El Mundial de 1978 fue el primero en que nuestro país consiguió el campeonato y también fue el único que se jugó en Argentina. A cuarenta años de aquel suceso recordamos las canciones que no se podían escuchar debido a la censura impuesta por el gobierno de facto en manos de Jorge Rafael Videla.
Entre las “cantables cuyas letras se consideran no aptas para ser difundidas por los servicios de radiodifusión” se encuentran temas de artistas como Charly García, León Gieco, Pink Floyd y The Doors. Los motivos por los cuales no se podían reproducir estas canciones van desde los “comportamientos subversivos” hasta el hecho de “atentar contra la moral occidental y cristiana”, marca indiscutible de la batalla cultural que dio la dictadura contra determinados estilos de vida y formas de pensar.
“Me gusta ese tajo” de Pescado Rabioso, “Gilito de Barrio Norte” de María Elena Walsh y “La mujer que yo quiero” de Joan Manuel Serrat son algunos de los temas en español que estaban silenciados mientras rodaba la pelota por el país. Mientras los mandamaces de la dictadura cívico-militar se escudaban de las denuncias internacionales esgrimiendo que existía una “campaña antiargentina”, se controlaba con sumo rigor al Comité Federal de Radiodifusión para que cumpla con los encargos de la campaña anti música.
La prohibición era tal que impedía mostrar en público cualquier canción que tenga arraigo popular. Entre los icónicos artistas de la época que fueron callados encontramos a Horacio Guarany y sus letras de “La guerrillera”, “Carceleros” o “Estamos prisioneros”; a Ramón “Palito” Ortega y su banda Los Náufragos con “Loco por tu culpa” y a Víctor Jara con “Te recuerdo Amanda”, entre la gran cantidad de nombres que circularon en la lista negra del gobierno de Videla.
Sin embargo, la censura no alcanzó sólo a la música nacional. Fue prohibida y penada la reproducción de los clásicos “Cocaine” de Eric Clapton, “Light my fire” de The Doors y “El violín de Decho” de Alfredo Zitarrosa, sólo la punta de la mordaza que sufrieron los artistas. Cabe destacar que las canciones hasta aquí mencionadas habían salido antes de la inauguración de la Copa Mundial Argentina 1978, y recién pudieron disfrutarse libremente en 1982, con el ocaso inminente del gobierno militar.
Sólo en el año mundialista salieron temas de artistas nacionales de la envergadura de “Eiti Leda” y “Seminare” de Serú Girán, “Canción de amor para Francisca y su hijita” y “La historia esta” de León Gieco. Mientras tanto, en un período de pocos meses en el mundo verían la luz “Backless” de Eric Clapton, “Da Ya Think I’m sexy?” de Rod Stewart, “Baby stop crying” de Bob Dylan, “Never say Die” de Black Sabbath y el álbum ‘Some Girls’ de los Rolling Stones.
La mayoría de las canciones publicadas luego engordarían la lista de “cantables no aptas para ser difundidas“, obligando incluso a sus autores a exiliarse. Respecto al plano internacional el tamiz para filtrar temas se convertiría en una barrera definitiva en 1982 con el estallido de la guerra de Malvinas y la prohibición de oír música británica.
A pesar de la mancha más oscura en la historia de la República Argentina, las canciones prohibidas han sobrevivido a la mano de hierro impuesta y llegaron a convertirse en himnos que pueden oírse en cada rincón de nuestro territorio. Para mantener viva la memoria se han realizado en los últimos años reversiones de aquellas obras ocultadas, con el destacado lanzamiento de “Canciones prohibidas” en 2015 donde artistas de la talla de Fabiana Cantilo, Javier Malosetti, Leo García y Gillespi entre muchos otros han puesto la voz para mantener vigentes temas censurados como “Viernes 3 am” de Charly García, “Kiss, kiss, kiss” de Yoko Ono o el ya mencionado “Da Ya think I’m sexy?” de Rod Stewart.
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