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Los Desaparecidos de Racing: Un acto de justicia

Un libro que recorre la vida de once hinchas víctimas del genocidio de Estado y un mano a mano con su autor, Julian Scher, para entender cómo se vincularon el fútbol y la política.

Julián Scher recorre las calles de Floresta y ve el mural ubicado en la esquina de Mercedes y Álvarez Jonte. Aquel que All Boys le dedicó a los socios del club desaparecidos en la última dictadura militar. “Aquí fueron muy felices”, dice la leyenda y él no solo la lee, sino que también la incorpora para escribir su libro Los Desaparecidos de Racing.

Como bien dice su nombre, el texto habla de desaparecidos, si. Y de Racing, también. Pero, además, cuenta cómo el fútbol logró colarse en la vida de distintos militantes políticos, incluso cuando el futuro era incierto y desolador. Fanático de la Academia, Scher reconoce que el club de sus amores le sirvió como excusa para poder acercar estos once relatos y, por ende, parte de la historia argentina, “a gente que no está comprometida con la causa de Memoria, Verdad y Justicia”.

¿Por qué esa cantidad de historias? Julián se propuso recolectar once como si fuera un equipo de fútbol que se planta en la cancha. Para defender lo propio y atacar al adversario ya sean once tipos vestidos de rojo o militares a bordo de un Ford Falcon verde.

Para comenzar su investigación, partió de dos afirmaciones. La primera: “el fútbol hizo poco luego de la dictadura a comparación de fenómenos culturales como la música, el teatro o la literatura”. Y la segunda: “los clubes no pueden mirar para otro lado y decir ‘no nos pasó a nosotros’ porque, efectivamente, tienen hinchas y socios desaparecidos”.

Scher lo explica a través de una analogía: “Los clubes son asociaciones civiles sin fines de lucro cuyos únicos dueños son sus socios, que son como accionistas de una empresa. Si uno de la familia de socios está desaparecido, entonces ese club es víctima del genocidio”.

Un hombre que escapa de su luna de miel para ir a ver a Racing. Un nene que llora porque la Academia perdió un campeonato. Un fanático que tira una gallina al campo de juego del Cilindro antes de un partido contra River. A pesar de encontrarse con la muerte y la angustia en cada capítulo, el libro recorre decenas de anécdotas que tienen como factor común a la vida. Y a la felicidad.

No se trata de cómo van a terminar las historias”, enfatiza Julián. Por lo contrario, su objetivo siempre fue humanizar a los desaparecidos: “Si vos buscás el nombre de Alejandro Almeida lo primero que te va a aparecer es que desapareció, pero de cómo fue su vida en sí, no hay nada”.  Y ahí es donde aparece el fútbol como un elemento más del día a día junto a la política, el trabajo, la familia, los amigos y los amantes.

Lo que buscan estas historias es contar que todos los días se despertaban con construir un mundo más justo pero eso no impedía, en lo más mínimo, que estuvieran pendientes de cómo iba a jugar Racing el domingo”, explica el autor.

En Los Desaparecidos de Racing el fútbol es muchas cosas a la vez. Desde una madre que paga la cuota de socio de su hijo incluso cuando éste desapareció; hasta un grupo de adolescentes que se escapa de casa para ir a la cancha, pasando por un hincha que busca el rincón más recóndito del patio para que la radio tenga señal y transmita el partido. Pero Julián Scher, su autor, lo sintetiza brevemente: “El fútbol sirvió como refugio en el que ellos, los desaparecidos, fueron muy felices”.

Presentación y repercusiones

El libro fue presentado en sociedad el 14 de junio en la escuela de periodismo Tea y Deportea y asistieron las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Carmen “Tota” Guede y Lidia ‘Taty‘ Almeida, junto al futbolista Luciano Aued. “¡Hay que recordar para que no ocurra nunca más!”, enfatizó Taty.

Finalmente, el lunes pasado Los Desaparecidos de Racing se hizo presente en la ex Escuela Mecánica de la Armada (ESMA), más específicamente en la Casa de la Militancia de H.I.J.O.S. En la conferencia, participaron Scher, Almeida y el ex jugador Mauro Navas.

La repercusión fue tal que, rápidamente, colegas de Julián se plantearon la posibilidad de realizar un trabajo similar. Lejos de molestarle, él responde: “Sería muy útil que se haga una investigación así con otros clubes para que tenga más impacto”, y también, bromea: “Pero nosotros ya fuimos los primeros, ¡como en todo!”.