En la convocatoria para los partidos de Chile y Bolivia por la Clasificación Sudamericana para el Mundial 2018 ocurrió algo que no venía pasando hace mucho tiempo, por primera vez desde el 2010 hay más de 4 jugadores que se desempeñan a nivel local y es algo para celebrar, hasta cierto punto.
La falta de jugadores de renombre internacional, el bajo rendimiento de las máximas figuras de la selección, las sanciones, la no inclusión de Mauro Icardi por sus problemas personales, entre otras cosas, obligan más y más a Edgardo Bauza a depender de los jugadores militando en la Primera División argentina.
Los jugadores que tuvieron el lujo de llegar a la convocatoria fueron: Mariano Andujar (Estudiantes), Javier Pinola (Rosario Central), Matías Caruzzo (San Lorenzo), Marcos Acuña (Racing Club), Iván Marcone (Lanús) y Lucas Alario (River Plate). Ninguno fue titular y los únicos que entraron como suplentes fueron Caruzzo cuando se lesionó Funes Mori y el “Huevo” Acuña cuando reemplazó a Enzo Pérez, cabe destacar la buena labor de Acuña que solamente jugó 23 minutos dejando una buena imagen.
En aquel lejano 2010, en el Mundial de Sudáfrica, vimos a la selección dirigida por Diego Maradona ser vapuleada por la Alemania de Klose y compañía por 4-0. En ese devastador partido, el único que jugaba en la Primera División y fue titular fue Otamendi (Vélez), esperaban en el banco: Diego Pozo y Ariel Garcé de Colón, Clemente Rodríguez y la “Brujita” Verón de Estudiantes y el héroe de la hazaña contra Perú, Martín Palermo quien jugaba para Boca Juniors. Ninguno pudo tener el sabor agrio de entrar como sustituto contra los germanos, pero Verón llegó a jugar 2 partidos como titular (Nigeria y Grecia), contra México entro por Tévez en el 3-1 por los Octavos de Final. Otamendi jugó 3 partidos como titular y fue el máximo exponente local en el torneo. Palermo completo su etapa profesional con la selección realizando otro hecho histórico, metió su primer gol en los Mundiales en la victoria 3-0 ante Grecia.
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