Los conciertos paralizados no impiden que la música siga abriéndose camino. Y bajo esta nueva modalidad de recitales online, un nuevo Quilmes Rock llegó con fines benéficos, a través de YouTube. Miles de personas presenciaron desde sus casas a una gran cantidad de artistas, desde los más consagrados hasta los que van emergiendo de a poco en esta escena musical.
El festival transcurrió con videos actuales de bandas de un rock tan diverso como singular, que se adecuaron a esta época de Covid. Las Pelotas, creyendo que “todo esto es una locura”. Attaque 77 y su “estallar para volver a comenzar”. Bersuit, rogando gotas de amor con su “Desconexión sideral”. Ciro y Los Persas, augurando que será un placer verse otra vez (después de leer las “banderas virtuales” del público). Todas letras ideales para estos tiempos.
También mostraron lo suyo bandas como Eruca Sativa, que estando separados igualmente sonaron como un trío bien consolidado; Los Caligaris junto a Los Auténticos Decadentes, partiendo la pantalla en mil para que entren todos y generen la fiesta que saben hacer; o Soledad junto a Los Socios del Rock, un rejunte de músicos de excelencia, tocando “Tumbas de la gloria”.
Vale aclarar que durante el transcurso del festival se fueron recibiendo donaciones, y se las podrán seguir realizando a través de Asociación Conciencia. Todo lo recolectado será destinado para las familias más necesitadas, como así también para todas las personas vinculadas a la industria de la música y recitales, que se vieron afectadas por este parate.
Con un trabajo de producción notorio, algunos arreglos, y gran entusiasmo por parte de cada artista, la grilla incluyó además a Fernando Ruiz Díaz, Gustavo Santaolalla, Las Pastillas del Abuelo, Jauría, Los Cafres, Zoe Gotusso, Miranda!, Massacre, Richard Coleman, Estelares, Marilina Bertoldi, Indios, Los Ratones Paranoicos, Airbag, y Turf con Vicentico, entre otros, mostrando el amplio abanico del rock.
Más allá de los fines benéficos de este Quilmes Rock, el encuentro también sirvió, en tiempos de coronavirus, para contagiar buena música, subir la curva de la pasión, generar una nueva pandemia de rock y, por qué no, innovar con algún pogo virtual.
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