En el folclore argentino, San Lorenzo es un blanco de burlas por la cantidad de barrios donde está arraigado o es reconocido. Nacido en Almagro –incluso está en el nombre oficial del club-, con la cancha en el Bajo Flores e identificado en Boedo, donde tenía el Viejo Gasómetro. ¿Qué pasaría si Rionegro Águilas Doradas fuese un club argentino? ¿Hasta qué punto llegarían las cargadas? Las Águilas son un equipo sin raíces en Colombia. Desde su fundación, cambió cuatro veces de nombres, cinco escudos (también camisetas y colores) y tres sedes en ciudades distintas. Son las consecuencias del manejo de una Sociedad Anónima que lejos está de aportarle un sentido de pertenencia.
Con sólo ocho años de existencia es uno de los equipos más jóvenes de la Primera División de Colombia (sólo lo supera Jaguares de Córdoba que se fundó hace cuatro). La institución nació en 2008 cuando un grupo empresario compró la plaza al Bajo Cauca FC, un pequeño club de Caucasia –Antioquía– fundado en 2003, que desapareció tras vender su ficha en la Segunda División de la Dimayor (el ente que regula al fútbol colombiano).
El inversionista antioqueño y ex futbolista José Fernando Salazar Olano, en conjunto con el municipio de Itagüí, adquirieron el puesto y dieron luz al Itagüí Ditaires, la primera versión del conjunto que será rival de Racing en la Sudamericana 2017.
Extintos el Itagüí Industrial y el Itagüí FC, el municipio buscó la manera de tener un club que represente a la ciudad en la élite colombiana. El gobierno local apadrinó y subsidió al equipo y le cedió las instalaciones del estadio Metropolitano Ciudad de Itagüí. Con un escudo amarillo, verde y rojo y camiseta dorada, el Ditaires perdió un ascenso a Primera contra el Cúcuta en 2009 y, a principios de la década, fue subcampeón de la Copa Postobón al caer ante Deportivo Cali. El estadio de Ditaires, fue rotulado como “El nido de las Águilas”. Tras una gran campaña, logró subir de categoría en 2010. En ese momento, “Águilas Doradas” era el apodo del club y no el nombre.
Tras una pelea a mediados de 2014 entre Salazar Olano y las autoridades municipales de Itagüí, el equipo fue desterrado de la ciudad y tuvo que cambiar de nombre y escudo. Se mudaron al departamento de Pereira en medio del torneo hasta que finalizó el año. Manejados por Talento Dorado S.A., se llamaron Águilas Pereira y modificaron la camiseta dorada por una a bastones amarillos y rojos con mangas azules. Hicieron de local en el estadio Hernán Ramírez Villegas desde mayo hasta diciembre.
Por la poca convocatoria, decidieron cambiar de sede al inicio de 2015. El municipio de Rionegro, en la subregión oriente de Antioquía, fue el nuevo hogar de manera provisional. Ahí tomaron como oficial el nombre de Águilas Doradas. Tras un convenio en 2016, mediante el cual el club se comprometió al arreglo del estadio local y a convertir la grama sintética por césped natural (invirtió cerca de mil millones de pesos en esta misión) a cambio de apoyo económico de la alcaldía, se firmó un convenio para llamarse –al menos por ahora- “Rionegro Águilas Doradas”. Su uniforme es totalmente rojo, el escudo completamente oro y hace de local en el estadio Alberto Grisales.
A pesar de las excursiones por diversos lugares de Colombia y la indefinición en el nombre, este club ha hecho interesantes campañas deportivas, peleando campeonatos y puestos para torneos internacionales. En la Copa Sudamericana 2017 enfrentará a Racing y será la cuarta participación en la competencia. También estuvo en 2013, 2014 y 2015.
Con seis temporadas consecutivas en la Primera de Colombia, Rionegro Águilas Doradas intentará conseguir un golpe resonante en la Sudamericana. Los manejos de una entidad privada y sus vaivenes constantes produjeron que no tenga una hinchada fuerte y lo han convertido en el nómade del suelo cafetero.
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