Dallas Mavericks derrotó 105 a 95 a Miami Heat como visitante en el American Airlines Arena, y se consagró campeón por primera vez en su historia, tomándose revancha de aquella final perdida en el 2006 frente a este rival.
- Dallas campeon por primera vez en su historia.
Tras la caída en el quinto partido, Miami sabía que su única chance de quedarse con el anillo de la NBA era llevar la serie a un séptimo juego, para lo que primero debía vencer a los Mavericks como local, en una serie por demás pareja, con cierres apretados y más emotivos que bien jugados, frente a un rival que ya le había podido ganar en su cancha cortándole una racha de 9 victorias seguidas como local, y con la prensa sobre LeBron James, el jugador del que más se esperaba que contrariamente fue el que menos aportó en los momentos decisivos, con un promedio de 2,2 puntos en los últimos cuartos.
Así fue como Miami arrancó con James dispuesto a silenciar las criticas con 4 de 4 – aprovechando la pasividad de Dallas ante su tiro de media y larga distancia, el cual le fue esquivo a LeBron durante la serie – acompañado por Bosh para sacar ventaja de 9. Pero Dallas, con Jason Terry saliendo de la banca absolutamente encendido, más los triples de Stevenson, enseguida revirtió el marcador sacando 12 de diferencia. Y todo con solo 3 puntos de Nowitzki, quien tuvo sus peores minutos en la serie encestando solo 1 de 12 en la primera mitad, muy extraño en el alemán, fallando tiros marcado pero también algunos sencillos, lo cual no es común en el. Cuando James fue al banco, Miami remontó la diferencia, ayudado por tres triples de Eddie House. Sin embargo una vez más Terry, con 19 puntos en la primera mitad (3 triples), mantuvo a Dallas anotando 10 puntos seguidos, cuando Dirk no paraba de fallar, logrando que su equipo se retire 53 a 51 arriba.
La segunda mitad empezó con Miami dando vuelta una vez más el marcador. Pero James volvió a fallar más de la cuenta, y eso fue aprovechado por Dallas, quien esta vez si con aporte de Nowitzki metió un parcial de 8 – 0 y arriba por 7. El puertorriqueño Barea y el experimentado Jason Kidd tuvieron un excelente partido manejando los ataques de Dallas, haciendo correr la pelota, pasando y penetrando, más en el caso de Barea. Al finalizar el periodo, el francés Mahimbi, quien tuvo más minutos porque Chandler se había cargado de faltas muy rápido, capturó un rebote ofensivo clave para luego poner el 81 a 72 con el cual se cerró el tercer cuarto.
- Nowitzki, con el trofeo de MVP de las finales.
El epilogo llegó y Dallas se encontraba a solo 12 minutos de la gloria. Sin embargo Miami no se quiso dar por vencido tempranamente, y tuvo un buen arranque para ponerse a solo 4 puntos, aunque enseguida un triple de Barea frenó su avanzada.. Los Heat no pudieron controlar nunca defensivamente a Dallas, quien empezó a contar con Nowitzki más fino, apareciendo cuando tenía que aparecer con 10 puntos en el último cuarto. Kidd empezó a hacer correr el reloj y para colmo de males en los Heat, los rebotes ofensivos fueron para Dallas, logrando bajar el reloj y mantener la posesión en casi todo momento. Nowitzki con un doble selló el partido a falta de 2 minutos, poniendo 10 de diferencia, que por nivel de juego a un Miami totalmente tumbado le era imposible remontar.
Llego el final y Dallas pudo gritar campeón por primera vez en su historia. El alemán visiblemente emocionado salió corriendo al vestuario, mientras que el American Airlines Arena se enmudeció. Como era de esperarse el MVP fue para Dirk Nowitzki, totalmente merecido promediando casi 26 puntos por partido, y mostrando una diferencia con James muy elocuente: 62 puntos en los últimos cuartos frente a los pobres 18 de LeBron.
Rick Carlisle demostró que el trabajo en equipo puede más que las individualidades, construyendo un conjunto con una banca muy fuerte, y llevando a Miami al terreno donde menos le convenía jugar. Jason Terry (junto a Dirk, los únicos sobrevivientes de aquella final en el 2006), Juan José Barea, Tyson Chandler, Jason Kidd y Shawn Marion hicieron un gran trabajo durante todos los playoffs.
Para Miami quedó el sabor amargo de una final que se le escapó como local. LeBron fue sin dudas el gran perdedor de la serie, al no poder levantar su primer anillo y ausentándose cuando los partidos más lo requerían, mostrando que todavía le falta mucho para ser comparado con Michael Jordan, empezando por esa mentalidad ganadora que caracterizó a Su Majestad.
Goleador del partido: Jason Terry con 27 puntos.
Más asistencias: Jason Kidd con 8 asistencias.
Jugador con más rebotes: Dirk Nowitzki con 11.
Para finalizar el resumen con la final de la NBA:
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