Las ilusiones argentinas de quedarse con la Copa Davis están cada vez mas deshechas. Juan Martín Del Potro no pudo ante David Ferrer y perdió 6-2 6-7 3-6 6-4 y 6-3. El español se disfrazó de guerrero y puso a España a un paso de consagrarse nuevamente campeón.
Después de la paliza que Rafael Nadal le propinó a Juan Mónaco, las esperanzas argentinas recaían sobre lo que pudiera hacer la torre de Tandil. En el primer set, el español arrancó con todo y se encontró con una rápida ventaja. Mientras que a Delpo se lo notaba incomodo, no sólo por la superficie, sino que también no hallaba el timing en ninguno de sus golpes. Ferrer aprovechó ese momento y, finalmente, se llevó el parcial por 6-2.
El segundo set comenzó parecido. El valenciano seguía fiel a su correcaminos style y devolvía todo. No obstante, cuando el set estaba 4-2 a favor de Ferrer, Delpo reaccionó. A base de derechazos y de saques abiertos comenzó a meterse en el partido. Tal es así que empató el parcial y luego se lo llevó al Tie Break. En el desempate, el argentino mostró la autoridad y el temple necesarios para sacudió palos para todos y, de esa forma, llevarse el set.
El duro trajín del desempate se notó en Delpo, ya que en el primer game del tercer set no pudo retener su servicio. No obstante, retomó rápidamente la senda victoriosa y encaminó el parcial. Incluso se puso firme y consiguió vulnerar el saque rival en el sexto y octavo juego. Es decir, se quedó con el capítulo por 6-3
La debacle argentina comenzó en el cuarto set. Lejos de quedarse y entregarse, Ferrer siguió y siguió, cual conejito de energizer. El español encontró un hueco en el cierre del cuarto parcial y defendió un break en contra importantísimo y luego quebró para quedarse con esa manga. Finalmente, ya con un Delpo destrozado física y mentalmente, el español selló la victoria con un contundente 6-3.
Juan Martín jugó un muy buen partido. Estuvo a un paso de quedarse con el punto pero no resistió desde el punto de vista físico. Si bien se le escaparon algunas chances, no fue superado por la situación (o dicho en criollo no pecheó). Ahora solo queda esperar que Nalbandian y Schwank den el golpe. Sino habrá que esperar un año más.
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