidas al pie de la letra y hasta pidieron que todo Vorterix se agache solo para emerger con más fuerza y hacer temblar los cimientos del lugar. “La Pegatina es eléctrico vivo”, comentaba el baterista Sergi López en una entrevista con Rock And Ball y así se vivió el sábado.

Se escucharon canciones como “Lloverá y Yo Veré”, “Y Volar” y “El Curandero”. En esta última, Ovidi Díaz, encargado de la percusión, se puso a bailar el pasito del videojuego Fortnite, mientras se paseaban con el micrófono.

“Esto va dedicado a toda esa gente que nos sigue desde siempre en Argentina”, dijo Adrià Salas, para cantar “Alosque”, perteneciente al álbum “Via Mandarina”, cambiando la letra donde “duraban más los alfajores”, al mismo tiempo que llovían papelitos del techo. Momentos previos a su retirada para continuar con la gira en Chile, se escuchó el clásico MMLPQTP.

Con esa intro fue que apareció Cruzando El Charco. A ritmo de “Puede Ser”, “Gardel”, “La 3era En Discordia” y “Sobran Caravanas”, donde ya se podían divisar grupitos de baile en medio de la pista. “Es bueno sacarse el óxido, los extrañábamos ¿Seguimos con la cumbia?”, preguntó Francisco Lago, que recibió un “si” rotundo por parte de lxs espectadores.

Para aumentar la temperatura, tocaron “Que calor” de Pibes Chorros y presentaron su nuevo tema “Colgando De Este Amor”, del disco que van a grabar esta semana.

Después de “El Baile”, una canción dedicada a todos los barrios, el rock se hizo presente con “Volver a Nacer”, “Viejo” y “Adonde Están”. Amagaron con irse unas cuantas veces, pero la fanaticada estaba con sed de ese charco y para dar un fin a la altura sonó “A Mil”, “Inmortal” y “Balas de Magia”. Agradecieron la convocatoria e invitaron a que los vuelvan a escuchar en Baradero.

Crónica por Luciano Capristi

Fotos por Martin Ghilino