Voces

Científicos del Palo: “El estudio es como una granja de rehabilitación, pero al revés”

El trío de Mar del Plata está a punto de lanzar el primer volumen de una trilogía llamada "Justicialista" y, para darle la bienvenida, tocará en Uniclub.

Científicos del Palo toca en Uniclub el próximo sábado 16 de septiembre. A cuatro cuadras del recinto y a varios días del show, los tres integrantes se acomodan en Tano Cabrón para una extensa jornada de prensa. Las horas de ruta desde su Mar del Plata natal los fortalece y fue uno de los puntos más positivos de la Gira Acústica Bonaerense, cuentan. Y así llegan los tres en una misma camioneta conducida por Sebastián Quintanilla, baterista, desde su casa y en menos de cinco minutos, ya están sentados respondiendo preguntas. “Hay mucho esfuerzo acá pero para hacer lo que a nosotros nos gusta”, comentan.

Rock And Ball: Se viene un Uniclub que no será la presentación del disco aunque ya esté en la calle. No son la primera banda que espera varios meses para presentarlo oficialmente, ¿influye la situación económica a la hora de los movimientos que hace la banda?

Pepo San Martín: A pesar del momento económico nefasto, no fue por eso. Fue una decisión para probar otro tipo de cosas y que la presentación de Capital Federal no sea la primera, eso va ser el año que viene. Este show se nos ocurrió para darle la bienvenida porque va a ser el primero con el disco en la calle, pero es para hacer algo diferente. Después presentarlo en octubre en todo el país y cuando estemos pegando la vuelta, presentarlo en Capital.

RNB: ¿Lo hacen también para no pegarse a la lista del disco entero que come un montón de temas?

PSM: Si. Está bueno porque sería el sexto disco, temas hay miles y en esta oportunidad solo tocaremos cinco temas nuevos de doce totales. Los otros los vamos a guardar para el show de presentación.

RNB: ¿Qué se viene con el primero de Justicialista?

PSM: Es el primero de una trilogía así que es como sacar un disco normal. Son canciones que hicimos ni bien sacamos “EMMA”. A los dos meses, ya tenía 12 canciones más. La idea era hacerlo más rápido todavía entre disco y disco, pero después nos dimos cuenta de que era demasiado veloz. La única diferencia entre “Justicialista” y los discos anteriores es que tuvimos mucho tiempo para grabarlo. Antes íbamos a estudios muy buenos, pero con muy poco tiempo porque eran caros. Esta vez, Manu Quieto de La Mancha de Rolando nos hizo un super precio para ir a El Torito y podíamos grabar a las 5 de la mañana si queríamos. Estuvimos cinco días, pero con jornadas de 24 horas, parábamos para dormir un rato nada más. Lo grabó nuestro sonidista, grabamos las voces en un estudio de Mar del Plata y después lo mezcló Facundo Rodríguez, que hizo discos de Divididos y Marcela Morello, una de mis ídolas (risas).

RNB: ¿Se nota esa esencia de la grabación en el disco?

PSM: Lo tomamos en un contexto de amistad y joda, a pesar de estar trabajando, estábamos rodeados de amor. El audio es muy serio. El próximo disco, el segundo de la trilogía, es algo que queríamos hacer hace mucho que es como un disco en vivo, con temas que ya hicimos, pero intervenido en el estudio. Habrá temas de varios shows y después vamos a seguir grabando en estudio.

RNB: ¿Será apuntado a canciones viejas?

PSM: Totalmente.  La trilogía la habíamos pensado como presente, pasado y futuro. “Justicialista” es el presente, el segundo sería el pasado y el tercero planteará cosas nuevas en la obra. Pero si, el segundo disco será en vivo con las canciones de los primeros discos que están tocadas como el orto o grabadas con menos condiciones técnicas. Es una reversión con el condimento de que estará la gente y que después lo llevaremos al estudio. Es una cosa medio psicodélica que veremos cómo nos sale. (risas)

RNB: ¿Al ser de Mar del Plata apuran esos procesos de grabación?

PSM: Antes nos pasaba eso. La presión de la guita es lo que siempre te agobia porque vas a Romaphonic cinco días y es mucha plata. El anterior lo grabamos en ION, que es un estudio que queríamos conocer, pero estuvimos tres jornadas de diez horas, como mucho. Vos entrás a la mañana y entre que prendés la consola y todo, el tiempo neto de grabación son cinco o seis horas. Si en la primera jornada no metiste la cantidad de temas que esperabas, empezaba a jugar una cosa psicológica y no queríamos pasar por eso. Están buenísimas las jornadas de estudio, pero te hacen tocar más rígido y nervioso y lo menos que queríamos era eso.

Popete Andere: Primero grabamos las baterías, después el bajo o a veces los tres juntos para tener la base más sólida. Él capaz que se iba un rato a jugar a la pelota o tomarse una birra mientras nosotros hacíamos tres tomas más. Yo terminaba de grabar el bajo y me ponía a hacer un guiso mientras grababan las violas. Siempre había una rutina de laburo, pero totalmente distendida. Por ahí a él se le ocurría a la una y media de la mañana, cuando ya estaba cerrado un tema, ponerle una acústica más y se metía ahí.

RNB: Son las ventajas que tienen “internarse” ahí…

PSM: Es como una granja de rehabilitación, pero al revés y con escabio.

PA: Nos bajamos una caja de fernet y dos cajones de birra en cinco días.

PSM: Más allá de eso, que fue emocionante, no había apuro y eso es excelente.

PA: Podías hacer lo que vos querías hacer y encima sin presiones. A la hora de tocar se nota porque estaba nervioso en tal tema y no me salía, iba a tomarme dos copetines y me salía. (risas)

Desde sus primeros discos, los mensajes políticos en las canciones de Científicos del Palo fueron bastantes claros y la salida de La Histeria Argentina” fue la consolidación de esos mensajes que querían plasmar. Ante un gobierno opositor a su ideología, conocen el deseo de su público pero están lejos de hacerlo por pedido. “Nuestra reacción automática al gobierno fue Ceilán”, explicaron.

RNB:  En cuanto a la lírica, al ser una banda con muchas letras políticas, ¿sienten que la gente está esperando sus canciones más que de otras bandas?

PSM: Sabemos lo que están esperando así que hacemos otra cosa. Terminás haciendo canciones a pedido y es un peligro.

PA: Predecibles del palo…

PSM: Justicialista” es el disco menos contenido ideológico de la trilogía, pero también hay críticas a lo anti peronista y conservadora que es nuestra ciudad. Hay muchos condimentos justicialistas porque está Maradona que es un personaje contradictorio, pero es anti imperialista y lo admiramos porque está en una postura coherente con respecto a eso y no tendría por que. Los futbolistas casi no se meten en el tema. Esos guiños estarán como un tema dedicado a Lennon porque era el más zurdo de The Beatles y el más peronista. Nuestra reacción automática al gobierno fue Ceilán, que lo sacamos hace como un año.

RNB: ¿Pero sentís alguna presión a la hora de escribir?

PSM: No porque suelen esperar lo mismo, la gran mayoría. Si te subís al “Hagamos esto porque la gente espera”, se podría trabajar de otra cosa si querés hacer lo que la gente te pide. Te ponés una pizzería, te piden una de morrones y le pones morrones. La gracia acá es hacer lo que uno quiere. Ser músico tiene mucho que ver con trabajar poco en el sentido estricto del término de evitar el esfuerzo con respecto a lo que la sociedad te impone. Hay mucho esfuerzo porque nos subimos a una camioneta y viajamos miles de kilómetros, pero para hacer lo que a nosotros nos gusta. Me pone bastante de mal humor que me digan lo que tengo que hacer, así sea mi hijo. Tratamos de que la gente se adapte a lo que nos hace feliz a nosotros. Es muy egoísta, pero es así.

RNB: ¿Les pasó con algún tema que les insistían para tocarlo y ustedes no querían saber nada?

PSM: Si. Por ejemplo, cuando salió “La Histeria Argentina”, que fue un disco que nos íbamos al descenso y nos salvó la vida. Empezó a aparecer una horda de militantes con muy buena leche que iban a cantar la marcha y a pedir “El Retorno del Estado”. Ahí se nota un poco a que vos cedes a eso, un día te piden “El Retorno” y al otro día una de Valeria Lynch. No podés ceder a eso porque te convertís en un esclavo. Ahí hubo que ortivarse y fue como cuando Perón echó a los montoneros (risas). No pueden cantar la marcha cada seis segundos, es engorroso. Ya casi no pasa y si pasa una vez, bienvenido sea…

RNB: No es lo mismo que se cante la marcha una vez en una hora y media que seis veces…

PSM: Hubo momentos de euforia que fueron nuestros momentos de mayor convocatoria, crecía y crecía, pero era todo “¡Perón, Perón!” y tuvimos que pedir que paren un poco. El artista no es un chabón enteramente normal…

RNB: Realizaron una gira acústica bonaerense, ¿qué les aporta musicalmente desenchufarse?

PA: Bajarle la emoción de la distorsión y bajarle la parafernalia eléctrico, la canción toma otra esencia y otro color. Queda la impronta de la canción como lo más importante y la gente la canta igual. La enseñanza también es que podemos viajar nosotros tres sin tener todo un staff atrás y que conocimos nuevos lugares.

Sebastian Quintanilla: Los shows son para poca gente y a la banda le hace bien la ruta. Se charla mucho en el viaje de cosas musicales y extra musicales. Te da escenario también porque Pepo la rema en el show porque está con la guitarra solari y unos efectos de voces que están buenísimos. Tenemos menos volumen arriba del escenario así que escuchamos más a la gente y se da más un dialogo.

RNB: ¿Ahí se da el espacio de cumplir el “Tocá tal cosa”?

PSM: De hecho, no porque son bastantes cobardes y están más expuestos.

PA: En Junín se identificaba a quien gritaba y quién no. (risas)

PSM: Es impresionante lo que pasa en algunos lugares. Fuimos a Benito Juárez por primera vez, un show tranquilo y todo bien. Al otro día fuimos a un centro cultural de Bahía Blanca que estaba hasta la verga y se produce una tensión grosa. Es muy groso ver lugares chicos muy llenos, siempre y cuando estén dadas las reglas de seguridad e higiene. Me gustaría ir a ver un músico que está tocando a un metro y medio y no hay fantasía, solo la guitarra acústica.

SQ: El 80% de los lugares donde tocamos en la gira son centros culturales autogestionados y tenían que ver con lugares que habían cerrado entonces flacos se organizaron en donde no tocaban bandas y armaron el lugar y nos estaban esperando. Eso también habla de la gira acústica y llegar a la gente de un poco más cerca.

RNB: Hace unos días, publicaron en sus redes sociales que los artistas que no se pronunciaban en contra del actual gobierno eran unos cobardes, ¿creen que el artista de derecha es una contradicción?

PSM: Si en uno de los momentos más grises de la historia de la democracia seguís hablando de chicas y el cosmos… El otro día veía a Francella que es un artista popular diciendo algo así como que hay que aprovechar la última oportunidad de Argentina y lo decís en el pico de desempleo y con represión. El otro día fuimos a tocar a Rojas, nos paró la policía y nos pidieron el documento a todos. Eso no me había pasado nunca y fue una sensación horrible en un procedimiento normal, ningún mierdeo. No es por paranoico, pero no me había pasado nunca.

PA: Incluso en Mar del Plata. El último verano revisaban a ver si tenías escabio mientras que en una playa privada de al lado llevabas lo que vos querías. No podés llevarte una latita de cerveza porque te hacen abrir la mochila y revisarte todo.

PSM: En resumen, es eso. Hace muchos años un periodista de TN que tenía miedo porque lo increpaban en la calle. En su momento me parecía irrisorio que decían que no podías opinar diferente al gobierno y nunca pasó nada. El simbolismo de este gobierno es que no te podés hacer mucho el pelotudo. Hay una tensión latente que no es un estado derecho normal. No quiero salir como esta imbécil de decir que estamos en una dictadura, pero estamos en una situación compleja y el arte, por lo menos como lo veo yo, tiene que ser la herramienta para amplificarlo.

RNB: ¿Qué tan lejos creen que está esta Argentina de la que participaron de un acto patrio en Plaza de Mayo?

PSM: Son gobiernos de derecha y tienen otros patrones. Lo que es exasperante el nivel de ineptitud y la negligencia, pero bueno. Los actos patrios se han convertido en osas anti populares, pero es básicamente porque hay un cambio de paradigma y algunos se deben poner contentos. Lo que le molesta a la clase media es ver al pueblo en la calle porque hay arboles meados y cartones de vino. El temor al negro es así. Nosotros le venimos pegando a la clase media desde que somos niños si bien nuestros primeros no eran tan explícitamente peronistas, pero si contra la clase media.

RNB: Pepo, siendo hincha, ¿te molesta aún más que Macri haya comenzado políticamente en Boca?

PSM: Nah. Tocó que sea hincha de Boca y es un empresario que llevó un modelo. Básicamente lo que hacen es sacarle el contenido popular para convertirlo en una empresa que empezó a dar superávit. Es un concepto muy gringo de transformar un club de barrio en una franquicia de la NBA. También tuvo la suerte de tener el mejor jugador de la historia…

Fotos de Héctor Palacios.