La NBA tiene un compromiso inquebrantable contra el racismo. Esto no es algo nuevo. Hace muchos años que los jugadores de la liga más importante del mundo están a la vanguardia en los reclamos por la igualdad racial y la justicia social. Pero en estos últimos días el asesinato de George Floyd despertó un instinto de lucha que hizo salir a los jugadores a las calles como pocas veces se los vio.
El plantel de los Celtics salió a liderar las protestas en las calles de varias ciudades de Estados Unidos. El equipo de la NBA se puso al frente de las protestas en Boston por el asesinato de George Floyd. Además, el accionar de los jugadores cuenta con el apoyo del entrenador Brad Stevens y de los dueños de la franquicia.
Uno de los primeros en salir a la calle fue Jaylen Brown. El escolta de 23 años condujo 15 horas en auto para liderar las protestas en Atlanta, su ciudad natal. “Ser una celebridad, ser un jugador de la NBA, no me excluye de ninguna conversación. Primero y ante todo soy un hombre negro y soy miembro de esta comunidad. Estamos creando conciencia sobre algunas de las injusticias que hemos estado viendo. Nuestras voces tienen que ser escuchadas. Tengo 23 años. No sé todas las respuestas, pero siento cómo se sienten los demás”, fueron sus palabras en las primeras marchas en Atlanta.
Brown es considerado “el cerebrito de la NBA”. Con sus 23 años, es el vicepresidente mas joven de la historia del sindicato de jugadores. Además, tiene la cualidad de priorizar siempre los estudios universitarios por sobre el deporte. Llegó a la NBA en 2016 sin representante, mientras realizaba un posgrado en estudios culturales en el deporte en la Universidad de California. A pesar de ser una de las figuras de los Celtics y una de las grandes promesas de la liga, fue rechazado por varias franquicias por ser “demasiado inteligente”. Es estudiante de historia, filosofía, estudió español y espera dominar 3 idiomas antes de los 25 años. Además, fue criticado por muchos entrenadores por preguntar siempre las razones de lo que hace en lugar de solo hacerlo, algo a lo que no están acostumbrados los viejos estrategas.
Mientras tanto, en las calles de Boston ,jugadores como Marcus Smart y Enes Kanter llevan varios días encabezando las marchas del movimiento Black Lives Matter. “Les quiero agradecer por lo que están haciendo, realmente lo aprecio mucho. Necesitamos un cambio. Y el cambio no puede esperar, ¿saben? Me emociono, pero estamos del lado correcto de la historia”, exclamó Kanter en uno de sus primeros discursos el pasado 2 de junio.
Por su parte, Brad Stevens, entrenador de los Celtics, publicó una carta en apoyo a sus jugadores. Sin participar de las manifestaciones, el coach salió a bancar a sus dirigidos que ponen el cuerpo en las calles. “Toda persona decente siente el dolor de la comunidad afroamericana. Pero tampoco quiero fingir que conozco el dolor exacto. Entonces, lo que quería que supieran es que estoy con ellos”, expresó el entrenador en su escrito.
Desde la institución marcaron una postura desde el primer día. En las redes oficiales de los Celtics, la institución difundió un comunicado sobre los hechos. “Al igual que muchos otros en todo el país, la muerte desgarradora y sin sentido de George Floyd, Breona Taylor, y Ahmaud Arbery junto con los eventos recientes, han dejado a toda la organización de los Celtics con dolor y enojo”, comenzaba el comunicado. “Nosotros podemos y debemos exigir igualdad para todos”.
Los Celtics asumieron el compromiso. Con la lucha contra el racismo como estandarte, el equipo tomó el liderazgo de los reclamos en Boston. Un plantel comprometido con la causa, con el apoyo del entrenador y los directivos. El movimiento que explotó en Minnesota tiene su eco a más de 2.000 kilómetros. Uno de los equipos mas importantes de la NBA puso el grito en el cielo para que todos sepan que “las vidas negras importan”.
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