Hasta no hace mucho, el fútbol sala era el patio trasero de la AFA, siendo totalmente opacado por el fútbol de 11, y todo lo que genera. Sin embargo, a partir de 2014, el panorama empezó a cambiar para el futsal, ya que, a diferencia de sus primos de cancha grande, tuvieron un proyecto.
A pesar de su juventud, Diego Giustozzi estaba convencido de su idea. Idea que le terminó dando logros, sea triunfos históricos, como la primera victoria contra Brasil como visitante, o títulos, como la Copa América de 2015 en Portoviejo, Ecuador, el Sudamericano Sub 20 de Uruguay, y el súmmum, el Mundial de Colombia obtenido en octubre pasado. Aún con situaciones a resolver, como la difusión mediática y, sobremanera, la futura profesionalización del deporte, se convirtió en un oasis en medio del panorama devastador que domina la entidad madre del fútbol nacional.
Seis meses después de llegar a lo más alto, hay un nuevo desafío en el horizonte. Un desafío que se iba a hacer en la Arena Do Futuro de Rio de Janeiro, pero que, la crisis en la Confederación Brasileña de Fútbol Sala (¿y los problemas edilicios en el Parque Olímpico?), obligó a que se desista de organizarse allí. San Juan tomó la posta, y el renovado estadio Aldo Cantoni será la sede de la competencia, que prometerá ser la más imponente de la historia.
También se prevé que va a ser la más pareja, ya que será la primera que cuente con dos selecciones que se hayan consagrado a nivel mundial, además de que presenta representativos que tuvieron un gran crecimiento en los últimos tiempos. ¿Qué panorama tiene cada uno de los equipos participantes?
Clásico asegurado
Argentina es la cabeza del Grupo A. Los de Diego Giustozzi mantienen gran parte de los nombres que se impusieron a Rusia en el Coliseo El Pueblo de Cali. De aquel grupo no estarán Alan Brandi, Gerardo Battistoni y Matías Quevedo (se decidió solamente llevar a dos arqueros), y serán reemplazados por Ángel Claudino, Matías Rosa y Eduardo Villalva. Los dos últimos son dos de los nombres a tener en cuenta en el futuro, siendo Rosa una de las figuras del Pescara italiano, y Villalva, conocido por sus “lujos” (siendo el más famoso una bicicleta en la cara del mismísimo Falcao), el traspaso más resonante en la historia del futsal argentino, yendo de Pinocho a San Lorenzo. Más allá de los cambios, la esencia será la misma, buscando el mejor equipo en estos 8 días, en lo que serán sus primeros partidos como locales desde que el badge de campeón de la FIFA está en el pecho.
El principal rival del grupo es nada menos que Brasil, aunque los verdeamarelos no llegan en su mejor momento. Vienen del golpe duro que supuso la eliminación en octavos en el último Mundial (primera vez que no finalizan entre los dos primeros), y a eso se suman los ya citados problemas en la confederación local. Para afrontar la primera competencia de la era post Falcao, el entrenador PC de Oliveira (DT campeón mundial en 2008) convocó a jugadores que se desempeñan en la liga local. Si bien va a ser una de las primeras veces en la que Brasil no será el candidato principal, siempre hay que tener en cuenta a los verdeamarelos.
A pesar de estar fuera del Tier 1 de seleccionados sudamericanos, Chile está con una sostenida evolución, pasando de recibir goleadas categóricas (como, por ejemplo, el 16-0 de Brasil), haciendo que estén en el sótano regional, a ubicarse a “mitad de tabla”, como la histórica quinta ubicación obtenida frente a Uruguay dos años atrás. Evolución que no presenta Venezuela (más allá del buen nivel en categorías formativas) y Bolivia, los otros integrantes que completan ese grupo.
El grupo de las revelaciones
Más allá de Argentina, el otro seleccionado que más creció en la región es Paraguay. La albirroja es la última subcampeona de la Copa, y además fue el segundo sudamericano mejor ubicado del Mundial de Colombia, llegando a cuartos de final (y quedando a un minuto de ir a los penales para clasificarse a semis), además de tener en cuenta que Cerro Porteño es el primer campeón de la Copa Libertadores no brasileño.
Por el otro lado está Colombia, dominador en el “otro” Futsal (el de la Asociación Mundial de Fútbol de Salón, que mantiene un histórico conflicto con la FIFA), y anfitrión en la anterior competencia. La liga local tomó impulso tras la cita mayor, e incluso tuvieron un muy buen mundial, logrando un empate contra Portugal, aunque el sueño llegó a su final con la derrota en el alargue frente a los guaraníes. Sin embargo, la mejor actuación histórica en la gran cita fue en el Mundial 2012, en el que finalizaron cuartos.
El tercero en discordia es Uruguay, que vive una etapa de reconstrucción. La última Copa la tuvo haciendo su peor performance, finalizando sextos. Sin embargo, tienen material como para poder complicar a los dos candidatos. No así Perú y Ecuador, equipos que buscarán evitar la última posición.
Historia de la competencia
En 1992, y anualmente entre 1995 y 2000, la Copa América se disputó en Brasil, siendo los verdeamarelos los máximos dominadores de la competencia. Con el cambio de milenio, la sede pasó a rotar entre los diversos países que forman parte de la Conmebol. Primero fue Paraguay en 2003, certamen en donde se rompió la hegemonía brasileña, con el título obtenido por la Argentina, que tenía como uno de sus jugadores a Giustozzi. Cinco años después fue Montevideo la que albergó esa cita, y allí Brasil volvió a lograr el título, venciendo en la final a Uruguay por 6-2. En 2011, fue el Polideportivo de Almirante Brown el que recibió la competencia, en la que otra vez se impuso la canarinha en la final, siendo 5-1 el resultado de aquel encuentro contra la Argentina. Por último, está Porteviejo 2015, el segundo título argentino tras vencer a Paraguay por 4-1.
Damián Stazzone, Santiago Basile, y los hermanos Constantino y Alamiro Vaporaki repiten de aquella última cita. ¿Podrá ser la Argentina el primer seleccionado en coronarse como local en 16 años?
Comentarios