Argentinos Juniors todavía no ha perdido la categoría, ni siquiera está en descenso, pero el caos se ha instalado en La Paternal. Desaciertos dirigenciales y deportivos desembocaron en un complicado momento, el cual se recrudece con rumores de venta de la plaza del equipo en Primera, la salida del presidente Luis Segura, la partida de varios jugadores en los últimos tiempos y una serie de derrotas consecutivas que parece seguir.
15 puntos era la diferencia en los promedios, entre Independiente y Argentinos, cuando arrancó el año. Hoy, la distancia es de solamente tres unidades, y el panorama se ha revertido: en Avellaneda, todo es color de rosa, mientras que el Bicho vive un clima caótico. Puntualmente, después de la derrota por 3 a 1 ante Belgrano, donde los hinchas explotaron de bronca, insultaron a través de cantos y arrojaron objetos de todo tipo al campo de juego.
Por otra parte, los rumores de un posible arreglo entre Segura y Julio Humberto Grondona por el descenso del Bicho, desencadenaron la salida del vicepresidente 1° de AFA, quien abandonó dicho cargo en las últimas horas. Así como también abandonará la presidencia del Tifón de Boyacá, una vez concluido el Torneo Final. Si bien la decisión ya rondaba la mente de Segura, la derrota de este lunes habría convencido al dirigente de dar un paso al costado tras 11 años de mandato en el club.
Finalmente, estas versiones sólo agregaron más complicaciones a una situación deportiva dificultosa, que derivó en la salida de Gabriel Schurrer y la llegada de Ricardo Caruso Lombardi. Pero ni con el DT “saca puntos” se pudo salir adelante, ya que Argentinos ganó un partido en lo que va del año y muestra pésimos rendimientos fecha tras fecha. Por este motivo, cuestiones económicas y otras extrafutbolísticas, se han ido jugadores del Bicho en plena temporada: Leonel Núñez a Malasia, José Carlos Fernández a Sporting Cristal y Matías Laba a Canadá. A estas bajas hay que sumarle las rescisiones de Ariel Garcé, Aníbal Matellán y Diego Placente, por orden de los dirigentes, aunque con el visto bueno de Caruso.
El clima en Argentinos no es el ideal. Ni futbolística, ni políticamente. El descenso está más cerca que nunca, mientras que los trapos sucios de la institución se ventilan en la prensa carnívora, la cual ignoró el campeonato del 2010, pero sobreinforma esta crisis que padece el conjunto de La Paternal.
Comentarios