Entre cumbia, candombe y rock se pasó la noche del 8 de abril. Por primera vez frente a un microestadio repleto, Cruzando el Charco presentó su último disco. Y, a pesar de lo reciente, no quedó duda de su éxito, ya que el público demostró haber estudiado letra por letra y se lució sorprendiendo hasta a los propios artistas.
La velada arrancó con una intro power que derivó en “A mil”, la canción que se llama como el disco y que dio pie a “Balas de magia” con Francisco Lago (voz) derrochando simpatía y felicidad, y algún que otro fuck you hacia el final en sintonía con la letra. La lista siguió y fue mechando canciones de sus álbumes anteriores, como en este caso “La tercera en discordia” en donde Nahuel Piscitelli (guitarra) y Matías Menchon (bajo) se descontrolaron y terminaron en el piso cerrando la canción del álbum Perdonar. “Piel de Cocodrilo” se encargó de exprimir toda la potencia en la voz de Francisco, y una vez terminada este se tomó unos minutos para agradecerle a todos los presentes el agite y el aguante de siempre.
La quinta en la lista fue “Laburar”, seguida de “Conformarse” con Quique de Rivales como invitado especial y de “Encontrar”, de las clásicas, con un invitado también clásico, Imanol Salinas de La Trifulca. Le siguieron “Cambiando de color” y dos canciones a modo acústico en donde Francisco se calzó la guitarra al hombro e interpretó “Lo Nuestro Tiene Magia”, la cual escribió para su primera banda, Enfrascos, y “De Un Tiempo Diferente”, generando un ambiente romántico – sentimental con todo el estadio cantando.
El boom definitivo sucedió cuando entraron al escenario Daniel Suárez y Germán “Cóndor” Sbarbatti, cantantes de Bersuit Vergarabat, a interpretar junto con El Charco “Zurda de Cristal” y el clásico del rock argentino “Yo Tomo”, que de más está decir, puso a todo el mundo a bailar. En “Inmortal” el pogo se adueñó de la canción, mientras que “Volver a Nacer” proporcionó un momento amistoso e íntimo, siendo de las más “tranquilitas” del albúm, como aseguró Francisco.
El hit “Terminales” se hizo presente en cada garganta e inmediatamente después de la vorágine, Francisco preguntó, “¿Vamos con el cuarteto?”, y como no podía ser de otra manera, la Bersuit entró en escena de nuevo para acompañar a Cruzando el Charco en “Sobra la esquina”. La fiesta siguió con “El Baile”, la más cumbianchera de todas, que permitió que todos muevan las caderas y saquen a bailar a sus parejas. Al final remataron con la fecha de su próximo show: 27 de mayo, por primera vez, en Vorterix. Dando cuenta de su crecimiento, además anunciaron fechas en el interior del país.
“Tu nombre” disipó el momento de baile y le dio la bienvenida a un nuevo y virulento pogo, seguida de “Hasta acá llegamos” y de “Un Disparo”, con un nuevo invitado, esta vez fue Sergio Poli, el reconocido violinista de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. “Distinta”, “Cartagena” y “Luna Maleante” dieron un falso cierre con cinco murgueros marcando el ritmo en esta última. Volaron las púas, sobraron los abrazos y la fraternidad. Por suerte, ante la insistencia, la banda volvió y tocó “Libertad”, y la que no podía faltar “Adonde están” con Bauti, el hijo de Francisco, que tímido se asomó al escenario y acompañó a su papá en aquel momento tan especial.
Cruzando el Charco, que se fundó hace tan solo 5 años, es un ejemplo de que todo esfuerzo, acompañado de pasión y constancia, da sus frutos. Casi sin imaginarlo llenaron por primera vez un microestadio, y ahora recorrerán el país para poder llegar a todos sus seguidores. Quién sabe que les deparará el destino dentro de otros cinco años, sólo podemos estar seguros de que será algo grande.
Fotos por Pato Crudele
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