Lo que comenzó como un proyecto televisivo, se transformó en algo político. De querer contar una historia, la del club más chico de todos, Maximiliano Ambrosio pasó a formar parte de la misma. Hoy, a sus 41 años, es el presidente del humilde Club Atlético Atlas, que milita en la Primera D (hoy está 5°), y ansía lograr bajo su mandato el tan esperado ascenso del “Marrón“.
RNB: ¿Cuál fue tu primer contacto con el club?
MA: “Tenía el deseo de contar una historia del equipo de fútbol más débil, el peor de todos, que estaba desafiliado y buscaba renacer. Era como un cuento, que alguna tendría que tener un final feliz. Le propuse hacer el programa al, por entonces vicepresidente, Ricardo Canepa, quien me recibió en la secretaría del club, que era en su propia casa”.
RNB: ¿Eras hinchas de antes o te hiciste con los años que pasaron?
MA: “No era hincha, me fui haciendo. Conocía el equipo de seguirlo en los diarios. Me generaba empatía y cariño porque siempre estaba último, eso me llamó la atención”.
La idea del reality fue del propio Ambrosio, que llevó el piloto a Fox Sports, en mayo del 2005. Luego, propuso 13 capítulos del documental y arrancó en la temporada 2005/06, tras seis meses de trabajo y búsqueda del formato. Mientras, Atlas comenzó a formar el plantel profesional a través de esas numerosas pruebas de jugadores, ya que en la 2004/05 no había competido por haber perdido la categoría en la anterior temporada y se desarmó completamente. Todo ese proceso de armado fue retratado por las cámaras, que filmaron todo: desde las palabras del cuerpo técnico, hasta la vida de los jugadores. “Nunca tuve temor al enojo del jugador por la presencia de las cámaras dentro o fuera del vestuario. La idea era contar una historia, no ser chusmas, pero surgió una convivencia excelente“, dijo el flamante presidente.
RNB: ¿Y cómo se produjo tu llegada a la presidencia?
MA: “Atlas despertó pasión en mí, hizo que mi trabajo trascendiera de lo televisivo. Empecé a asumir responsabilidades, cada vez mayores, para que el club creciera a nivel social, económico o deportivo. Me metí más, gané la confianza de los dirigentes y me fueron proponiendo ser vocal, luego secretario y vice”.
RNB: Cuando arrancó el programa, ¿imaginabas que llegarías a ser la máxima autoridad de la institución?
MA: “No, para nada. Todo comenzó siendo a pulmón, y yo colaboraba para la grandeza de Atlas. Después de tres mandatos (9 años) consecutivos, Rolando Borosky dejó su cargo y llegué a la presidencia. Pasé de nada, una persona que quería hacer tele, a presidente hasta 2016″.
RNB: ¿Cuántas horas de tu vida le dedicas a Atlas?
MA: “De a poco le fui dando más horas al club, y hoy le dedico gran parte de mi vida se la dedico a Atlas. Y como los deseos aumentan, como fichar determinado jugador o alguna gestión para el club, involucro más tiempo y más esfuerzo. Pero mi mayor deseo es que se dé el ascenso en mi mandato. Damos todo por el ascenso. Los jugadores y cuerpo tecnicos de todos estos años merecen el ascenso, también el público que lo sigue en cancha y en TV”.
Pasaron ocho años desde que empezó el reality, y el club que fundó Ricardo Puga (la cancha lleva su nombre) ha cambiado mucho, y para bien. El Marrón se afianzó en la D, y en cada temporada es uno de los candidatos a pelear por el título. Además, mejoró muchísimo en la parte económica: cuenta con una gran variedad de sponsors y posee uno de los presupuestos más altos en la categoría. “No hay deudas, ni problemas monetarios con anteriores o actuales jugadores y entrenadores“, se enorgullece Maximiliano. En cuanto a lo social, el barrio Los Naranjos (del partido de General Rodríguez) se vio sorprendido con este crecimiento, ya que el estadio aumentó su capacidad casi a 1000 personas, mejoró el césped, las tribunas y el alambrado, . La cuente pendiente es el tan ansiado ascenso. “Cargamos con el mote del ‘equipo a vencer’ por todo lo que genera la televisión. Siempre logramos estar en los primeros puestos, incluso ganamos un reducido, en 2012, y perdimos la promoción por ventaja deportiva. Estuvimos a sólo un gol de ascender”, lamentó Ambrosio.
En tantos años de televisación, el programa “La Otra Pasión” mostró intimidades de jugadores y cuerpo técnicos. Por lo tanto, se dio a conocer un poco la relación interna que hay entre ellos. El presidente asegura que se forjaron amistades y grandes relaciones con todos los cuerpos técnicos y jugadores: “La gran experiencia que vivimos trasciende lo deportivo, por eso con anteriores DT como Néstor Retamar o Guillermo Szeszurak mantenemos un gran diálogo. En Atlas, priorizamos lo humano en nuestro fútbol”.
RNB: A la hora de contratar jugadores, ¿cómo hace Atlas?
MA: “Siempre escucho lo que sugieren y doy libertad a las contrataciones. En el último período de contrataciones, trajimos muchos juveniles de clubes de Primera, como Argentinos Juniors o Vélez, pero mantenemos a experimentados como el delantero Wilson Severino (máximo goleador del club) y César Rodríguez (volante, apodado “Rata”, que tiene abundantes rastas)”.
RNB: ¿El club tiene alguna ventaja o desventaja con respecto al resto de los clubes?
MA: “Tenemos buen dinero para la D, pero hacemos muchas pruebas para contratar lo mejor. No hay mercado de pases porque estamos en una liga amateur, donde no hay mejor postor ni más plata. Hay pactos de palabras y vínculos con otros clubes. El hecho de que sea amateur implica que no hace falta cumplir contratos, pero sí las palabras dadas y compromisos realizados”.
RNB: ¿La D creció realmente? ¿Se juega de otra manera?
MA: “La verdad que cambió el ascenso en los últimos años. Se ha profesionalizado mucho, el nivel de las canchas subió, la propuesta futbolística mejoró, y casualmente son esos los que están arriba de la tabla. Todavía existe el injustificado mito que en la D se pega mucho.
RNB: ¿Y un equipo de la D puede jugarle de igual a igual a uno de Primera?
MA: “Todavía no. La gran diferencia está en lo físico, y también en la diferencia de tiempo de trabajo en inferiores. La brecha se achicó y cada vez hay equipo más fuertes, espectaculos más interesantes, porque los clubes se han aliado y elevado su nivel deportivo e institucional”.
RNB: En la actualidad, Atlas no está peleando los primeros puestos, siendo un grande de la categoría. Si fuera Primera, ¿al DT ya lo habrías echado?
MA: “Nos manejamos de otra forma. Es cierto que los resultados no se le dieron como esperábamos, pero los procesos llevan tiempo y tenemos un gran entrenador como Daniel Zulaica, que conoce a cada jugador y equipo de la división. Es un enfermo obsesivo del trabajo, trabaja de manera desmedida y confíamos en él. La esperanza del ascenso sigue intacta“.
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