Milongas Extremas es un grupo de cuatro guitarras criollas, un bajo y cinco voces, con espíritu roquero, un carácter musical único, propio y una actitud escénica que expone lo extremo de sus milongas”. Así se presenta la banda en su web oficial.

Más allá de la música que toquen y cómo la toquen, los cinco integrantes tienen espíritu de agite y esa energía se siente en su interpretación y sobrepasa cualquier tipo de prejuicio.

Los Milongas junto al Enano y a Cebolla de La Vela Puerca.

En un atardecer frío de cualquier día de agosto, en una terraza del barrio de Palermo, RNB charló mano a mano con tres de los cinco integrantes del grupo nacido en Uruguay: Pablo Paio Piñeyro, Matías Rodríguez y Camilo Piquela Gramoso. Completan el quinteto Santiago Martínez y Francisco Stareczek , quienes no pudieron formar parte de la entrevista. 

“El Grito y La Voz”, un espectáculo distinto a todos

Milongas Extremas llega a CABA para brindar una noche diferente. Un recorrido de quince años de banda y una adelanto de lo que viene. El grupo prepara cada espectáculo especialmente, cada uno nace de un guión particular y eso es lo que los hace especiales.

RNB: ¿Cuáles son los ejes de del show que van a dar en Niceto?

Matías: Es el show más importante que hemos tenido hasta el momento. Es un lugar más grande en relación a en los que venimos tocando y eso ya nos pone en un lugar de tensión, ansiedad y concentración interesantes. El primer eje sería lo celebratorio de los quince años. Queremos intentar hacer un buen repaso no cronológico de lo que hicimos como banda: Las canciones de Extremoduro, las versiones que hacemos, nuestras propias canciones de “Temprano” y “Bajo El Mismo Cielo”. Por un lado, festejamos el paso del tiempo. Lo segundo es darle énfasis a “El Grito y La Voz”: El nombre es parte de una canción de nuestro último disco y hay muchísimas voces que han marcado nuestra historia musical y anímica como personas y como banda. Creemos que esas cosas está bueno también ponerlas en escena  y dejar sentado que hay cosas que nos atravesaron. Queremos que quede reflejado que esas voces marcaron nuestro espíritu. Voces icónicas de gente que pasó y voces de gente que está al lado nuestro y con quienes cantamos día a día. Son amigos y amigas que comparten tristezas y alegrías en el devenir musical. Todavía no está cerrada la lista de invitados, pero quienes estén le pondrán su color de voz. Nos encanta hacer nuestras canciones, pero cuando colaboras con alguien la canción toma otro vuelo. Por eso la idea es representar eso en el concierto, que nos acompañen, que le puedan poner su color de voz, su timbre, su manera de interpretarlas, o muchas veces de reinterpretar lo que escribimos. Eso está buenísimo. Como tercer eje poner en claro sobre la escena que lo que más nos gusta hacer es rockear. Si bien somos un quinteto de cuerdas que toca ritmos folclóricos con tinte rockero, somos rockers. Ponemos patita fuerte, peludeamos, a mí se me cae el gorro… Todas esas cosas hacen que los conciertos de Milongas Extremas tengan un espíritu rockero tremendo y que haya un pogo como si estuviese tocando Divididos. Eso pasó en los últimos shows que dimos acá. Esas tres cosas atravesarán el concierto: Los 15 años, los maestros, que no son solo aquellos iconos populares más grandes que nosotros, como El Enano (Sebastián Teysera), Tabaré Rivero, La Triple Nelson o los icónicos Alfredo (Zitarrosa) o Dino (Gastón Ciarlo), sino también los que están al lado nuestro batallando día a día. En este último proceso de la banda hubo una hermandad muy grande con la gente que colabora con nosotros. Somos una banda de rock que va para adelante a full con el formato que tenemos, que no necesita batería, distorsiones, ni toda la parafernalia habitual de una banda de rock, y que nosotros rockeamos y, si vas a vernos, terminas haciendo pogo.

RNB: ¿Qué diferencias tendrá este espectáculo con el que dieron en la Sala de Verano de Montevideo? ¿Esta celebración de los quince años marca un nuevo punto de partida en la historia de la banda? ¿Qué se viene después de Niceto?

Paio: Hay una cosa en la banda de siempre estar empezando algo. Así como cuando grabamos nuestro primer disco era todo un misterio, no sabíamos qué iba a pasar, pero lo presentamos y fue impresionante. Hace poco vi los videos en Youtube y no lo podía creer. ¡Cuánta juventud! Fue hace diez años ya. Entonces, ahora tenemos quince, un derrotero hecho y fuimos anexando amistades, maneras de tocar y sensibilidades que están alrededor nuestro. Pero también es el principio: Dar este concierto que, como dijo Camilo muchas veces, con esmero, conciencia y ensayos, fueron muchas horas juntos tomando mate, animándonos y dándonos manija. De saber qué tenemos y que falta para esta noche tan especial, pero creemos que va a salir todo genial. Al mismo tiempo dejar la puerta abierta a nuevas canciones y todo lo que se viene o próximos espectáculos: En octubre hacemos La Trastienda en Uruguay con las canciones de Extremoduro y muchos invitados.

RNB: Hablaron de la forma de rockear de ustedes y me hicieron acordar a Apocalyptica tocando los temas de Metallica en violoncello o Steve’n’Seagulls reversionando a AC/DC. Ustedes comenzaron tocando temas de Extremoduro, pero las adaptaron a su formato. Las desarmaron y volvieron a armar, pero con su propia impronta, lo cuál debe haberles tomado mucho trabajo, ¿qué pueden agregar sobre eso?

Paio: Tiene un gustito especial eso, es como adueñarte de la canción y llevarla a tu mundo. Hay una gran diferencia entre ser tributo a un grupo y hacer tuya una canción de otro. Llevarla tu mundo con tus condimentos es genial, darle a algo hecho tu propia personalidad…

Mati: Paio siempre decía que se olvidaba que algunas canciones eran de Extremoduro hasta que vino Extremoduro. Le pasó de verlos en vivo y decir: “¡Ah! Esta canción no era nuestra” (risas). Hay una canción icónica de ellos que se llama “Fuego” que hicimos una versión muy Milongas Extremas. Tiene todo lo milonguero, va para adelante, rockea, y cuando la tocamos entre dos nuestras y si no conoces la origina, no la diferencias. Por supuesto que la de Extremoduro rompe todo. Hay una gran diferencia entre ser tributo a un grupo y hacer tuya una canción de otro. Es una manera nuestra de hacer las canciones y que entren en el repertorio. Cada vez que preparamos un espectáculo le damos mucha bola al guión, sobre todo cuando es en Teatros, que pase algo que te vaya llevando emotivamente y en el final del concierto vos sientas lo que estamos haciendo sobre el escenario. Pasa con la de los españoles y como con las de Alfredo Zitarrosa. Esas, por ejemplo, fueron mucho más difíciles de versionar porque estaban muy cerca y en un formato parecido al nuestro con guitarras y cantores. Entonces hubo que sacarlas de ese lugar y fue mucho más difícil, pero las hemos logrado apropiar y ponerle nuestro sello.

RNB: En su último disco trabajaron con Iñaki de Extremoduro, ¿la idea para este nuevo es seguir en esa línea de sonido? ¿En qué estado están las nuevas canciones de las que hablaron?

Paio: ¡Qué pregunta! Te la respondemos en unos años. (Risas).

Mati: Estás con tres quintos de la banda.

Paio: Ojalá trabajar con él, sí, por supuesto. Un sueño que tenemos es hacer una gira o un concierto donde él participe y toque las canciones de “El mismo Cielo”, le LP que grabamos con él, y las canciones de Extremoduro que tenga ganas. Eso sería un sueño.

Camilo: Estamos en un momento en el que estamos revolviendo los cajones a ver qué canciones hay y después escucharlas para saber qué pide cada una. No llegamos a ese lugar todavía. Hay que dejar que leude esa masa un poco. Somos muy manija, pero aún así en ese sentir hay un “saber esperar los momentos”. Aprendimos a esperar para saber cuál es el siguiente paso. Ahora estamos con muchas cosas del vivo.