Sí, los Guns ‘N Roses están próximos a venir a la Argentina, pero el título nada tiene que ver con la banda de Axl y Slash. Más bien es en honor a que, ahora, en la Jungla del Hockey mundial mandan “Los Leones”, como debe ser. El equipo argentino, comandado por Carlos ‘Chapa‘ Retegui, consiguió un hito en la historia del deporte: abrochó el primer Oro Olímpico para el hockey argentino. Las Leonas se habían quedado en la puerta en (Sidney 2000, Londres 2012) cuatro años después, los varones consiguieron el logro para el hockey argentino.
En la final tuvieron que lidiar con Bélgica, la Selección europea que más creció en los últimos tiempos y que fue capaz de poner en aprietos a la Argentina, que recién sentenció la historia cuando quedaban segundos y los belgas ya habían resignado jugar con arquero, en búsqueda de un empate que forzara los penales australianos. Sin embargo, el control mental, físico y estratégico del encuentro siempre fue para los nuestros, que empezaron de la peor manera, perdiendo antes de los cinco minutos.
Pero lo que a cualquier selección haría tambalear, o al menos, ‘sacaría‘ de partido, a Los Leones los embraveció aún más. Así, llegó el empate de Pedro Ibarra, de córner corto y, casi enseguida, Ignacio Ortíz, en un gran remate colocó el 2-1. Para terminar de rubricar la levantada, Gonzalo Peillat, cuándo no de córner corto y de rastrón, anotó el tercero. Todo había empezado 0-1 antes de los 5 y, antes de la primera mitad, Los Leones estaban 3-1 arriba. Símbolo de la intensidad, la jerarquía y la eficacia con la que disputaron todo este torneo olímpico. Bélgica llegó a ponerse 3-2 con un verdadero golazo en el tercer cuarto, el que mejor jugó la argentina. Sin embargo, a Los Leones les alcanzó con no desordenarse, mantener la concentración, con las atajadas de Juan Manuel Vivaldi, con el enorme partido que jugó Rossi en la defensa y con la viveza de Mazzili, para apretar en una salida urgida de los europeos y, con el reloj descontando los últimos segundos, terminar sentado en el arco, con la medalla de Oro en el bolso y una sonrisa de oreja a oreja.
Campeones de principio a fin
En silencio, sin levantar la perdiz. Las expectativas que había en torno a “Los Leones“, en un deporte que siempre pareció tener lugar únicamente para “Las Leonas”, no eran muy altisonantes. Sin embargo, el proyecto que inició post Beijing 2008, que incluyó victorias en torneos junior y comenzó a tomar forma con el podio inédito en el Mundial de La Haya 2014 y el Oro en el Panamericano de Toronto 2015, dio todos sus frutos. Entrenando en doble, y hasta en triple turno, la Selección Argentina llegó en estado óptimo físico y de madurez a este Juego Olímpico. Con el Oro ya colgado en el pecho, blanquearon que las sensaciones, a nivel interno, auguraban que Río 2016 iba a ser inolvidable. Y vaya sí lo será.
Pronto, Argentina demostró que iba a pelear cada partido. En el debut, ante Holanda, un hueso duro de roer, logró levantar un 1-3, para llevarlo a 3-3. En la segunda fecha, le ganó bien a Canadá 3-1 y en la tercera, debió sufrir la única derrota del campeonato, un 1-2 ante India que planteó dudas, porque se venía Alemania. El campeón Olímpico parecía llevarse fácil el duelo, cuando iba 3-1, pero los Leones lograron un 4-3 que terminó con un sabor agridulce cuando, en los últimos segundos, los teutones consiguieron el 4-4. Sin embargo, ahí explotó el equipo. Después, necesitando sólo el empate ante Irlanda, lograron vencer 3-2 y se metieron en los cuartos.
El partido de cuartos de final encerraba una carga mucho más grande que la de meterse en las semis. Ganando ese partido, Los Leones conseguirían el mejor resultado para el Hockey Olímpico masculino en la historia. Así de duro fue, con un partido que se abrió con un “hachazo” de Peillat (con 11 goles, goleador del torneo) y que se empató por la misma vía, con Pau Quemada para los ibéricos. Sobre la chicharra, Gilardi, de penal, puso el 2-1 que rompió esa barrera para Los Leones, que en Londres 2012 habían caído 3-1 con los españoles en la zona A, culminando décimos en el torneo.
La semifinal volvió a igualar a la Argentina con Alemania. Había que ver si el equipo nacional había aprendido del partido de la zona de grupos y si iba a poder volver a poner en aprietos al campeón olímpico. Bueno, hizo mucho más que eso: lo aplastó. Lo venció 5-2, después de ir 5-0, con tres de Peillat de córner corto, uno de Joaquín Menini y un golazo de Lucas Vila. Y así se aseguraron la plata para Argentina y rompieron la barrera histórica del Hockey masculino en la historia.
Argentina redondeó en “Río de Janeiro 2016” el proyecto que había empezado 8 años atras, cuando vieron Beijing 2008 desde afuera. Grandes resultados en los últimos tres años, presagiaban que Los Leones iban a hacer un gran papel en Río, sin embargo, casi nadie esperaba que fueran de Oro. Pero fueron el mejor equipo del torneo, lejos. Y, aunque a veces no pasa, ellos sí lograron confirmar sus diez días de ensueño con la medalla de Oro. Pero no son diez días aislados, pensarlo así sería un error. Son diez días consecuencia de casi 10 años de trabajo. Por eso, hoy son de Oro. Por eso, Argentina logró algo que nunca en la historia de este deporte. El corazón, el juego, la garra, la pasión y la inteligencia de estos Leones fueron los que los llevaron a reinar hoy y, al menos hasta Tokio 2020, en la selva del Hockey masculino mundial. ¡Rugido de Oro!
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