Por tercer año consecutivo, el colectivo Ni Una Menos marchó contra la violencia machista y si bien hubo movilizaciones en varias ciudades del país, Plaza de Mayo fue el principal punto de encuentro. Ayer por la tarde, miles de mujeres, conformaron un mar de cintitas violetas y pañuelos verdes para reclamar políticas públicas que las protejan ante la complicidad Estatal.
La concentración comenzó alrededor de las 14 en la esquina de Lavalle y Talcahuano, uno de los puntos de encuentro señalados por la organización. Los distintos grupos de manifestantes se movilizaron hacia Congreso, donde se dictaron talleres y se realizaron intervenciones artísticas. Más tarde, las columnas de agrupaciones políticas ingresaron a Plaza de Mayo y todos juntos, escucharon el documento oficial de la protesta.
Fueron todas. Las estudiantes, las profesionales y las desocupadas. Las niñas con sus madres, las adolescentes con amigas, las adultas solas y las abuelas. Las putas, travas y trans. Las indígenas y las villeras. Las empleadas domésticas y las que son jefas. Las que fueron detrás de una bandera o un cartel, y las que fueron sin nada. Todas, bajo una misma consigna: “Ni una menos, vivas nos queremos”.
Y, además, estuvieron ellas. Las que hoy, en realidad, no están más. Por momentos, la sonrisa de Araceli Fulles vistiendo la camiseta de River transitó la Plaza de Mayo, de la mano de sus familiares y amigos, que, con carteles y remeras, pedían justicia. Micaela García y su espíritu de lucha volvieron a integrar las filas de Nuevo Encuentro. La líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, y El rostro de Eva Analía “Higui” De Jesus, presa por matar a un hombre que intentaba violarla en grupo, aparecían en cada pedido de libertad, entre otras.
Entre carteles con mensajes ingeniosos y canciones del Indio Solari o Miss Bolivia, se hicieron presentes las cintitas violetas contra la violencia machista y los pañuelos verdes, el ya instalado símbolo de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Una vez caído el sol, la periodista Liliana Daunes leyó el documento oficial y denunció: “A nuestras demandas, el Estado responde con represión y es partícipe del pacto de complicidad machista que se lleva todos los días a una mujer, a una niña o a una travesti”.
Fue Nora Cortiñas, la titular de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, quien antes de finalizar el acto citó al Che Guevara y proclamó entre los aplausos de la multitud: “A seguir la resistencia hasta la revolución. Venceremos, hasta la victoria siempre. Vivas nos queremos”.
Porque más allá de las cifras escandalosas y los números que asustan, ellas salieron a la calle igual. Vivas, intensas, libres, juntas y sin miedo. Porque no están todas. Pero hoy, son un montón.
Fotos de Agostina Bronzini.
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