Mucho se habló durante el último Mundial disputado en Sudáfrica acerca de la cantidad de cupos que la CONMEBOL (para algún despistado, la organización continental de fútbol sudamericano) debía recibir de cara al próximo encuentro en Brasil 2014.
Se llegó a denominar al torneo de Sudáfrica como “el Mundial de los sudamericanos”, aunque terminara con 2 países del Viejo Continente disputando la Final. Sin embargo, Europa cuenta con 13 cupos (sí con 13) algo que permite que países como Ucrania o Polonia de nula actualidad futbolística sean parte del certamen mayor de nuestro deporte favorito.
La situación fue seriamente cuestionada, cuando en Octavos de Final de la última Copa del Mundo, habían quedado en pie, entre otros, los 5 representantes sudamericanos, 2 de los norteamericanos (CONCACAF) y tan solo 6 de Europa (UEFA), entre los que se encontraba la poderosísima Eslovaquia.
Es decir que la asistencia para instancias decisivas del continente americano en general era casi perfecta, mientras que la del Viejo Continente dejaba bastante que desear. Allí se empezó a hablar para cambiar un poco las cosas, sobre todo teniendo en cuenta que el próximo Mundial es justamente en Brasil.
“Nada de eso” dijeron los dirigentes de la FIFA, a los que no sólo les parecía justo, sino que les resultaba demasiado lo que se le otorgaba en materia de cupos a las Américas. Fue allí cuando se empezó a especular con que una de las plazas de la CONMEBOL fuera removida, considerando que el Scrach de Mano Menezes clasificará por simple localía, un razonamiento diametralmente opuesto al anterior.
Por suerte esta mañana se supo que el fallo de la FIFA fue decididamente favorable para Sudamérica, ya que se conservarán las 4 plazas y media para el Mundial de Brasil 2014, lo que puede llevar al continente a tener 6 representantes de sus 10 afiliados en la próxima edición.
Hay quienes creen inocentemente que en el fútbol no hay intereses políticos. Esta decisión fue 95% política y 5% deportiva. Llevar muchas representaciones a una Copa del Mundo realizada en la misma región, que desde hace 8 años se dedica exclusivamente a crecer económicamente y a generarse su propio lugar en el mundo, con una ascendencia de valores autóctonos y una incipiente tendencia a la unión, puede resultar peligroso para quienes les gusta que el status quo de las cosas se mantenga.
Tanto fue así, que lo primero que le dijo a la agencia ANSA Nicolás Leoz, presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (la que organiza los torneos internacionales como la Copa Libertadores) fue: “Es un triunfo político muy importante para Sudamérica porque había muchos factores en juego, por lo que la incertidumbre reinó hasta último momento”.
Justo Villar sacó del arco, jugó con Waldo Ponce que lo vió solo a Luis Amaranto Perea a su derecha, éste se la soltó al Ñol Solano por la misma, que acarició la pelota cambiándola de frente para que domine Robinho que tras uno o dos firuletes tocó con Messi, Lionel se gambeteó a dos y lo dejó de cara al gol a Forlán que definió con sutileza por encima del arquero Joseph Blatter: Golazo para Sudamérica. Triunfazo inolvidable el de poder llegar a tener 6 representantes en el próximo Mundial. Celebramos junto a nuestros hermanos latinoamericanos el merdecidísimo logro para el fútbol de la región.
¡Salud!
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