Una de las patas de este nuevo Boca campeón fue su bajísima marca de goles en contra. Fueron sólo cuatro en hasta ahora 17 partidos, toda un récord para mantener el score invicto. Agustín Orión, acompañado de una defensa fina, fue gran responsable de este desenlace con trofeo incluído. Con grandes actuaciones, cambió los murmullos de su cuestionada llegada por merecidas ovaciones, siendo más de una vez la figura del equipo y disputando todos los minutos que jugó su equipo.
Lox Xeneizes no se cansaron de gritar goles, pero tan solo en cuatro ocasiones tuvieron el mal trago que siempre lleva ver que la tribuna de enfrente te celebra un tanto alocadamente, una puñalada para cualquier futbolero. De las cuatro mencionadas, solo una significó que Boca estuviera en desventaja: fue en la cuarta fecha, ante San Lorenzo, tras un golazo de tiro libre de Gabriel Méndez que después perdió la titularidad en el Ciclón. Valga la redundancia, fue la única vez que Boca fue perdiendo en todo el campeonato, y no duró más de 15 minutos.
Las otras llegaron ante Lanús, Atlético Rafaela y en la fecha anterior contra Godoy Cruz. Contra el Granate en un partido que prometía mucho, porque los dos se disputaban la punta. Gol en contra de Insaurralde que el ex arquero de Estudiantes y San Lorenzo no pudo evitar, dejando un 1-1 provisorio que Erviti cambió minutos después por 2-1 final. Contra los rafaelinos, Castro ponía cerca del final el 1-3 que no cambió un triunfo consumado, fue el segundo y último en la Bombonera. El último fue en Mendoza, contra el Tomba, tras un tremendo zapatazo de Ariel Rojas, inatajable para cualquier arquero. Fue la última vez que Agustín la fue a buscar adentro antes de la consagración de hoy.
Está claro que cuando Orión se dedica enteramente a atajar y deja de lado la trascendencia mediática y cualquier gesto o actin dentro de la cancha para generar revuelo, es un arquero con nivel de selección. Como le pasó en San Lorenzo hasta que la camarilla, la pelea y el discurso relegaron los aplausos de los hinchas por silbidos y reprobaciones. Como le pasó en Estudiantes donde Verón le endilgó que lo suyo era atajar y no otra cosa y lo hizo con creces. Como le está pasando en Boca donde sabe que hay referentes con mucha más espalda que él, más allá de algún comentario soberbio pero ya durante los festejos post Banfield. En resumen: si le frenás el carro, Orión te rinde.
Así ganó hoy Agustín Orión su tercer título local. El campañón con Boca se sumó al Clausura 2007 que ganó con San Lorenzo y al Apertura 2010 en donde defendió el arco del Pincha. Una vez más Orión es protagonista esencial de un título por lo que hace debajo de los tres palos, algo que, cuando quiere, hace con sobriedad y eficacia, siempre que la indiscresión y la arrogancia no se eleven por sus méritos como arquero.
Algunas de sus atajadas durante este Apertura 2011:
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