El lunes Grecia amaneció con una especie de “feriado” bancario, que durará una semana. Es decir, hasta el día 6 de Julio, y con la limitación, para los ciudadanos, de poder extraer plata en efectivo de sus cuentas. ¿Les suena, verdad? Y sí, porque a este conjunto de medidas financieras, que tienen por objetivo el control de capitales para poder evitar – en teoría- el caos, se las llama, o conoce como, Corralito. El mismo se tuvo que implementar debido a la quita de auxilio financiero de la Unión Europea. Más allá, de que Alexis Tsipras, primer Ministro Griego, haya asegurado que no se tocarán los depósitos, pensiones y jubilaciones, es decir, que estarán seguros, los antecedentes en otros lugares del mundo, nosotros los sabemos de sobra, de Corralitos, como por ejemplo en Argentina, Chipre o Indonesia han sido desastrosos.
Este martes 30 de junio, no solo que el Eurogrupo, o Eurozona, (compuesto por 18 países europeos) le negó la asistencia financiera a Grecia, sino que se vencía el plazo para que se pagara una deuda de 1600 millones de euros al FMI, cosa que no se hizo. Tsipras manifestó que Grecia no contaba con esa cantidad de plata. Por lo que se les avecina a los griegos una palabra que nosotros conocemos muy bien, también, default (Significa no poder pagar la deuda, distinto a poder pagarla pero no bajo las condiciones del FMI como pasó acá con los buitres, por eso no entramos en default, más allá de que además hemos tenido la posibilidad de reestructurar la deuda)
A comienzos de esta semana, y pese al cese de actividades bancarias, arrancaron las manifestaciones del Pueblo heleno frente al Parlamento de Atenas para respaldar a Tsipras en su posición de no ceder frente a las extorciones, amenazas y represalias de la UE y el FMI, y para mostrarse a favor del referéndum.
Referéndum.
Significa empoderar al Pueblo para que pueda decidir soberanamente sobre su futuro; mediante la pregunta, ¿Aprueba o Rechaza la propuesta de la Unión Europea? La respuesta de la ciudadanía, el día 5 de Julio, deberá ser un Sí o un No. El Referéndum, se asemeja bastante a lo que nosotros acá llamaríamos una consulta popular.
¿Qué busca Tsipras y su Gobierno con esto? Que al poder obtener una mayoría de NO por parte del Pueblo, a la hora de tener que sentarse a negociar con el Eurogrupo lo hará con mucha más fuerza al contar con el respaldo masivo popular, y lo hará bajo las condiciones que ponga el Pueblo y no bajo las que pretenden imponer desde la UE y el FMI, que jamás son en pos de mejorarle la calidad de vida a la población.
Los buitres amenazan.
La Unión Europea amenaza con que en caso de que el Pueblo griego responda que NO en el referéndum, lo tomarán como que estarán prefiriendo quedar excluidos en la zona y que no querrán ser parte del Euro. En complicidad, se sumaron varias cadenas de medios de comunicación con campañas mediáticas de amedrentamiento.
Todo lo que implique darle autonomía al Pueblo, para determinadas Instituciones que se han manejado, y se manejan, a lo largo de la historia mundial de forma antidemocrática, vulnerando derechos, endeudando, condenando a la pobreza y el hambre, pisoteando las emancipaciones de cada de País, de cada Región, es una patada al ceno de su constitución de totalitarismo financiero. Es por eso, que al verse ellos (los buitres de la UE y el FMI) mismos amenazados cuando por voluntad popular es electo algún gobierno, de algunos de sus Países esclavizados, de carácter rebelde y con el ímpetu de sublevación hacia sus mandatos de sometimiento, su mejor carta es la de impartir el miedo, a través de sus más fieles esclavos: los grupos mediáticos concentrados y los dirigentes políticos de todas las derechas del mundo.
No pasarán
Muy lejos está la Unión Europea de ser un marco de integración regional política, económica y social como lo es la UNAUSR o el MERCOSUR, no han sabido adaptarse a los nuevos cambios de paradigmas geopolíticos y geoeconómicos. Prefieren mantenerse en sus “democracias” neoliberales, conservar sus bastiones de poder económico, y su cultura de destrucción; por lo que es evidente que quienes conducen sus hilos no cambiaran sus lógicas. Pero ello no es factor suficiente para que pueda expulsar a Grecia, o hacerla a un lado, ya que está situación no los favorece más allá de que se hagan ver como los vencedores a ojos del mundo. Jamás podría favorecerles que Grecia pida ayuda a China o Rusia, países que con los cambios en la geopolítica y la geoeconómica mundial que se mencionaba más arriba, se han transformado en las dos grandes potencias mundiales. Tampoco, les favorece un default y que se suspendan los pagos, ya que significa mucho más que la deuda que tiene Grecia con el FMI.
Tanto Tsipras, como varios funcionarios de su gobierno, han dejado en claro que no buscan quedar fuera de la Unión Europea, sino que no quieren más ajustes, recortes, pobreza y precarización. No quieren más al FMI chupándole la sangre.
Al gran Pueblo Griego, salud.
Habrá que esperar la resolución de la ciudadanía y por nada debe subestimarse el saber popular, como lo han hecho durante años los jerarcas financieros imponiendo un modelo económico en beneficio de unos pocos, y separando a la economía de la discusión política. Hay algo, dentro de toda esta tragedia griega, que es para celebrar, si se acepta el término en este contexto, la fortaleza y la enorme voluntad del pueblo heleno para poder cambiar su destino. Y la decisión de la Conducción del País de enfrentarse a los monstruos y buitres del poder económico mundial, apoyándose en el Pueblo y por el Pueblo.
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