Apenas termina el show de Airbag, en los parlantes ya no suena más rock. Las veintidós mil personas que llenaron la cancha del “Bicho” ahora escuchan “Por Una Cabeza”, la legendaria pieza de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera. No es casualidad, sino que es algo que los Sardelli conocen bien, sobre todo Pato.

A los cinco años giró por el país cantando tangos, una pasión familiar heredada por parte de su abuela, y llegó a formar parte de “Grandes Valores”, el histórico programa que conducía Silvio Soldán a finales de los ochenta. Desfachatado, irreverente y osado, algo que conserva hasta hoy, en una de esas emisiones que salían por Canal 9 cantó “Tres Esquinas” con total soltura frente a ni más ni menos que Enrique Cadícamo, uno de los que escribió esa canción.

El destino de los hermanos Sardelli pareciera haber estado escrito, no había otra chance que no fueran músicos. La pasión por este arte viene desde su más tierna infancia y fue algo por lo que los crucificaron. Solo por ser “pendejos”, una carga o mote al que nunca le dieron mayor importancia y al que acallaron sacando discos. Hace rato que agotan Luna Park y que ahora revalidan vendiendo todos los tickets para su presentación en el estadio de Argentinos Juniors como parte de su “Jinetes Cromados Tour”. Al menos por tres horas, Airbag fue “El tifón de La Paternal”, uno de los apodos por los que es conocido el equipo de fútbol de ese barrio porteño.

Sin invitados ni sorpresas mayores, Gastón, Patricio y Guido hicieron un repaso integral por toda su discografía, pero con principal hincapié en “Al parecer todo ha sido una trampa”, su último álbum de estudio lanzado en 2021 y que les valió un Premio Gardel a mejor álbum de rock. El sonido y la puesta en escena fueron impresionantes, con pantallas gigantes que hacían todo aún más épico.

En los intervalos entre tema y tema, los Airbag casi no esbozaron vocablo alguno, ya que la conexión con su  público es estrictamente musical. “Somos una banda de guitarras y de pocas palabras”, dijo Patricio, quién también comentó que “Nunca fui al psicólogo, ¿Para qué? Si los tengo a ustedes”.

Pato, en llamas al igual que su guitarra y flas flamas del escenario. (Foto: Nancy Martínez)

Hombres de pocas palabras y mucho rock

La performance de los hermanos también fue suprema. Pato la rompió con el sonido “slashero” de sus Les Paul, pero también con la doble mástil. Toca y canta con una enjundia que mantiene a lo largo de toda la noche al igual que Guido, con quien se reparte la voz.

Si bien la lista de temas es, casi en su totalidad, conformada por canciones rockeras y estridentes, ese ritmo se vio interrumpido por la aparición de un piano de cola en la punta de la pasarela. Ahí fue cuando bajaron un cambio y armaron una especie de living, como dijo Guido antes de cantar “Diez Días Después” y “Campos Eliseos”. Pato también se prendió al piano con una sentida versión de “Cicatrices”.

Pero había que romper con tanta dulzura y de eso se encargó Gastón, el bajista y encargado de las finanzas del grupo, invocando al gran Little Richard con una explosiva interpretación de “Long Tall Sally” y que siguió con un Frankenstein inflable gigante sobre el escenario para “Motor Enfermo”.

Sin embargo, más allá de los Sardelli, sin el resto de los músicos no se completa la banda. Al igual que José Luis Berrone en teclados, el baterista Sebastián Roascio tuvo una sólida actuación y tuvo su sólo tras ser catalogado por Pato como “El hombre más fuerte del mundo”.

Fin de fiesta en La Paternal. (Foto: Nancy Martínez)

Lo mejor, para el final

Con mucha inteligencia y manejo del tiempo, Airbag esperó hasta minutos pasadas las doce de la noche para uno de los momentos más esperados. Fue ahí cuando Pato Sardelli estiró su sólo de guitarra para tocar las estrofas del Himno Nacional Argentino con su guitarra. “Esto es para todos los argentinos y para Diego”, dijo el violero, ante el aplauso y orgullo de todos los que coparon el estadio Diego Armando Maradona.

“No me voy a ir de Argentinos Juniors sin tocar un puto tema en la batería, man” comentó Guido Sardelli antes de subirse a la bata para tocar “La partida de la gitana (Si te vas)”. Publicado en su disco debut, que lleva el nombre del grupo, la canción fue su primer hit y el que los hizo darse a conocer no solo en Argentina sino también en América Latina. Entrada ya la madrugada del domingo, le pusieron un broche de oro a su show con “Mi sensación” en tanto que los fuegos artificiales coronaron una noche histórica.

Los  Sardelli son exponentes y valuartes del hard rock argentino y lo confirman con cada lanzamiento, sino habría que preguntarle a los vecinos que llamaron al 103 denunciando temblores en edificios aledaños a la Paternal. La respuesta de la operadora fue la misma para cada denunciante: “Es el recital de Airbag”. Los hermanos construyeron su carrera por un camino lleno de barro y espinas que los hizo “menos populares” y les valió muchos prejuicios, dado que no se subieron al éxito de esas precoces primeras canciones, pero que los llevó a este presente artístico sólido y exitoso.