Un periodista le pregunta en la presentación cual es su objetivo. Carlos Tévez no lo duda: “Vine para ganarle a River y salir campeón”. No le alcanza con ganar la Champions League con el Manchester United ni la Serie A buy or order a paper con Juventus, donde fue el referente de las últimas tres temporadas. Hay una necesidad en él que lo trae de vuelta a Brandsen 805. La ilusión está en sus ojos, al igual que en los ojos de los 49000 hinchas que están en La Bombonera mientras esperan la salida de Carlitos el 13 de julio para una bienvenida al estilo europeo.
Tévez cumplió, en menos de cuatro meses, con ambas metas. Apareció en un momento turbulento y, en diferentes momentos del semestre, se cargó a su equipo al hombro. Demostró que los años en Europa lo llenaron de temple y se notó en duelos cruciales a lo largo de la segunda mitad del año. Supo acarrear el enorme número de partidos que lo tuvieron en cancha durante 2015, entre Juventus, finalista de la Champions League, Selección argentina y Boca.
El primer ítem lo empezó a tachar cuando su disparó fue rechazado por Marcelo Barovero y Nicolás Lodeiro tomó el rebote para reventar el arco de River Plate. El Monumental entero de hinchas del club de Núñez planteó un ambiente ajeno a los dirigidos por Rodolfo Arruabarrena. El grito fue acompañado de un puño cerrado, desquite de una semana movida para Boca, luego de perder ante San Lorenzo. “Volvió todo a la normalidad”, soltó con la picaresca sonrisa que lo caracteriza al finalizar el partido en el Antonio Vespucio Liberti. La calma era dueña en el club y El apache era el estandarte de la actualidad bostera.
¿Victimas? Banfield, Lanús, Argentinos Juniors, Guaraní Antonio Franco, Defensa y Justicia, Unión y Godoy Cruz. Solo ante el conjunto de Santa Fe marcó y no se llevó los tres puntos. El rol de asistente no faltó y aportó cuatro asistencias en Copa Argentina y Torneo Local. Jonathan Calleri fue el más beneficiado con los pases de Charly, el más recordado fue ante Arsenal luego de recuperar una pelota con el juego físico que rememora su primera etapa en Boca Juniors.
No todo fue redondo en la estadía de Tévez. El sábado que, quizás, mostró su mejor nivel en los doce encuentros que disputó, fue eclipsado por el duro choque con Ezequiel Ham. Un partido picante terminó con una triple fractura de tobillo derecho del joven de Argentinos Juniors, luego de un cruce con el 10 de Boca Juniors. El árbitro ni cobró falta, meritoria de tarjeta roja, y eso agravó la transcendencia del hecho. Las críticas llovieron desde todos los ámbitos del futbol argentino. Carlos Tévez soportó los insultos y las denuncias de “mala leche” que lo tenían como objetivo. Lejos de salirse de su eje, el ex Juventus respondió a los cuatro días con un gol a Defensa y Justicia, para llevar a su equipo a las semifinales de la Copa Argentina.
Parece un festejo hecho a la medida de la figura. Su familia recorre el campo de juego alrededor de él. “Que de la mano de Carlos Tévez…”, es el hit de la noche. Las remeras de los festejos llevan la frase dicha en El Monumental. Todo gira en torno a él y, de alguna manera, gracias a él. Se sube al travesaño y canta junto con la hinchada como los que están del otro lado del alambrado. Igual a como lo hizo adentro de la cancha, representando a cada hincha del club que lo vio nacer.
Carlos Tévez fue el emblema de la recta final del torneo. Fue la sonrisa del hincha de Boca en un momento duro con los de la vereda de enfrente teniendo un año histórico. Resignó las ofertas en Europa y volvió a pisar el pasto de La Bombonera. Se cumplió aquella promesa del joven de 20 años que, a minutos de ganar la Copa Sudamericana 2004 Valtrex cheap , prometió volver a su casa. Porque el ADN de Charly está marcado a fuego con el azul y oro. Simplemente, se resume en que Boca es Tévez y Tévez es Boca.
Comentarios