Pasadas las nueve de la noche el telón se abre y la banda comienza a sonar llevando la sección rítmica al frente. Con una crujiente voz de Ricardo Tapia, inician el show con una versión de Key to the Highway, un clásico del blues que Eric Clapton ha interpretado varias veces. Tapia anticipa que será un show de temas que hace mucho no tocan y bromea con lo beneficioso que es repasar viejas composiciones para el trabajo de la memoria. Siguen entonces con Perdido por Perdido, La Misma Moneda y La Casa.
De manera ilustrativa antes de iniciar con el tema anticipan la letra de El Sabio, dando a conocer que la historia está dedicada al viejo Don César, vecino de uno de los integrantes de la banda. El ambiente es “entre amigos y en el living de casa”, como supo expresar Ricardo para describir este y cada show que han hecho en La Trastienda. Por primera vez comienza a sonar la armónica aportando los típicos sonidos bluseros y hacen La balada de Jimmy Gerli. Siguen con Un Día Feliz e Incidentes en la Ruta, tema inspirado tras una serie de problemas con la ley en una gira de la banda en pleno viaje rutero a bordo de su casa rodante.
Soleando en solitario con la armónica, Tapia comienza a hilar las primeras notas de un viejo Hit de la banda. Los primeros acordes de Blues del Equipaje hicieron estallar automáticamente a todo el lugar. Seguido hacen Ritmo y Blues con Armónica, tema de Vox Dei que La Mississippi grabó en su reciente disco Inoxidables junto a otras versiones de clásicos del rock nacional. Siguen con El Baile de la Lluvia y Búfalo. Luego vuelven a Inoxidables con Post Crucifixion de Pescado Rabioso, tema que la banda anuncia como uno de los que más les gusta del rock argentino.
Pasando la mitad del show tocan Ermitaño, tema que grabaron junto a Ricardo Iorio y el Tano Marciello como invitados en el disco Búfalo. Bromeando y celebrando hacen la publicidad de un trago que lleva el nombre de la banda y que únicamente lo preparan en la barra del lugar. Aprovechan y piden algunos ejemplares para que acerquen al escenario. Agradeciendo entonces a la gente y brindando por las 76 veces que han hecho sonar sus temas en La Trastienda hacen San Cayetano. Amagan a irse, se despiden y se retiran por unos escasos minutos del escenario.
Con el público incrédulo sobre un posible final del show y sediento de más Mississippi, era difícil poder irse a casa así nomas. Regresan con el meloso blues de Obsesión, dando espacios a filosos punteos de guitarra sobre la escala pentatónica y jugueteando con las blue-note, creando perfectamente el típico sonido blusero. Claro momento de protagonismo para el virtuoso de las cuerdas, Gustavo Ginoi quedó zapando en soledad con un extenso solo de guitarra hasta el final del tema. Seguido hacen EL Gato de la Calle Negra, una versión del tema de Pappo que también incluyeron en su último disco Inoxidables.
Ya para el final del show preparan dos temas bien antagónicos para ahora sí despedirse definitivamente. Primero comienza a sonar una rasposa guitarra en manos de Ricardo Tapia abriendo pista para hacer Un Trago Para Ver Mejor. Sin dar respiro siguen zapando en un interminable final de tema, jugueteando con los bises y el estribillo. Pareciera que los muchachos no quieren abandonar el cómodo escenario de La Trastienda. Tan bien se sienten allí que Tapia se anima a decir que “el show número 100 de La Mississippi en La Trastienda va ser gratis”. Dejando sorprendidos al resto de los miembros de la banda, quienes atónitos dejaron en evidencia que fue una clara ocurrencia del momento. El público festeja eufórico e inicia cánticos afectuosos repitiendo el nombre de la banda.
Como último deleite cierran con un blues que casi siempre utilizan para cerrar sus shows, Un Poco Más. Pareciera que el nombre hace alusión a la sensación que se respira en el lugar, sólo un poco más de blues y rock antes de irse a casa. Nadie quiere abandonar esta fiesta, pero ya el cierre era inevitable. Igualmente la satisfacción de haber disfrutado de un show pleno de La Mississippi regalando muchos de esos preciados temas que hacía mucho no tocaban estaba más que hecha. Si hubo ganas de más, fue para volver a repetir esta fiesta en La Trastienda. No fue por carencia de música sobre el escenario. De eso hubo mucho. El show fue basto, enérgico y cargado de afecto entre el público y la banda.
Fotos por Daniela López Fotografías para Rock And Ball
[su_custom_gallery source=”media: 113589,113590,113591,113592,113593,113594,113595,113596,113598,113599,113600,113602,113603″ limit=”100″ link=”lightbox” width=”150″ height=”150″ title=”never”]
Comentarios