En cualquier ámbito de la vida (incluidas las bandas), la búsqueda por consolidar una identidad suele tornarse en una empresa exigida y que conlleva una gran cuota de conocimiento interior. Lo sinuoso del camino podría atemorizar a los valientes y hacerles replantear sus decisiones y hasta si de verdad se hallan preparados para afrontar tal desafío. Pero al final, lo arduo siempre ese convierte en satisfactorio a la hora de reclamar el premio. Finnegans asegura haber encontrado esa identidad, tanto arriba como abajo del escenario.
RNB: “Campos de Sed” pareciera tornarse más atmosférico y punzante, a comparación de su anterior disco “Los Fuertes”. Estos nuevos condimentos rockeros, ¿cómo repercuten en ustedes como banda?
Niki: Cada disco representa un presente. Hoy por hoy, “Campos de Sed” nos identifica más como personas y como músicos; nos trae la diferencia de sentirnos plenos y cómodos al momento de presentarlo en vivo. Todo el tiempo buscamos renovarnos y reinventarnos, por eso es que creemos que este segundo disco nos trajo una identidad que llevábamos a espaldas y que hoy, se convirtió en nuestra fachada. Nuestra meta como artistas es buscar originalidad y personalidad dentro de un mundo donde ya “todo está inventado”.
RNB: ya consolidada esta identidad, ¿cuál podría ser el próximo gran paso para Finnegans?
Niki: El próximo gran paso está formado por pequeños pasos: objetivos a corto plazo que son los que, de alguna manera, te forman en el camino y los que te dejan seguir con los pies sobre la tierra. Por el momento, seguir consolidando esta identidad en cada presentación.
RNB: Parte de la identidad de Finnegans proviene del hecho de contar con una vocalista femenina. ¿Qué opinan sobre el rol de las mujeres dentro del underground?
Niki: El presente de las bandas emergentes trae a las mujeres muy al frente y eso nos gusta mucho, pero a su vez es un desafío para mí. Como vocalista de Finnegans, pretendo ser mucho más que solo cantante. Nos gusta generar ambientes con visuales e iluminación, para que cada show sea distinto. También nos interesa que haya una interpretación más teatral; más de inframundo, fantasía y hasta que roce la ambigüedad. Por eso uso diferentes maquillajes artísticos: para generar algo que todavía no se bien qué es pero que, sin ningún lugar a dudas, pretendo que sea algo distinto.
RNB: De cara a un tercer disco, ¿volverían a repetir el modo de composición de “Campos de Sed” o también se reinventarían en ese aspecto?
Niki: Componerlo fue un proceso enérgico, pero en equipo y que nos llevó todo un verano de encerrarnos en la sala. La ansiedad nos mata, o mejor dicho, nos alimenta y es así que ya planificamos la manera de componer nuestro tercer disco. Sin saber qué va a salir de nuestras cabezas en materia compositiva, pretendemos hacer un viaje adónde el aire sea distinto; dónde podamos experimentar más allá de las cuatro paredes de nuestra sala. Queremos buscar un lugar que nos desconecte.
RNB: ¿Cuál es su apuesta de para cerrar el 2016?
Niki: Estamos preparando un gran despliegue artístico para fin de año, equiparado al peso que tuvo la presentación oficial de Campos de Sed. En sí, el plan para lo que resta del año es seguir tocando; seguir presentando este disco que tiene mucho para mostrar todavía y en diferentes formas. En diciembre, les espera un show que pretende ser… mucho más que un show.
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