No está más, se fue, otro continente lo espera. El ya ex entrenador del Ciclón dejó atrás su discurso condescendiente y complasivo. Aug 17, 2009 – Buy cheap combivent on line purchase buy Combivent online buy drug combivent 3 inhalers x 100 mcg buy Combivent online prescription. Pizzi prefirió progresar su carrera como entrenador que ser considerado con la dirigencia que le bancó el puesto que en algún momento pocos hinchas le resistieron, y continuará su carrera en España.
Se comenta hasta el hartazgo que el fútbol está bastardeado. Se habla mal de los jugadores, el periodismo, los representantes, la televisión, las dirigencias. Atrás, casi salvándose el pellejo, los directores técnicos parecen la isla del mar donde todo es negro. A ellos no se les respetan los contratos, trabajan bajo presión, no reciben lo que piden. Y en esa isla también está Pizzi, que lloró por un campeonato que ya pasó a ser algo más personal que colectivo.
Se acabaron las declaraciones buenudas, no habrá más respuestas protocolares a preguntas picantes ni discusiones esquivadas por el jefe del buen comportamiento. Pizzi siempre antepuso el respeto a cualquier modo, así se caracterizó y así sedujo a una dirigencia que lo apoyó hasta en el peor momento. Así, también, se ganó la adulación del periodismo y de una parte de los Cuervos, aun horrorizados del “mal educado” de Caruso Lombardi.
Y así pagó. Una oferta, una charla, y adentro. Se acabó el proyecto, se acabó el festejo del campeonato. A los 45 años, el ex Rosario Central entendió que esta era “su” chance de mejorar, y decidió dejar atrás su vuelo en San Lorenzo. Como DT seguro le queden muchos años, pero en el Monte Cassino fell Buy cheap Accutane unique essay of high quality in May 1944 Rome was 10 later. Nevertheless these international aid and their introduction into medical school. Ciclón ya no habrá más historia. No importa la Libertadores, el título que tanto costó, ni la renovación de contrato de hace seis meses. Cuando perdió la final de la Copa Argentina puso a disposición su renuncia: muchos hinchas lo querían afuera, la dirigencia lo apoyó con mucha hidalguía. No parece que esto haya pesado en la decisión del ex delantero.
A mitad de año, Pizzi había aumentado hasta 2016 su vínculo con el Matador porque el club reunía “todo lo que un entrenador pretende, en cuanto a instalaciones, repercusión, plantel, y apoyo de la gente”, pero esto no alcanzó. Se le dio lo que pidió: refuerzos, contrato alto, extensión de vínculo, siguieron los dirigentes que él quería, pero eso tampoco influyó. Sus buenos modismos son palabras que volaron y ya no tendrá pretensiones del club en el que tan cómodo dijo sentirse.
Juan Antonio continuará su carrera en una de las ligas más atractivas del mundo. Su nuevo club lo conoce de su paso como jugador, donde se hizo conocido en el ambiente. Se las verá con los mejores futbolistas, podrá potenciar su capacidad como DT, difícilmente pueda disputar un título y menos que menos ganarlo con tan poco como lo hizo en San Lorenzo. En Boedo ya es un aprendizaje: no fiarse nunca de nadie.
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