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Asprilla: Entre escándalos y dinero, la pelota

Toca, juega, se divierte, sonríe, va en busca de la devolución o del pase de su compañero, su objetivo, el arco rival. Lo tiene entre ceja y ceja. De derecha o de zurda, mayormente con potencia  otras, con suavidad y delicadeza, así define Faustino Asprilla. Ese delantero de las piruetas en el festejo de sus goles y de la sonrisa blanca que sobresale de su piel morena. Ese colombiano que paseó con honores su nombre por los estadios europeos ya sea con el Parma de Italia (1992-1995) o con el Newcastle inglés (1995-1997).Ese, que es más conocido como “Tino”. Bailaba en la cancha, y de tanta danza diluida con fama comenzó a enamorarse de las discotecas. Su primer amor, la pelota, pareció convivir con las aventuras de Asprilla, que de tanto en tanto aparecía en las tapas de revistas amarillistas y faranduleras a causa de amoríos fugaces con modelos, fiestas nocturnas durante su carrera profesional y hasta de accidentes automovilísticos. Uno de ellos, muy grave luego de descarrilar con su auto Mercedes Benz 500 en una curva cerca del río Cauca, Colombia, en diciembre de 1993. En mayo de ese año, su madre Marcela Hinestroza, a la cual era muy apegado, había fallecido de cáncer, por lo que la continuidad de su carrera había corrido riesgo.  Sin embargo, al poco tiempo del choque volvió a las canchas, y a sus andadas. ”La indisciplina sin plata no existe”, dijo una vez el jugador iniciado en la Escuela Sarmiento Lora, de Tuluá, localidad del Valle del Cauca, donde nació Asprilla el 10 de noviembre de 1969. Este ex jugador, retirado en 2004 en el Cortuluá purchase esomeprazole de su país ,que también formó parte del Palmeiras brasileño campeón de la Copa Libertadores en 1999 y del Atlético Nacional (1990), se caracteriza por la excentricidad en su modo de vivir. Por ejemplo, de pequeño admiraba al personaje televisivo “El llanero solitario”, entonces un día mientras charlaba con su madre, ella le dijo: “De grande deberías comprarte un caballo”. Finalmente, ya retirado de la actividad alcanzó a adueñarse de 60 caballos, hasta que luego decidió vender a varios para quedarse con los 15 actuales. Una venta basada en su presente desinterés por el negocio hípico. Además, entre otras de sus extravagancias aparece la de “diseñador de casas”. Resulta que durante su estadía en Parma, equipo con el cual ganó una Recopa de Europa best on-line essay writing services , una Supercopa europea I've been misting my face at night and broke out echeck online discount pharmacy in a long Combivent without prescription way. I decided to try the Micro y dos Copas de la UEFA , agarró un papel, dibujó lo que para él sería su hogar, con las habitaciones, la casa del mayordomo y hasta una pileta. Luego le envió el diseño por fax a su hermana. Meses más tarde y después de un adelanto de sueldo por parte del club italiano para la construcción de su vivienda, el boceto prácticamente propio de un niño se volvió realidad. A su vez, es un hombre que, según su compatriota y compañero de Selección, Carlos Valderrama, pudo ser el mejor del mundo, y no era el único que durante el comienzo de los ’90 opinaba eso. Pero la fama pasó a ser ese defensor al que se le dificultó sobrepasar. El dinero, las fiestas, y los escándalos mediáticos transitaron un primer plano en su vida. A pesar de ello, la redonda, siempre será su primer y gran amor. Es fácil darse cuenta. Cada vez que le hablan de una pelota, recuerda en silencio y mira fijo al suelo como imaginándosela. Al instante, sonríe con una mezcla de nostalgia, y picardía. Todavía, guarda una mirada especial para ella.    

Toca, juega, se divierte, sonríe, va en busca de la devolución o del pase de su compañero, su objetivo, el arco rival. Lo tiene entre ceja y ceja. De derecha o de zurda, mayormente con potencia  otras, con suavidad y delicadeza, así define Faustino Asprilla. Ese delantero de las piruetas en el festejo de sus goles y de la sonrisa blanca que sobresale de su piel morena. Ese colombiano que paseó con honores su nombre por los estadios europeos ya sea con el Parma de Italia (1992-1995) o con el Newcastle inglés (1995-1997).Ese, que es más conocido como “Tino”.

Bailaba en la cancha, y de tanta danza diluida con fama comenzó a enamorarse de las discotecas. Su primer amor, la pelota, pareció convivir con las aventuras de Asprilla, que de tanto en tanto aparecía en las tapas de revistas amarillistas y faranduleras a causa de amoríos fugaces con modelos, fiestas nocturnas durante su carrera profesional y hasta de accidentes automovilísticos. Uno de ellos, muy grave luego de descarrilar con su auto Mercedes Benz 500 en una curva cerca del río Cauca, Colombia, en diciembre de 1993. En mayo de ese año, su madre Marcela Hinestroza, a la cual era muy apegado, había fallecido de cáncer, por lo que la continuidad de su carrera había corrido riesgo.  Sin embargo, al poco tiempo del choque volvió a las canchas, y a sus andadas. ”La indisciplina sin plata no existe”, dijo una vez el jugador iniciado en la Escuela Sarmiento Lora, de Tuluá, localidad del Valle del Cauca, donde nació Asprilla el 10 de noviembre de 1969.

Este ex jugador, retirado en 2004 en el Cortuluá purchase esomeprazole de su país ,que también formó parte del Palmeiras brasileño campeón de la Copa Libertadores en 1999 y del Atlético Nacional (1990), se caracteriza por la excentricidad en su modo de vivir. Por ejemplo, de pequeño admiraba al personaje televisivo “El llanero solitario”, entonces un día mientras charlaba con su madre, ella le dijo: “De grande deberías comprarte un caballo”. Finalmente, ya retirado de la actividad alcanzó a adueñarse de 60 caballos, hasta que luego decidió vender a varios para quedarse con los 15 actuales. Una venta basada en su presente desinterés por el negocio hípico.

Además, entre otras de sus extravagancias aparece la de “diseñador de casas”. Resulta que durante su estadía en Parma, equipo con el cual ganó una Recopa de Europa best on-line essay writing services , una Supercopa europea I’ve been misting my face at night and broke out echeck online discount pharmacy in a long Combivent without prescription way. I decided to try the Micro y dos Copas de la UEFA , agarró un papel, dibujó lo que para él sería su hogar, con las habitaciones, la casa del mayordomo y hasta una pileta. Luego le envió el diseño por fax a su hermana. Meses más tarde y después de un adelanto de sueldo por parte del club italiano para la construcción de su vivienda, el boceto prácticamente propio de un niño se volvió realidad.

A su vez, es un hombre que, según su compatriota y compañero de Selección, Carlos Valderrama, pudo ser el mejor del mundo, y no era el único que durante el comienzo de los ’90 opinaba eso. Pero la fama pasó a ser ese defensor al que se le dificultó sobrepasar. El dinero, las fiestas, y los escándalos mediáticos transitaron un primer plano en su vida. A pesar de ello, la redonda, siempre será su primer y gran amor. Es fácil darse cuenta. Cada vez que le hablan de una pelota, recuerda en silencio y mira fijo al suelo como imaginándosela. Al instante, sonríe con una mezcla de nostalgia, y picardía. Todavía, guarda una mirada especial para ella.