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Colombia y el morbo de Estados Unidos

Colombia vuelve a Estados Unidos, una tierra que no le sienta nada bien desde la eliminación en el Mundial de 1994, que derivó en la muerte de Andrés Escobar, y dónde perdió la final de la Copa de Oro 2000.

La Copa América Centenario tiene un gusto especial para Colombia. Los Cafeteros están en un proceso de renovación del plantel con muchos jugadores jóvenes que se perfilan con un gran futuro, mezclado con unos pocos de experiencia que integran desde hace varios años el plantel, y una buena actuación para este seleccionado, puede significar un puntapié más que bueno para plantear el futuro. Pero además, y es algo no menor, es que el seleccionado comandado por el argentino José Néstor Pekerman, vuelve a Estados Unidos, una tierra en dónde no la pasó nada bien en el Mundial que se disputó allí en 1994, y en dónde quedó subcampeón en una Copa de Oro a la que fue invitada en 2000.

1AF50EA62C5140A4F27161BEC42B496APara el pueblo colombiano, el fracaso que supuso la actuación en el la Copa del Mundo del 94 no fue algo fácil de digerir. Jugadores, la prensa e hinchas llegaban con gran euforia a Estados Unidos después de una muy buena fase eliminatoria en dónde se erigieron como los mejores en un grupo compartido con Argentina, Paraguay y Perú, con una victoria histórica incluida, que aún recuerdan: el 5-0 con la Albiceleste en el Monumental. Con todo, Colombia tenía un plantel con un jugador que era el alma y la organización de todo el equipo y del que dependían para poder tener actuaciones superlativas: Carlos Valderrama, que en ese momento y al igual que la mayor parte del plantel, jugaba en su país –solamente cuatro de los 22 futbolistas participaban en el extranjero: Faryd Mondragón (Argentina), Adolfo Valencia (Alemania), Víctor Aristizábal (Inglaterra) y Faustino Aspirilla (Italia)-. Por eso, quizás, los colombianos se sentían más identificados con ese equipo, que tenía gran parte de los jugadores que participaban cada fin de semana en su fútbol, teniéndolos constantemente cerca, algo que, a medida que fueron pasando los años, la mayoría (por no decir todos) de los países sudamericanos, perdieron, ya que cada vez más figuras pasan rápidamente al exterior.

estatuadeandresescobar-medelin_felipeschimidt-2Pero a pesar de la euforia conseguida a base de buenos resultados en la clasificación, el equipo conducido en aquel momento por Francisco Maturana, comenzó con el pie izquierdo la fase de grupos. Aquel equipo que era favorito por todos, e incluso admirado por Pelé (que desde aquel momento fue tildado como “mufa” por muchos colombianos), cayó en el debut sorpresivamente ante Rumania por 1 a 3, lo que lo dejó, al ser una fase de sólo tres fechas, con la obligación de ganar los siguientes dos compromisos para no tener que pasar sobresaltos ni depender de otros resultados en la última fecha. Con ese antecedente cercano, se jugó su ficha más importante ante el local, Estados Unidos, en la segunda fecha, con la obligación de ganar o ganar. Por eso, la derrota por 1 a 2 fue la certeza de que ya no seguirían en la competición más importante a nivel de países, ya que la victoria de Suiza ante Rumania lo dejó sin chances matemáticas. Colombia se convirtió, así, en la primera selección eliminada en aquel Mundial.

La victoria 2 a 0 ante los suizos en la última fecha, solo fue anecdótico para la selección colombiana, que volvió a su país con mucha bronca interna, y de parte de la gente, que acusaba a los propios jugadores de no haber demostrado nada, a pesar de llegar como candidatos de parte de América. La vuelta al país fue fatídica pero no por la llegada, sino por un hecho brutal, diez días después del duelo ante Estados Unidos: Andrés Escobar, un defensor que había marcado un gol en contra en ese choque que permitió la apertura del marcador, fue asesinado a la salida de un boliche por Humberto Muñoz Castro, un hincha que no perdonó al jugador que en ese momento era una pieza clave en Atlético Nacional y que había participado en el Mundial de Italia 1990, así fue que tras increparlo le disparó doce veces. El futbolista, no llegó vivo al hospital, y el asesino fue condenado en principio a 43 años de prisión, pena que se bajó a 23 años luego del cambio del Código Penal en 2001 y por la cual quedó libre en 2005 por “buena conducta” dentro de la cárcel. Hay quienes aún sostienen, a pesar de que nunca se llegó a comprobar, que el asesinato tendría otro tinte y que en realidad fue un ajuste de cuentas por parte de la mafia colombiana que se dedicaba a las apuestas deportivas.

jose_pekerman_2Seis años después de la dolorosa eliminación, y tras no poder clasificar al Mundial de Francia 1998 y caer 9 a 0 ante Brasil en el Preolímpico que clasificaba a los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, Colombia volvió a pisar tierras norteamericanas para jugar una competencia oficial. Fue una de las tres selecciones invitadas, junto a Perú y Corea del Sur, que disputó la Copa de Oro 2000. El seleccionador Luis Augusto García, que tomaba las riendas tras los sendos fracasos de los últimos años, llevó un equipo que presentaba jugadores con experiencia en la selección y algunos que recién hacían sus primeros pasos. La competencia constaba de cuatro grupos de tres equipos, y Colombia compartía el Grupo A con Honduras y Jamaica, con quien perdió 2 a 0 y ganó 1 a 0, respectivamente, pasando como segundo. En cuartos de final, el camino lo cruzó nuevamente con Estados Unidos, a quien venció en la tanda de penales, tras empatar en dos tantos, por 2 a 1. En semifinales, apareció Perú que eliminó sorpresivamente a Honduras, pero que no pudo dar el golpe y cayó 2 a 0. La final lo cruzó con Canadá, que por primera vez en su historia era finalista de la competición. Se enfrentaban, entonces, dos seleccionados que buscaban imperiosamente la obtención de un título, que quedó para los norteamericanos que vencieron por 2 a 0. Por lo pronto, el seleccionado actual, de Pekerman, que además comparte el Grupo A con Costa Rica y Paraguay, quiere arrancar con todo y borrar de una vez por toda la mancha que tiene en tierras norteamericanas.