Resulta extraño que dos instituciones deportivas estén entrelazadas por la historia de un empresario de golosinas. Por más extravagante que suene, Josean Querejeta pasó de poseer cadenas de tiendas de gollerías (como le dicen en Europa) a presidir una institución de baloncesto y ser el máximo accionario de un club de Primera División de España, que estuvo a punto de desaparecer hace seis años atrás.
Trascurría el año 1988 cuando Querejeta se convirtió en el dueño de un modesto equipo de básquet que intentaba sobrevivir en la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB): Baskonia. Esta entidad contaba con tan sólo tres empleados y un presupuestos de 600.000 euros por aquel entonces. Con el correr de los años, se convirtió en un grande a nivel europeo por el que pasaron los argentinos Luis Scola y Andrés Nocioni, justo antes de que jueguen en la NBA; y que actualmente cuenta con Pablo Prigioni entre sus filas, quien podría convertirse en el próximo entrenador.
Por otro lado, el ex basquetbolista de 60 años decidió en 2011 ser accionista del 83% de Deportivo Alavés, que militaba en la Segunda División ‘B’ con una deuda de 25 millones de euros, que sus anteriores dueños la gestaron en tan sólo cuatro temporadas. Este hombre de 2,01 metros de altura, depositó un aval de 2.400.000 euros cuando el club no tenía dinero para pagar la primer cuota de 1.200.000 euros y había perdido el 50% de sus instalaciones educativas.
El club vasco actualmente espera afrontar la final de la Copa del Rey el 27 de mayo ante Barcelona en el estadio Vicente Calderón de la mano del director técnico argentino Mauricio Pellegrino, equipo al que venció en el Camp Nou por 2 a 1 en la cuarta jornada, pero perdió de local 6 a 0 en la fecha 22. Mientras que Baskonia clasificó a los playoffs de la Liga Endesa al terminar segundo en la temporada regular, detrás del Real Madrid.
Los logros de estos clubes no se hubiesen podido lograr sin la gesta del empresario y ex jugador de Real Madrid (1980-1982). Durante su mandato el club vitoriano de básquet conquistó tres Ligas, seis Copas, tres Supercopas y una Recopa. Por otro lado, como dueño y no presidente, irá por el primer trofeo del Alavés en sus casi 96 años de vida que tiene el club, que en 2001 perdió la final de la Copa UEFA ante el Liverpool en Dortmund por 5 a 4 sobre el final con gol en contra.
Más allá de las conquistas deportivas, lo que hay que resaltar de la gestión Querejeta son sus ideas de innovación y unión de los deportes. Sin ir mas lejos, hace un año intentó traspasar al alero Adam Hanga al Barcelona Lassa (equipo culé de básquet) a cambio de tres futbolistas (Douglas Pereira, Sergi Samper y Juan Cámara) en condición de cedidos más un resarcimiento económico para el Saski Baskonia. Por cierto, esto no llegó a buen puerto.
Con su filosofía de “comprar-vender” sustenta el crecimiento de ambas instituciones en base del fichaje de jugadores jóvenes de Sudamérica. Desde 2010 es tentado por Florentino Pérez (presidente del Real Madrid) para un proyecto que une el fútbol y básquet de la entidad blanca. La respuesta de Josean fue un rotundo ‘no’ ante las cuatro insistencias de Pérez.
Además, mejoró políticas de infraestructura y la calidad-cantidad de masa social para el aporte de divisas a las arcas de los clubes. Cuando la diputación foral de Alavá le permitió comprar Alavés se encontró con que no había siquiera balones para los entrenamientos aquel 24 de junio de 2011. La primera medida fue la compra de esos esféricos. Años más tarde se encuentra en primera, con un poco más de 15.000 abonados superando la asistencia media al estadio por encima de Barcelona y Real Madrid. Otro aspecto positivo es el presupuesto de 50 millones de euros que percibió esta temporada (40 de los mismos son derechos televisivos) y que le permitió la compra de un inmueble destinado a 80 deportistas que forman parte del “proyecto BAL”.
Por otro lado, cuando asumió en Baskonia había tan sólo 1500 socios. Aquí su misión era incrementar ese número en una ciudad de 300.000 habitantes y lograr la permanencia en la Liga ACB contra el Caja Bilbao y Askatuak, que al tiempo terminaron por desaparecer. Y lo logró. Permanencia y más de 10.000 abonados en la actualidad con un presupuesto de 10 millones de euros.
En los planes de Querejeta esta la remodelación del Estadio Municipal Mendizorroza, en el cual el Deportivo Alavés tiene en concesión hasta 2023. La idea es ampliar de 12000 butacas a 32000 para el año 2021, cuando el club festeje su centenario. Por ello, busca el respaldo económico de las administraciones municipales vascas como cuando aportaron el total del 100% (30 millones de euros) para el estadio Buesa Arena Baskonista. La obra de la cancha de fútbol tiene un costo de 50 millones de euros, a sabiendas de que para el San Mamés (Athletic Bilbao) aportaron 111 millones y para el Anoeta (Real Sociedad) 14 millones de la moneda europea desde las entidades públicas. El 7 de noviembre habrá una audiencia para saber si se les otorgará el dineral.
Para entender el sentido de pertenencia de la región y dejar en claro la sociedad Alavés-Baskonia, Querejeta decidió que ambas escuadras intercambien colores de sus camisetas. Es por ello que el equipo de baloncesto utilizó la pilcha “blanca y azul” ante Obradorio el 12 de febrero y el 5 de marzo ante Valencia Básket por la Liga Endesa. Por otro lado, el Alavés usó los colores “azul y grana”, por primera vez en sus 96 años de vida, el 6 de marzo en el empate en uno ante Sevilla de Jorge Sampaoli.
Por GASTÓN AMESTOY.
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