Claro está que la Selección Nacional tiene un déficit en defensa grande como la deuda externa de 2001. Desde el retiro de Ayala tras la Copa América de 2007, nunca se encontró una pareja de centrales que conformara al público ni a los técnicos. Rock ‘N Ball cree que hallar esta pareja sólida no es tan difícil como parece.
Lo único que está consensuado en este sentido es el hecho de tener que encontrar dos defensores, de los cuales uno sea el futuro de la Selección y el otro sea el tutor que lo jerarquice. De esta manera, el hombre ideal para tomar el rol de la juventud sería el de Nicolás Otamendi, quien ya tiene probada experiencia en la Mayor y cuya actuación haciendo la gauchada de jugar de lateral por la derecha durante el último partido del Mundial 2010, debe ser olvidada y perdonada.
No hay ningún jugador joven en el futbol argentino ni que haya sido recientemente exportado que tenga las condiciones del ex Velez. Federico Fernandez ayer clavó dos lindos goles de cabeza para el Napoli pero todavía le falta un golpe de horno. Federico Fazio, Ezequiel Garay y Mateo Musacchio son jugadores de trayectoria en Europa pero que no logran, por lo general, establecerse en grandes equipos como titulares por un tiempo considerable, y si algo necesita un central es continuidad y confianza. El único nombre, que ya no es tan pibe, pero que tiene condiciones es el de Nicolás Pareja. Sin embargo el ex capitán del Bicho, hace algunos meses arribó en el Spartak Moscú, donde juega contra rivales de infinita inferioridad y sólo juega partidos importantes durante los torneos internacionales.
Por lo tanto, el jugador que mejor se perfila hoy para ser el futuro de la defensa argentina no es otro que Nicolás Otamendi. El mini Shrek tiene una enorme ventaja a la hora de buscar a su pareja, es bi. Es decir, le da exactamente lo mismo jugar de 2 o de 6.
Habrá entonces que buscar al experimentado, firme y sólido tutor de Otamendi. Haciendo un repaso desde la salida de Ayala (último central afianzado que tuvo Argentina) nos encontramos con:
-Gabriel Heinze, hombre resistido por parte de la hinchada argentina (si es que eso existe) mostró sus mejores cualidades jugando de 6 pero a su vez nos supo poner muy nerviosos al no conocer sus límites y jugar de 3 junto con Cambiasso por la banda izquierda. Hoy sencillamente está demasiado grande para considerarlo
-Gabriel Milito, quizás uno de los jugadores que peor se ha recuperado de una lesión de rodilla. En Barcelona prefirieron inventarlos a Mascherano y Busquets como centrales antes que ponerlo a él. Desde su regreso y sobre todo en la Copa América dirigida por el Checho, demostró no estar a la altura dejando ver su increíble lentitud.
-Sebastián Dominguez, dejémonos de joder, fue un intento desesperado de Maradona para ver si lograba repetir la buena defensa del Velez campeón, pero nada más.
-Rolando Schiavi, otro player de los arranques del Diego que en este caso salió bien en su momento. Se lo citó para generar contagio junto con Palermo y lograron una agónica clasificación. Hoy, al igual que Heinze está muy avenzado en años.
-Nicolás Burdisso, actual suplente en la Selección, mostró cierta seguridad en el Mundial 2010 y parece tener voz de mando, sin embargo no parece tener influencia positiva en el resto de sus compañeros.
-Martín Demichelis, actualmente el central titular de la Selección, tuvo una buena primera etapa bajo el mando de Basile y una continuidad con Maradona. Sin embargo, desde su indigestión de banco en Munich y su paso al Málaga, su nivel a descendido bruscamente y trasmite menos seguridad que la ministra Garré.
Todos los caminos conducen a un sólo nombre; Walter Samuel. El Muro, fue separado de la Selección por Pekerman y luego por el Coco Basile y parecía un caso terminado. Pero nadie contaba con la astucia de Maradona, tomando, junto con la convocatoria de Higuaín, una de sus mejores decisiones como DT de la Mayor. Sin haberlo llamado para ningún partido de eliminatorias, lo convocó al Mundial y dejó a todos tranquilos.
El Muro trasmitió solidez de arriba, de abajo y anticipando. Se lo vio rápido como en sus mejores momentos en la Roma gracias a una charla que Maradona había tenido con el entonces técnico del Inter, José Mourinho. Ambos sabían que con continuidad, Samuel llegaría a ser uno de los mejores centrales del mundo y se pusieron de acuerdo. Desde entonces Walter ha jugado como titular indiscutible en el Inter hasta su lamentable lesión de la temporada pasada en la que se rompió los ligamentos de una rodilla y se esguinzó la otra en el mismo movimiento.
Ayer para sorpresa de varios, volvió a jugar por la Champions League contra el Lille y se dio el gustazo de hacer un gol impecable de cabeza logrado gracias a su gran capacidad de salto y a un centro formidable del guante de Sneijder. El futbolista lo gritó con alma y vida mostrando su desahogo. “Se lo dedico a mi familia, que me ha apoyado mucho durante mi lesión, y a todos los que me han ayudado a recuperarme” declaró tras su conquista.
Sin lugar a dudas la mayor ventaja, a priori, que supone Walter Samuel es su facha. Tiene cara de loco malo al mejor estilo de Diego Lugano, Lucio o Materazzi.
Ahora que sabemos que Samuel está otra vez en las canchas, quizás sea hora de que reciba un llamadito de Alejandro Sabella, quien ya tiene en cuenta a Otamendi. A lo mejor el DT tiene la misma idea y convoque al último central de su generación que trasmitió solidez y seguridad en cada partido.
¿Y con lo laterales qué hacemos? Será para otra nota.
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