El desinterés y el trato desigual en las disciplinas deportivas respecto con las mujeres comenzó a ser cuestionado a partir de la formación de agrupaciones de mujeres y diversidades. No sólo se procura eliminar los tratos machistas, homofóbicos y transfóbicos dentro de las instituciones deportivas, sino que también se busca lograr la misma atención que los equipos masculinos. La profesionalización de la liga argentina es el primer paso y las chicas de vóley van a por ello.
Al igual que el caso de La Colectiva Básquet, jugadoras, exjugadoras, entrenadoras, comunicadoras y dirigentas de vóley se nuclearon en el Colectivo Doble Cambio, un espacio donde militan por la igualdad de género en el vóley. Allí debaten sobre el lugar que tienen como mujeres y disidencias, charlan con jugadoras de otras disciplinas que atraviesan similares situaciones y promueven actividades para deconstruir prácticas machistas y discriminadoras.
LAS PROTAGONISTAS
Florencia Corradini, integrante del Colectivo Doble Cambio y ex jugadora de vóley, nos relató el surgimiento de la agrupación: “Nació en enero de este año, cuando Natalia Espinoza lanzó el tweet y el hashtag de la #profesionalizaciondelvoleyfemenino. Con el apoyo de muchas mujeres, en marzo se presentó públicamente el colectivo en una charla sobre la lucha de las mujeres, que se dio en la Legislatura de La Plata“.
Los datos arrojados en el tweet indican que el vóley es el deporte más practicado en el país, que las jugadoras federadas duplican a los jugadores federados y que el seleccionado femenino obtuvo importantes clasificaciones y medallas. Sin embargo, Las Panteras y todas las categorías femeninas del vóley ocupan un lugar subordinado. Ahora bien, ¿y si hubiera más federados que federadas?, ¿y si las panteras no hubieran obtenido esas clasificaciones y medallas? De algo estamos segurxs, merecerían la misma atención que el vóley masculino.
Corradini, en diálogo con Rock n’ Ball, nos contó que “la pandemia nos hizo fuertes en cuanto a la organización. Las decisiones las tomamos de forma horizontal y las temáticas se presentan de forma colectiva. De manera que guardamos relación con la concepción feminista de autonomía, que no es individual sino colectiva. La agrupación se divide en comisiones, teams como les decimos nosotras. Yo, por ejemplo, soy comunicadora y oriento las acciones a nivel comunicacional“.
Julieta Lazcano, capitana de Las Panteras, nos contó cómo es el presente del seleccionado argentino de vóley: “Aquellas jugadoras que se encuentran en el país y no reciben remuneraciones de clubes, perciben una beca. Las que ya están con sus clubes, no la perciben más. En cuanto al entrenamiento, se pensó unir a jugadoras de Las Panteras con otras de Las Panteritas. Así, habrá 14 jugadoras en Córdoba y otro grupo en Buenos Aires”.
“Es difícil afirmar cuántas jugadoras están recibiendo la beca. Las más jóvenes reciben becas formativas pero no todas al tratarse de una preselección. Lo que pedimos es que las jugadoras que viajan a una competencia tengan una beca del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD)” — Julieta Lazcano
Por su parte, cuando preguntamos acerca del apoyo por parte de sus colegas masculinos, Carla Castiglione -ex selección argentina y actual Gimnasia de La Plata– nos contó que no recibieron apoyo, por lo menos de forma pública. Sí recibieron apoyo de miembros de la Asociación de Jugadores, entre ellos Sebastián Firpo, Santiago Darraidou y Esteban Simaro.
Igualmente creemos que es una lucha de la mujer y que no necesitamos su eco mediático para que nuestros reclamos tomen alcance para construir un cambio — Carla Castiglione
Vale destacar que los reclamos de las jugadoras no se agotan en la profesionalización de la rama femenina de su disciplina. La Ley Micaela se comenzó a implementar en instituciones deportivas cordobesas, algunas bonaerenses y otras porteñas. Agustina Boyezuk, armadora de Estudiantes de La Plata, afirma que su implementación, tanto en clubes como en federaciones, depende de la voluntad política. “Estamos esperando que se apruebe para que sea obligatoria en instituciones deportivas. Lo principal es crear Áreas o Secretarías destinadas a pensar la política transversal en género. Con eso, se procedería a implementar protocolos que no sólo se destinarían a intervenir en casos de discriminación o violencia de género, sino también que se utilizarían para prevenir. Es importante generar un programa de formación en materia de género a largo plazo”.
Ahora bien, ¿qué implica profesionalizar la rama femenina del vóley? Natalia Espinosa, ex jugadora de Boca Juniors y propulsora del hashtag #ProfesionalizaciónDelVóleyFemenino, nos explicó que “la profesionalizacion del vóley viene de la mano con un crecimiento y reconocimiento a la labor y compromiso que asumen día a día lxs jugadorxs”.
Se les exige como profesionales y no se lxs reconoce como tales. No pasa por una cuestión meramente contractual y económica — Natalia Espinoza
También hizo hincapié en “realizar un cambio de paradigma. El ámbito deportivo es un espacio que culturalmente está tan masculinizado que hay pensamientos que aun hoy, año 2020, se les dificulta relacionar a la mujer y el deporte. Sin ir mas lejos, los presentan siempre como dos entidades disociadas. Es por esto que es menester que la perspectiva de género forme parte efectiva, y que entiendan que para las mujeres el deporte TAMBIÉN es un trabajo. Hoy precarizado porque, insistimos, culturalmente las mujeres lo practican por lo ‘social’“.
El Colectivo Doble Cambio emitió un comunicado y un petitorio de firmas para apoyar la profesionalización del vóley femenino. Te invitamos a que firmes y ayudes a las chicas:
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