Es un sábado de sol. El calor todavía se resiste a irse y las remeras de la banda que marcó a fuego a tanta gente se dejan ver ahí, dónde son locales, en pleno corazón de Ciudad Jardín, frente a la “Plaza del Aviador”, a pocas cuadras de dónde vive Andrés Ciro Martínez, a escasos metros de dónde late el corazón piojoso.

A centímetros de dónde nos espera Miguel Ángel “Micky” Rodríguez para una entrevista que tendrá mucho sabor a nostalgia, mucho aroma a esa historia de la que hoy se cumplen 10 años del último capítulo escrito, mucho de mitología piojosa, mucho de leyenda, mucho de esas imágenes tan bien pintadas en “Buenos Días Palomar“, la oda al barrio que Los Piojos incluyeron en su último disco de estudio, casi como un último testimonio de sus raíces, antes del éxito, de River, de la fama XXL, antes de todo lo demás, que muchas veces, es nada.

Foto: Cristian Sangermano

Rock and Ball: Hace unos cuantos años decidiste irte a Córdoba, a San Marcos. ¿Cada cuánto y por qué sentís la necesidad de volver para estos lados?

MR: Yo tengo claro que el pasado me acompaña mucho y a partir de eso, estar acá, en esta Plaza, me trae un montón de recuerdos del barrio, pero siempre vengo a Buenos Aires a ver a la familia. O a tocar mismo con la banda (La Que Faltaba) y en cierta forma, al hacer tanto que estoy viviendo en Córdoba, vengo como una especie de turista adiestrado, digamos, sabiendo lo que la ciudad implica, pero me gusta venir a pasear y a estar. Yo me crié un poco en el ruido así que venir a curtirlo también me gusta, sabiendo que vuelvo a mi casa a la montaña tranquilo. Me gusta mucho venir, me trae grandes recuerdos. Hoy a la mañana vine a probar sonido y son inevitables los recuerdos, las anécdotas, todo eso que tiene que ver con el principio de nuestra historia que se desarrolló con el tiempo y que tengo el privilegio de haberla pasado con amigos, compañeros. Cuando me preguntan por la fórmula del éxito es difícil responder, yo creo que tiene que ver -en nosotros- con una cuestión del laburo, de estar juntos, de caminar y saber que los obstáculos los teníamos que sortear juntos, siempre fue nuestra característica.

RNB: Quizás creo tener una idea de que fue el éxito con Los Piojos pero, te pregunto, ¿qué es el éxito con La Que Faltaba?

MR: Inevitablemente me remito al pasado, no porque viva de eso, soy muy del presente, pero a partir de la experiencia de Los Piojos y un poco esa idea de subirse a al bondi con los equipos e ir a tocar a un lugar en San Telmo, todo eso, si bien el tiempo pasó y yo estoy más grande, ese combustible de poder viajar con la banda y generar esa idea de grupo es lo que hoy en La Que Faltaba sucede. No hay ninguna fórmula del éxito, nada me garantiza que esto va a ser como fue el pasado, pero esa fórmula no la utilizo para estrictamente buscar el éxito sino porque es la forma en que yo vivo la vida. La felicidad entiendo que es un punto particular para cada uno, ¿no? Me gusta que los que están cerca mío estén felices acompañándome y trato de generar una armonía que pueda establecer esa felicidad en ese marco.

Foto: Cristian Sangermano

RNB: En Los Piojos dio la sensación de que paso eso, como que se resintió el conjunto, como que ya por ahí lo que se necesitaba era todos tirando para el mismo lado o todos convencidos de una misma idea y por ahí dejo de estar y, quizás, por eso llego el final, ¿fue así?

MR: Creo que el tiempo, como pasa en todos los aspectos de la vida, modifica y empiezan a jugar otras cosas. Sin duda que nosotros con Los Piojos hemos generado nuestras vidas, gran parte de mi vida, y creo que de los chicos también, sucedió en ese momento. Nuestros hijos, madurar, empezar como a entender un poco la historia… Y después es medio al pedo decir “y tendríamos que haber hecho esto”, siempre lo repito, fuimos un grupo que hasta el ultimo día que estuvimos juntos, estábamos juntos. 

RNB: ¿Pensás que se dijo mucho más de los que realmente pasó?

MR: Sin dudas. Yo entiendo que posiblemente aprendimos a ser herméticos, pero no por una cuestión de reniegue sino porque nos enfocábamos casi todo en la obra, la música. Después fueron especulaciones, nunca nos cagamos a trompadas ni discutimos terriblemente mal. Hasta el último momento había una armonía que, sin dudas, es admirable. El tiempo influyó como pasa en general la vida, en las parejas… uno puede pensar hoy “se podría haber resuelto de alguna manera, con charlas” pero bueno, sucedió lo que sucedió y me parece que no es casualidad que hoy este latiendo con tanta fuerza como aquella época. Yo me fui a vivir a Córdoba y, en lo personal, para poder contemplar el bosque, no solamente el árbol y ese bosque hoy está en las redes, en las remeras, los pibes con tatuajes. Eso creo en definitiva que tiene que ver con haber estado ligados al amor de saber que teníamos un tesoro y lo queríamos compartir y de hecho pasaba con lo de “El Ritual”. Eso no es casualidad, era parte de una comunión que existía, había como un ida y vuelta que no es una pelotudez, es algo groso.

RNB: Recién usaste la palabra “pareja” como para definir una banda de rock o una relación tan duradera, teniendo en cuenta eso y jugando con el mismo ejemplo, sos también el que más tardó en “rehacer su vida”, en hacer otra banda, volver apostar a otra cosa. ¿Esa demora fue el tiempo que vos necesitaste para ver el bosque como decís o fue tal vez que no te permitías volver a empezar otro proyecto?

MR: Sin dudas que es un poco la idea de ver el bosque, la idea de poder contemplarlo. Porque uno estando en la carrera a veces no puede tomar dimensión de lo que realmente es la historia o por lo menos me pasa a mí. Así que en ese plan decidí poder bajar y contemplar y la verdad es que no tenía una necesidad extrema de hacer una banda y salir. Tal vez eso hubiera sido lo que comercialmente podía ser lógico, digamos, pero sentí esa necesidad de contemplar esa historia para poder encarar una nueva con fuerza, un poco de mente metida en eso y no tanto en lo pasado. Si bien yo reconozco absolutamente que todo el tiempo estoy teñido de la historia de Los Piojos, es una cosa que me va a seguir hasta el resto de mi vida. No es una carga, es un privilegio enorme de tener esa historia viva.

Foto: Cristian Sangermano

RNB: Esto corre a título personal. Da la sensación que sos el integrante de la banda que mejor se lleva con el recuerdo, la leyenda, con la calle… como que no te hace sentir incomodo. Vos siempre tuviste palabras, primero de mucho amor a lo que había pasado y después de no renegar de eso. ¿Vos también lo sentís así?, ¿Tiene que ver con que ellos salieron muy rápido de vuelta al ruedo y todas las notas giraban en torno a eso, un poco de molestia de “si me van a preguntar otra vez de esto”?…

MR: La verdad que no porque sería como entrar en una cuestión… yo puedo responder por mí porque yo elegí ese camino y mi forma es así. Es difícil responder por los demás, yo tengo una relación cotidiana con Andrés y la verdad que esa sensación no me la transmite nunca. Hablamos sabiendo del tesoro que tuvimos, que tenemos, que está dando vueltas y hablamos de anécdotas de cosas que vivimos de una manera relajada sin tener que caer en el reniegue, me parece que todavía en todos está instalada esta historia. Se nota en los shows, todos de alguna manera recurrimos a los temas y no por una cuestión política sino porque los temas están vivos y nos encanta hacerlos. A mí me pasa que hay temas que no son de mi autoría y los siento propios y por eso los hago. Veo la historia como eso, un conjunto que funcionó, que me dio un montón de satisfacciones. Respondo por mi porque no se la sensaciones de los demás respecto a ese tema. Lo que yo puedo intuir es que todos sabemos lo que tuvimos y considero que todos siguen siendo parte de del presente de nuestra historia pasada.

RNB: ¿Y cómo te sentís en relación a tus compañeros de banda? Esto por ahí de la masa, tocar ene estadio de River repleto, salir a la calle y que te pidan fotos… Es algo que a ellos no les pasa desde su propia banda porque les falta tiempo, les falta carrera…

RM: Hay como dos puntos en eso, está buenísimo porque ellos en cierta forma me despiertan para no naturalizar cuestiones que no son naturales entonces es parte de un movimiento que a mí me produce que esta buenísimo y por otro lado esa cuestión de mimo. Entiendo que para los pibes, que son mucho más pendejos que yo. Yo soy una especie de tío piola en el asunto pero también entiendo que poder tener esa oportunidad también, sin duda, debe rozar algún punto de la felicidad. Me siento, sin ser el responsable de esa historia, acompañando en esa movida para que suceda eso.

Foto: Cristian Sangermano

RNB: Es un año de números redondos, vos tenes 50 años y se cumplen 10 años del último Ritual de Los Piojos en River. La primera pregunta sobre eso es si cuando recién empezaste con la música, te colgaste un bajo por primera vez o cuando descubriste en el bajo lo que te gustaba, ¿pensaste que a los 50 años ibas a seguir arriba de un escenario con un bajo o no?

MR: Me cuesta porque, repito, mi característica no fue ir demasiado para adelante. Pero si sabía y tenía claro qué era lo que quería hacer en esta vida. Tuve ese privilegio de pegar compañeros y amigos que aportaron a ese deseo y a ese desarrollo y hoy me veo como que he vivido lo que quise hacer, instalado en u lugar que me da mucho placer y tranquilidad. He aprendido de estas cuestiones, muchísimo, pero sin dudas que el tiempo me va a acompañar en esta historia, no me veo en otra cuestión. Creo que la música va a estar para toda la vida. A pesar de que tengo 50 pirulos pienso “voy a seguir con esto”, aunque el cuerpo no aguante mas voy a seguir con esto. Sin demasiada ambición desmedida, por una cuestión natural de lo que hago, lo que me gusta hacer. Así que sí, creo que voy a seguir con esto.

RNB: Y te decía de aquel ultimo Ritual, ¿Cuáles son los recuerdos mas vividos que tenes de esa noche? además de la lluvia

MR: Mi recuerdo mas real es la noche esa, “ahora es verdad”, pensé. Si bien estaba decidido, habíamos charlado, estábamos brindando y dando todo lo que teníamos como siempre fue, hay una cuestión indudable que tenía que ver con movimientos de emociones y de recuerdos, de saber que esa era la última noche. Esas caminatas para salir a tocar, los primeros temas, todo fue muy emotivo y emocionante.

RNB: Y volviste a River con Andrés hace poco, ¿cómo fue volver a con él al Estadio pero no compartiendo la misma banda? Más allá de que siempre se las arreglan para tocar algún que otro tema y seguir juntos. ¿Cómo lo viviste?

MR: Muy bien. Eso también, caminar por esos pasillos, llegar al Estadio. Si no te moviliza estas muerto, decía “el Diego”. Bien, muy tranquilo porque tengo el respaldo de la banda que me ayuda muchísimo a tranquilizarme y a poder disfrutar desde un lugar no tan cargado de sensaciones que terminan atentando contra la obra, contra las canciones. Lo viví muy bien, muy emotivo. Yo tengo relación con un montón de gente, no solamente con el equipo técnico sino también con un montón de gente que es parte de la organización, así que también fue un gran momento para encontrarme con viejos amigos que hacía mucho que no los veía. Lo viví muy tranquilo.

RNB: Si bien obviamente el regreso es medio imposible porque ya no están todos los integrantes lamentablemente, ¿cómo cerrarías si tuvieras que ponerle un broche a la historia de Los Piojos?, ¿lo cerrarías con un recital, lo cerrarías con un libro, con un asado?

MR: La verdad es que no lo sé, pero porque también es complicado por eso que decía antes. Hoy la historia sigue latiendo. Entonces ponerle un broche seria un poco soberbio me parece. Ahora van a salir todos los discos en Spotify, hay un par pero ahora van a volver a salir todos. Eso es como estar. Es difícil porque es una historia que mas allá que no es concreta está en el aire, dando vueltas. La historia tiene esa cosa mágica de poder seguir sintiendo esas emociones a pesar del que el tiempo pase. Me parece que hoy sería un poco soberbio pretender cerrarla.

RNB: ¿Cómo te llevas con las nuevas generaciones desde ese lugar? Con los que por ahí Los Piojos para ellos pueden ser como Sumo o bandas gigantes que ya no están en el momento en que uno cae en la música. ¿Cómo te llevas con los nuevos estilos?… como el trap y estas cosas que andan dando vueltas.

MR: Soy bastante queso, no le doy mucha bola. No porque no me gusta, hay cosas que si, pero tienen que ver con una cuestión generacional me parece. Ayer fui con mi vieja a comprarle una mochila a mi hija, estaba caminando en San Martin y había un pibe en la peatonal con una guitarra cantando “Tan Solo” y dije “que loco”. Un poco respondiendo a lo que hablábamos antes, todavía esa historia sigue muy viva, entonces entiendo que los tempos han cambiado, la música y la forma de distribuirla también, de escucharla pero también sé que estamos en el aire, estamos latiendo. Pasan en un montón de lugares y pibes escuchando la banda y aún sigue estando vivo todo.

RNB: Una de las ultimas… hace un tiempo tuve la chance de hablar con Germán de Las Pelotas y el también vive en Nono, Traslasierra, y me decía que la televisión para él era salir a la puerta de su casa y ver los pajaritos. Que esa era la exposición que tenía el ante la tele y todo lo que pasa. ¿Vos también te aislas en la naturaleza o no?

MR: Y teniendo esa posibilidad es la opción más rentable, mas copada. Termina siendo lo que más te garpa. Yo no tengo tele tampoco y no por una especie de filosofía. No voy a caer en esa cuestión de que si la tele es o no nociva, pero si coincido con esa posibilidad de tener ese ambiente como para contemplarlo de una manera mágica. Yo he empezado a entender esa cuestión que podría sonar medio hippie pero salir a ver los perros, las plantas, cuestión que suceden en la naturaleza terminan siendo un entretenimiento “salvaje”, digamos. Yo entiendo lo que dice él y nada te salva porque si sos un miserable lo vas a ser igual en ese lugar. Es solamente abrir un poco más los ojos y las orejas y poder decir “soy parte de todo esto”. Yo creo que ahí empieza a jugar la humildad y las estas cuestiones propias.

RNB: Vos decís que no tenes tele, que por ahí no consumís lo que viene pasando desde ese lugar, ¿Notas que hoy a los pibes les cuesta más pagar una entrada?, ¿que hay una cuestión social similar al momento de “Dientes de cordero”?, ¿lo tomas para escribir?

MR: Sin dudas que se están viviendo tiempos difíciles y claro, si, porque mi raíz también tiene que ver con eso. Uno está en contacto con la familia, no te podes hacer el boludo o por lo menos hay un compromiso conmigo que es “no hacerme el boludo con la realidad”. Me parece que hoy hay mucha grieta y mucha mala información. Mala porque sin duda debe ser desacertada y sin tener fuente. Ahora es más liviano desmentir situaciones que son de mierda. Hoy se puede decir cualquier cosa. Hasta ya creo que haces una declaración y después podes desdecirte, es parte de la naturaleza del ser pero los medios podrían decir “macho vos dijiste esto hace tres o cuatro años y hoy decís otra cosa”, pero a nadie le importa lo sucedido y la historia sigue avanzando.

RNB: Es una realidad que ustedes en ese momento cantaban un tema de “Verde paisaje”, esto de “nos están matando con la información” y es como que ahora tienen más elementos para manipular, desinformar, no es que mejoró la cuestión, empeoró

MR: No hay un control, hoy puede decir cualquier cosa, cualquier persona, y sin duda que los medios están en general fanatizados, no sé cómo decirlo, pero puestos en un lugar. Inevitablemente la información va a ir para ese lugar. Entonces es como que hay poca objetividad me parece.

RNB: Bueno, la ultima que la deje para el final que la podes responder o no…

MR: No sé, no sé si vuelven –Los Piojos-, no sé qué va a pasar, no hay nada charlado todavía, estamos como siempre…

RNB: La pregunta no era si vuelven, te adelantaste… (Entre risas). La pregunta es parecida, pero no igual. ¿En aquel momento, vos hubieses parado?

MR: Si, yo fui parte de la decisión, si, sin dudas. Tomamos la decisión entre todos, como siempre sucedía. Y nada, fue parte de lo que elegimos todos considerando la salud de la historia y la salud propia de cada uno.

RNB: Me la dejaste picando, dijiste “no sé si vuelven”, porque obviamente no depende de vos sólo…

MR: No depende de mí y la verdad es que no lo sé tampoco, no nos hemos juntado a charlar de nada sobre eso…

RNB: ¿Pero a vos en lo personal te darían ganas?  

MR: No se todavía, habría que ver, hoy estoy muy cómodo con lo que estoy haciendo y la verdad es que a veces me pasa que ponerme a pensar en eso es en vano y sumarme cargas que no quiero tener. Me parece que todo es a su justo tiempo y lo que suceda va a ir viéndose y analizándose para tener el respeto necesario para la historia.