Siempre en ascenso, pero nunca olvidándose de qué lugar ocupan en la escena, sin marearse por el reconocimiento pero sumando cada vez más, Against se ha transformado en una de las bandas más importantes del heavy metal en los últimos años. Navegando entre lo podrido y lo melódico, esquivan las etiquetas y así suman más público con cada show.
Con la idea de editar un tercer disco este año que será sucesor de “Emerger”, el cuarteto integrado por Sebastián Radrizzani e Iván Monastirsky en guitarras y voces, Gustavo Radrizzani en batería y Federico Gervan en bajo, se prepara ahora para tocar en The Roxy el domingo 18 de marzo. Rock And Ball habló con Iván sobre la fecha, la necesidad de un cambio grande en la escena pesada y su experiencia como la primera banda argentina en tocar en el Wacken Open Air.
Rock And Ball: Armaron un show en el que la lista de temas la elige el público. ¿No es peligroso eso?
Iván Monastirsky: Tampoco es que tenemos tantos discos, tenemos dos así que quedaron como mucho cinco temas afuera. Esté bueno porque siempre tocamos en shows cortitos, sets de menos de una hora, en festivales, en esta zona, entonces la gente del interior que nos ve pocas veces al año ve un show completo, con prueba de sonido, con un montón de temas, pero la gente que nos ve acá, abriendo para Sepultura o en festivales de bandas amigas, o con Plan 4, termina llevándose un show más corto. Estuvo bueno para que la gente elija. Y como no existe un ranking en esto, está bueno como termómetro, para saber qué elige la gente. A ver cuáles son las que más quiere.
RNB: Igual tienen mucha versatilidad musical, temas más melódicos, otros más extremos…
IM: Nos gustan muchos estilos diferentes, tanto el público de la banda como cada uno de los integrantes. Yo escucho desde Led Zeppelin, Thin Lizzy, hasta Slayer, Cannibal Corpse o Stevie Ray Vaughan, entonces es cómo hacer para mechar eso… Algunos escuchamos grunge, otros punk y death metal. Entonces la propuesta es volcar todo lo que te gusta dentro de la banda, sin perder identidad. Puede ser un menjunje y no una ensalada. No debe ser lo que te sobró en la heladera. La idea es tampoco caer en un rejunte, un riesgo que corrés siempre, de que un tema parezca mitad death metal, mitad rock, tiene que haber cierta cosa equilibrada.
RNB: Con tantas influencias, ¿cómo es la tarea de meter todo lo que los representa en un disco?
IM: Es jodido, sobre todo cuando uno no se dedica plenamente a la música, tenemos que laburar de otras cosas, lamentablemente, porque esto no da de comer todavía. Sí da cerveza y asado, así que vamos por buen camino, pero no da todo lo demás así que cuesta mucho más, pero después de nueve años de banda se fue dando una química interesante, el público lo acepta bien, así que se ve que esta mezcla de estilos y gustos fue fructífera. No nos encasillamos en un género y tampoco perdimos identidad como banda. Sonamos y nos reconocés.
RNB: Siempre se habla de las bandas de metal como sobrevivientes porque es difícil vivir de la música. ¿Cómo lo ven ustedes?
IM: Vos vas a cualquier parte del país y tenés folclore, cumbia y heavy metal. A donde vayas. Tenés las tres cosas. Entonces, por un lado sabemos que la música pesada es un género que se volvió popular. Pero el problema es que el grueso de la gente que escucha heavy metal es de clase baja o media baja. Entonces es gente que va a shows todos los fines de semana, y los shows son caros ahora. Tenés tantas bandas y tanta competencia internacional, que es complicado. Porque en la cumbia, ¿quiénes compiten a gran escala? Vas al rock y tampoco vienen muchos artistas de afuera. Pero en el metal viene Metallica, Ozzy, Sepultura, Judas Priest, el nivel de competencia es muy alto. Entonces las bandas vemos que cuesta agarrar algo. El que va a ver Abel Pintos va una vez por año a recitales, el público metalero va todos los fines de semana a ver bandas porque es su vida. Es muy complicado poder nuclear un género tan masivo, que llena estadios, y que sea algo equilibrado. No da la guita ni el tiempo y el nivel de competencia es super alto. En Argentina tenés a Malón tocando, Animal, Almafuerte hasta hace poco pero ahora el Tano Marciello y Iorio siguen por su cuenta, Rata Blanca, Horcas, entre otros número uno, entonces es muy jodido meter gente. Por suerte nos va bien, económicamente se sustenta a sí misma, aunque no vivimos de esto, ya es un paso gigante.
RNB: El año pasado estuvieron en el Wacken Open Air, uno de los festivales más importantes del mundo para el heavy metal. ¿Cómo fue la experiencia?
IM: Yo tenía 12 años y compraba la Metal Hammer, leía las reviews de los shows en el Wacken y decía ‘¿qué mierda es Wacken?’. Desde ese tiempo, mi sueño era ir como espectador al festival. Quise ir y había conseguido entradas, y estaba organizando todo, pero le dije a mi familia que no iba a ir porque el año que viene íbamos a tocar ahí con Against. Super seguro de eso, pero nadie nos había invitado. Al año siguiente anoto a la banda en un concurso que hay, y en el medio nuestro manager nos consigue una fecha para ese mes y yo vuelvo a insistir que ese mes íbamos a estar en el Wacken. Hay que estar seguro, sí estás seguro de lo que querés, es más probable que las cosas sucedan. ¡Y se terminó dando! Estar allá fue increíble, 100.000 personas, cuatro días llenos. Está tocando una banda de black metal satánico y después sube una de black metal cristiano al mismo escenario. Hay vikingos y gente de color. Todo se llevan bien. Bandas extremas con algunas glamorosas de pelos batidos. Bandas under y grosas. Tocamos en una carpa para diez mil personas. Y hacían mosh, saltaban, había banderas de Argentina y de Uruguay haciéndonos el aguante. Todo fue genial desde que llegamos al aeropuerto. El policía que nos atendió ahí nos preguntó si éramos músicos y le dijimos que íbamos a tocar en el festival, se copó con la banda y nos buscó en Spotify y pasó nuestros temas por los parlantes, al palo. Esas cosas son increíbles. Allá te abren las puertas una vez que ya tocaste, te tienen que seleccionar de nuevo, obviamente y tiene que pasar un año en el medio, no podés tocar dos años seguidos, sean Iron Maiden o la más under de la grilla. Siempre es un cartel diferente. Me gustaría ir a tocar allá cada vez que se pueda, desde ahora hasta que seamos cadáveres!
RNB: Más allá de la experiencia, ¿se puede aprender algo de esos eventos?
IM: Entendieron que lo que importa es el género y por eso le disputan el mercado a otros géneros. Porque entendieron que hay que estar unidos y no en la gilada de ‘yo toco death metal entonces lo que vos hacés es una cagada’. Lo tratamos de reproducir en nuestros shows. Aprendimos que, como vamos a hacer en este show, hay que unir al género invitando a otros sub-géneros: en el show del 17 vamos a tener bandas de folk metal, una de thrash y otra de metal clásico. Una banda de Mar del Plata, otras de Capital, que se movilice todo y de todos lados.
RNB: Tras la fecha del Roxy, participan de un festival con un objetivo de comunión entre estilos, acá en Buenos Aires el 27 de abril.
IM: Si, es la idea del festival, mezlcar la movida histórica con la emergente nueva, con bandas de diferentes estilos. La producción eligió eso y es un ejemplo de un cambio grande que se está dando. Tocamos con Horcas, el Tano Marciello, Avernal, No Guerra y Trasmutar y va a estar bueno. Principalmente porque acá hubo 15 años de orfandad entre el under y las bandas consagradas, y poco a poco se va uniendo. Nosotros siempre tratamos de unir los dos ámbitos, y ahora los productores por suerte están en la misma. No todos pero gran parte sí y eso quiere decir que va haber un cambio generacional que estaba cortada, porque en los últimos 15 años, ¿cuántas bandas que eran under pasaron a ser mainstream? La única podría ser Plan 4, pero ya venía de Raíz. Mastifal venía de antes, y no queda ninguna. Y eso es un error de las producciones quizás. No se puede dejar una escena sin que aparezca nada nuevo, o que se haga masivo mejor dicho, porque bandas surgen todos los días. Estás matando la cultura pesada. Nosotros siempre quisimos romper con eso.
RNB: ¿Y como se evita esa muerte?
IM: Cuesta un montón porque, vamos a ser claros, los encargados de generar esa continuidad generacional en el palo, que son los productores, no lo solían hacer. Te pedían rendir entradas. Y vos terminabas siendo financista de algo de lo que no eras partícipe en las ganancias. Algo inédito. Porque es una inversión de alguna manera. Es el único rubro en el sistema capitalista en el que financias y otro se lleva la ganancia. En otros países te preguntan si es verdad que acá se paga para tocar, porque en todos los lugares afuera de Argentina a los que fuimos, no pasa. Las bandas grandes del exterior siempre pagan a las bandas soporte. Después del Wacken fuimos al país vasco a tocar a una casa tomada a tocar para quince personas. No un show super preparado y con los peores equipos del mundo. Pero nos pagaron, nos dieron de comer y de tomar y para dormir. Está bueno que estos eventos se hagan, donde las bandas no rinden entradas. Todos contribuyen, si las cosas salen bien todos se llevan su parte, las bandas más consagradas recibirán su cachet, además de los gastos. Y eso es un cambio de mentalidad, no solo de las bandas que se dejen meter la mano en el bolsillo, algo que no culpo porque cuando tenés una banda querés tocar, pero que no se aprovechen de vos, y también que cambie la cabeza de los productores, de los empresarios. Ese es el verdadero cambio que necesita la escena.
RNB: ¿Para cuando el tercer disco de Against?
IM: Para mitad de año, julio o agosto, va a salir el disco nuevo. Para mayo tendremos algún adelanto, y para fin de año haremos una presentación especial del álbum. El disco lo vamos a grabar lo más profesional posible. Que tenga un sonido 2018, vamos a decir. Vamos a invertir plata en el sonido, el estudio, y estos shows también sirven para ahorrar. Así que los que compren la entrada estarán aportando para el disco. Habrá varios video clips, una producción seria. Hay varios temas que hay que ajustar. Esto es como tener un hijo pero vos elegís cómo querés que salga. El sonido va a ser similar a lo que venimos haciendo, el estilo no cambia, haremos canciones centradas en un riff bien marcado bien terareable, estribillos coreables, armonías de dos violas, los tìpicos breakdowns grooveros, bien “panterosos”. Lo melódico más melódico y lo extremo cada vez más extremo, así que un poco de todo. Vamos a hacer en castellano pero vamos a hacer un par de cosas en inglés para Brasil y lo que nos pasó en Europa, que ese mercado se abrió y hay que mantener el mercado brasilero que es gigante y cerca nuestro, y el que inició allá. Más prensa que tocar en el Wacken, no existe. Y encima con letra “A”, estábamos casi primeros siempre, es un buen consejo para las bandas, busquen nombres con la letra “A”.
Comentarios