Me siento raro, cómo invadido por un ánima que se mete en mi cuerpo y me hace pensar que soy nuevamente un niño corte taza, con pitucones en los pantalones y buzos polvorientos de tanto jugar. Pero no, no lo soy, soy un urso de 1,90 que pesa 110 kilos y tiene 36 años, y no, tampoco maduré.
Fue así que me encontré parado en una esquina alterado por la vibración de mi teléfono, y no por razones de negocios, tampoco de amor mucho menos por chequear la notificación de alguna red social, allí estaba preso de algo tan nuevo como extraño, en mi mapa apareció un Slowpoke y debía cazarlo.
Pokemon Go es el nuevo juego de Nintendo desarrollado por Niantic (misma compañia que desarrolló Ingress) que consiste en cazar los diferentes pokemones (250 en esta primera entrega) basado en un sistema de realidad aumentada (El mismo consiste en plasmar el bichito encontrado en nuestra imagen a través de nuestra cámara del celular) y que ya es tanto furor como pólemica en Argentina.
Fue tanta la sorpresa de la llegada repentina del juego a la Argentina que directamente explotó ante tanta espera, Miercoles 3 de agosto fue el día dónde apareció la aplicación de manera oficial para ser descargada en los sistemas Android e IOS.
El juego consiste en un personaje (Creado por nosotros entre las opciones que tiene el juego) que debe caminar (de manera literal uno debe hacerlo) para rastrear y cazar (por medio de un sistema rudimentario de tirar Pokebolas a algo que se mueve) los 250 especímenes que existen.
Es así que uno comienza la aventura haciendo ejercicio, de repente algo que solo hacemos para ir de un lado al otro se convierte en el motor del juego, caminar es una actividad más que saludable y es de las más aburridas y menos desafíantes que existen, por ello el jugar Pokemon Go tiene esa extraña dualidad de estar haciendo algo absolutamente bizarro pero saludable, nunca había encontrado un ejemplo tan complejo de explicar.
Al ir uno caminando puede ver en el mapa puntos que van surgiendo, el GPS (geolocalizador) del télefono permite trazar un mapa real por dónde caminamos en el juego y el grado de realidad es tal que hay puntos llamados Poke Paradas dónde uno puede detenerse y agarrar pokebolas, huevos o artículos para las peleas (como las pociones y los revividores) lo mejor de las poke paradas, es que son íconos de cada barrio, puede ser un graffiti (es increíble cómo se detienen en esas expresiones culturales modernas) iglesias, colegios, estatuas, plaquetas o templos. Las Poke paradas nos muestran cosas de la ciudad que vemos todos los días y ni reparamos en ellas.
Otro elemento interesante es los llamados Gimnasios, lugares dónde se requiere un cierto nivel para ingresar y que están geograficamente ubicados en plazas, teatros, cines y demás lugares de mucha concurrencia, allí los maestros pokemones podrán elegir un equipo cuándo alcancen cierto nivel y también enfrentarse para sumar puntos de experiencia (que son los que marcan tu nivel de Maestro).
El juego causa en aquellos que lo están jugando una extraña sensación, algo así como ser el ejecutante de alguna acción prohibida o pagana, uno se siente parte de un colectivo secreto frente a los ojos impavidos del prójimo pero también desarrolla algo de culto, de entendidos, es normal levantar la vista y ver a alguien que tambien está haciendo lo mismo que vos, es más, me animo a decir que hoy son la mayoría de los que deambulan con un celular en la mano, sin duda alguna Pokemon Go es un furor total.
El geolocalizador, que además de mostrarnos los pokemones que tenemos alrededor, nos muestra los que están en un radio de 300 metros a la redonda es la clave para poder jugarlo correctamente.
Existe algo que te hace caminar, que te incentiva a jugar, son los huevos, una forma de generar pokemones incubandolos, la incubación termina cuándo recorres cierta cantidad kilometros (pueden ser 2, 5 y 10) y sin dudas es un bonus para semejante esfuerzo fisíco, hoy caminé (sin darme cuenta y para escribir esta nota) 3 kilometros y medio, creo que salvo para ver al Indio Solari nunca caminé tanto en un lapso de tiempo ininterrumpido.
También es menester remarcar las cosas malas, el juego puede distraerte caminando por la calle provocando choques con otros peatones, abstracción de la realidad o algún accidente si es que perdes noción del espacio lo cuál puede convertirte lisa y llanamente en un idiota.
Otra cosa que duele a la hora de jugarlo (más allá de los pies) es la cantidad de batería que consume (piensen que corre una aplicación que usa datos y GPS, más musica y animaciones constantes) en mi caso caminé casi 2 horas y gasté un 60 % de la batería, lo que se dice una animalada.
Creo que el último aspecto negativo del juego (Más allá de uno sentirse un poco idiota al jugarlo) es los datos móviles que gasta, en 1 minuto gasta alrededor de 2 Mb, en una hora 120 Mb, en un mes 3 Gb. Lo que se dice un aútentico mata planes, si planeas hacerlo seguido procura tener un plan amplio de datos en tu plan de telefonía celular.
En líneas generales Pokemon Go es una gran apuesta a nivel juegos, no solo apuesta a ser el primer ejemplar masivo de realidad aumentada también es un desafío de negocios impresionante (Ya se puede ver Gimnasios en teatros como Vorterix o en locales de comida rápida de renombre) y una apuesta de jugabilidad saludable.
La gente está enloquecida juntando pokemones y la cosa recién empieza, será cuestión de caminar con cuidado y no chocarse a ningún pokemaster o que ningún pokemaster te choque a vos que venís viviendo en tu mundo ausente de Pikachus.
En definitiva todos tienen su locura ¿o acaso alguien te critica ese fanatismo que tenés por la guita, las minas o la falopa? no lo creo, entonces dejen a los nerds vivir tratando de completar su Pokedex en paz.
Comentarios