Archivo

¡Defendamos la UBA, Carajo!

La situación alarma: la Universidad de Buenos Aires (UBA), una de las más importantes del país y de América Latina, no llega a cubrir los gastos mínimos necesarios para su funcionamiento debido a un presupuesto insuficiente, el cual sólo alcanza hasta Agosto. Los mismos reclamos ante la falta de fondos se oyen también desde otras universidades nacionales. Qué hacer ante un panorama tan desalentador.

Es reconocido (al menos de oído, para quien no tiene el privilegio de estudiar allí) el prestigio histórico que tiene la UBA desde sus 13 facultades, sus más de 60.000 docentes con gran formación académica y experiencia laboral acorde, sus aproximadamente 400.000 alumnos, los miles de egresados que año a año culminan sus estudios, los reconocimientos que tiene a nivel nacional e internacional, y a su vez la importancia que conlleva tener este tipo de educación universitaria: a nivel país, la UBA es la mayor de las más de 40 universidades públicas que hay actualmente en Argentina, mientras que a nivel internacional es al menos destacable el avance social que implica el hecho de tener una educación gratuita y de calidad, comparado con otros países en los cuales acceder a la educación es muy caro y posible sólo para aquellos que gozan de un alto poder adquisitivo.

Pero hoy en día la realidad es otra, y está bastante lejos de esta idea: con un presupuesto aprobado en 2015 que no contemplaba los aumentos de los servicios y el incremento de los precios en general, se anunció que con el dinero disponible la UBA llegaba a cubrir los costos hasta el mes de agosto, es decir que peligra el comienzo del segundo cuatrimestre del corriente año. Y además, a esto se suma la discusión por las paritarias docentes, las cuales hasta la fecha no han sido cerradas y generan medidas de fuerza por parte de los mismos a fin de que se escuchen sus reclamos, sumado a su vez a la lucha estudiantil por el boleto educativo, reclamo histórico y desoído desde hace ya décadas.

Muchos gastos, pocos ingresos

Todo comenzó cuando el Consejo Superior de la UBA aprobó el Miércoles 27 de abril el presupuesto para el 2016 sin contemplar ningún aumento para los gastos corrientes de cada una de las facultades, lo cual representa un recorte muy grande para la universidad si se tiene en cuenta que sólo en lo que respecta a servicios (tales como la luz, el agua y el gas) el aumento fue, en promedio, de aproximadamente un 200%. A eso debemos sumarle el hecho de que éste es el único ingreso que perciben las facultades, que hay gastos de infraestructura a los que deben hacer frente y los pagos de los salarios de docentes y no docentes, por lo que a partir de esto, en las últimas semanas los reclamos no tardaron en hacerse oír: las actividades se desarrollaron con clases públicas en las calles, asambleas, cierres de facultades y paros de docentes y no docentes, promoviendo así la visibilidad del conflicto y el momento oportuno para intervenir por nuestra educación desde el lugar que nos toca y en la medida que podamos hacerlo.

convocatorias
Llamados desde distintas agrupaciones (FUBA, CECSo, FEDUN) a tomar partido en la Facultad de Ciencias Sociales

Si bien el pasado martes el presidente Mauricio Macri, luego de reunirse con algunos de los rectores de universidades públicas de todo el país que venían reclamando ante esta situación, anunció la “ampliación del presupuesto en más de 500 millones de pesos” dedicado “a acompañar a las universidades a cumplir los costos de funcionamiento, así como la reparación de instalaciones y terminar las obras”, desde distintas agrupaciones señalan que este monto es insuficiente y no soluciona la cuestión de fondo.

De acuerdo con ello y consultada acerca de la situación actual, Vanesa Ciolli, miembro de la mesa ejecutiva de la Asociación Gremial Docente (AGD) de la UBA y docente de la facultad de Ciencias Sociales, explicó a Rock ‘N Ball que “el  presupuesto del año pasado no contemplaba un aumento, por lo que replicó el mismo del 2015. Ya hoy, por la inflación y por el aumento de tarifas, queda desactualizado”, y objeta que “lo que ofreció el gobierno el otro día, de por sí separando el tema docente del presupuesto universitario, realmente no se sabe cómo va a ser repartido (en función de qué criterios) además de que la suma no alcanza, con lo cual es absolutamente rechazable. A veces uno lee una cifra y le parece un montón, pero si uno piensa en lo que es el presupuesto de mantener las universidades en todo el país, realmente es muy poco.

13133375_782069931928749_5808836550649332341_n

Vivir de la docencia

El anuncio de esta semana sobre la ampliación presupuestaria, al menos puesto en suspenso hasta tanto se haga efectivo, deja a la luz un reclamo que va de la mano con lo anterior: la situación de los docentes universitarios. “Hoy en día se le está ofreciendo a los docentes, con la última oferta, un 18% de recomposición salarial, y dado que venimos ya de un par de años de paritarias a la baja, el paro docente tiene que ver directamente con esto” aseguró Vanesa.

Ante esta situación, Macri afirmó que “el ministro Bullrich tiene la facultad y la capacidad de encarar la negociación paritaria como se hace en la Argentina, sector por sector“, pero a criterio de las distintas agrupaciones, con ello no hace más que intentar separar el tema docente del presupuesto universitario, que en realidad son dos caras de una misma moneda.

En referencia a la calidad educativa por parte de los docentes, cabe destacar que la universidad pública se sostiene por muchos de ellos trabajando ad honorem o bien, en los casos de los pagos, con un salario que dificulta vivir exclusivamente de la docencia: no es lo mismo que un docente vaya a dar clases después de haber trabajado 8 horas en una empresa o en el estado, ya que obviamente eso va a tener repercusiones; la clase la prepara en el colectivo y la dará con el resto de energía que le quede, los parciales los corrige así también, y claro que no es lo mismo que un docente que puede dedicarse al 100%, actualizarse en bibliografía, preparar los contenidos de manera pedagógica, estimular formas de evaluación diferentes” explica Vanesa a RNB, por lo que la lucha salarial implica también la defensa de la educación.

Pasos a seguir

20160504_204233
Asamblea del Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales (CECSo) el pasado miércoles

Y la lucha continúa. En este contexto, hace algunos días la comunidad académica de la UBA lanzó un petitorio llamado #DefendamosLaUniversidad, el cual busca la firma de estudiantes, docentes, no docentes, investigadores y graduados de las distintas facultades en pos de los reclamos señalados.

Por otra parte, se han llevado a cabo esta semana distintas asambleas estudiantiles, principalmente en las facultades de Ciencias Sociales y de Filosofía y Letras, así como también se prevé una gran movilización de todas las federaciones universitarias, docentes y alumnos, para el jueves 12 de mayo a las 16.30hs.

“Es un paro con actividades públicas que tengan que ver con sacar el conflicto a la calle, que no quede encerrado en las puertas de la facultad sino que sea escuchado por el resto de la sociedad porque comprendemos que tenemos que tender más puentes entre la universidad y el pueblo. La idea es que sea una marcha masiva, donde las reivindicaciones son aumento salarial, más presupuesto para la educación y el boleto educativo para estudiantes y docentes” concluyó Vanesa.