Argentinos Juniors vio luz, el domingo ante River, y salió del profundo pozo deportivo en el cual se encontraba. Lejos de su identidad futbolística, los más jóvenes y el entrenador Ricardo Caruso Lombardi están sacando adelante una situación que parecía irremontable. El Bicho respira, dio señales de vida, y sueña con quedarse en Primera, más allá del complicado fixture: San Lorenzo, Colón y Newell’s.
El declive en rendimiento y puntos fue casi paralelo, pero se aceleró en los últimos meses. Independiente comenzó a achicar la distancia con Argentinos, que fue bajando puestos en la tabla de promedios, hasta llegar al borde del descenso directo, una posición tan riesgosa que hace casi 7 años no atravesaba.
Errores de todo tipo (dirigenciales, futbolísticos, etc) ahorcaron al Bicho, que cambió de entrenador rápida y repetidamente. El camino estaba erradísimo: jugadores ajenos al club, al igual que los DT, con un estilo de juego totalmente desconoder de la historia de Argentinos. Pero el amor propio surgió. De los juveniles del club, más que nada. Unos cuantos jóvenes de gran talento, apoyados en dos o tres experimentados que quedaron, resultaron el renacer del equipo, justo antes del desenlace del Torneo Final.
Ante River, se vieron síntomas de mejoría a nivel colectivo e individual también, y se ganó, cosa no menor. Pero los tres partidos restantes se plantean como un gran escollo: San Lorenzo en el Bajo Flores (ver ¿Venganza del 81?), Colón en el Diego Armando Maradona y Newell’s en Rosario, quien pelea por salir campeón. Independiente, casi condenado, ya no es el principal rival. Ahora es San Martín de San Juan, a tal punto que la victoria de los sanjuaninos ante Belgrano obliga al Bicho a no perder ante el Cuervo, porque de hacerlo, entrará en zona de descenso. Futbolísticamente, renació. ¿Habrá sido a tiempo, podrá conservar la categoría?.
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