El British Exit, o mejor conocido como “Brexit” ha tenido un fuerte impacto en las últimas horas tras confirmarse su aceptación por parte del Reino Unido. Con el 51,8% de los votos a favor, esta medida que implica la salida británica de la Unión Europea ya está teniendo una fuerte repercusión en las islas, por la renuncia del Primer Ministro David Cameron, y también en el mundo, con la caída del 4% en la Bolsa. Este proceso de separación puede, sin embargo, tardar entre dos y 10 años, hasta que todo se normalice nuevamente, pero lejos de centrarnos en las consecuencias políticas que puede conllevar esta decisión, iremos a un punto que parece alejado, pero que no lo está: el fútbol.
¿Afecta realmente esta decisión al fútbol inglés? Depende desde dónde se lo mire. En principio el Brexit cambiará la forma de manejarse para todos los extranjeros, especialmente los del resto de Europa que está acostumbrados a movilizarse sin ningún tipo de barreras entre los países y poder trabajar en cualquiera de ellos. Aquí uno de los puntos más importantes: la liga inglesa, en especial la Premier League y el Championship (Segunda División), son las ligas que más extranjeros europeos tienen, sin embargo, el Brexit afectará a estas categorías de distinta manera. Los jugadores extranjeros, o mejor dicho, no comunitarios, hasta antes de la aprobación deben tener un permiso de trabajo para jugar en Europa y con esta nueva legislación, el resto de jugadores europeos deberá conseguirlo también; pero, para esto se exige una cantidad determinada de partidos que, si se toma de forma positiva permitirá llevar a los jugadores de gran categoría a Inglaterra pero de forma negativa, repercutirá en los jugadores que no son de elite. Dependiendo del puesto que ocupa cada país en el ranking de FIFA, es la cantidad requerida de partidos que se necesita: si permanece entre los diez primeros, es requisito que haya jugado al menos el 30% de los partidos con su selección en los últimos dos años; si está entre el puesto 11 al 20, debe haber jugado el 45%; el 60% en los últimos tres años de las selecciones que están entre el puesto 21 y el 30 y el 75% de los partidos que hayan jugado las selecciones entre el 31 y el 50. Más allá del Top 50, no se aceptarán extranjeros.
A pesar de esto, hecha la ley, hecha la trampa, ya que tiene un vacío legal por el cual los jugadores pueden pedir un permiso extraordinario que se le suele dar a los clubes de Premier League, pero si se cumpliera la ley rigurosamente, se verían afectados alrededor de 40 jugadores, lo que da un promedio de dos por club y que en teoría, no serían las principales estrellas, sino más bien jugadores de una segunda línea. Pero ¿Por qué afecta de distinta manera al Championship? Simplemente porque en dicha categoría, hay gran parte de extranjeros provenientes de Europa en los planteles que no juegan con su Selección. En el caso inverso aunque no haya muchos jugadores de las islas desparramados por Europa, hay un ejemplo de lo contrario en España, ya que Gareth Bale ocupará una plaza de extranjero en Real Madrid.
El hecho de que se demore algunos años puede servir de gran ayuda para la Federación Inglesa de Fútbol (FA por sus siglas en inglés) ya que permitirá a sus dirigentes, junto a los integrantes del Ministerio del Interior británico, con quien trabajan a la par, readecuar de la mejor manera la situación de los trabajadores extranjeros y también de los futbolistas, teniendo en cuenta el futuro de la competición. Hace unos días, el presidente de la FA, Richard Scudamore, se había manifestado en contra de la propuesta alegando los intereses de la asociación y de
la explotación de la economía de los clubes, fundamentados principalmente en la dificultad de atraer figuras extranjeras y por la fuerte devaluación que sufriría la libra esterlina, algo que finalmente sucedió al aceptarse la propuesta y que repercutirá no solamente en las transferencias (si el traspaso de Ángel Di María al Manchester United se diera hoy, los Reds Evil pagarían 95 millones de libras en lugar de los 60 millones que pagaron hace dos años) sino en el dinero que percibe cada club por los derechos de televisación, que bajarían considerablemente ante la falta de estrellas.
Otro de los impactos, y uno verdaderamente significativo, es que la edad legal para que los clubes puedan fichar jugadores comunitarios pasará de 15 a 18 años. Los clubes ingleses suelen usar esta normativa, como fue el caso del Arsenal con los españoles Cesc Fabregas o Héctor Bellerín o como el reciente caso de Manchester City que contrató a Benjamín Garré un pibe de 15 años que pertenecía a Vélez.
En síntesis, el Brexit tendrá consecuencias ambiguas para los clubes británicos. Si bien los 20 equipos de la Premier no estuvieron de acuerdo en la separación de la Unión Europea, esta salida afectará a los clubes de distintas formas, dependiendo su envergadura. Aquellos que posean una mejor situación económica podrán reforzarse con estrellas, aunque los de menor talla se verán afectados, sin embargo, el plazo para que esto se aplique es largo y el fútbol, arma importante en la política, seguramente hará su jugada a favor de sus intereses.
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