Después de la sorpresa y aire fresco para la escena que significó “Venganza Primavera” y de la ‘furia contra el mundo’ de “Siglo Pánico”, Sueño de Pescado bajo unas cuantas revoluciones y regala su disco más equilibrado, prolijo, mejor logrado y más introspectivo hasta la fecha.
“Sangre en tus Luces”, el tercer disco de la banda platense en igual cantidad de años, viene a confirmarlos como uno de los “pesos pesados” del Under nacional, ese lugar que abandonarán en convocatoria dentro de pocos días, cuando el 7 de octubre revienten el Malvinas Argentinas, como parece que sucederá.
Sueño no pierde el as de espadas que significan las letras de Manuel Rodríguez. Sensibles, directas, con la épica justa y necesaria como para lograr conmover hasta los cimientos al cardúmen. Sin embargo, en este disco, la lírica vira su sentido: así como en los anteriores dos discos, “Sueño…” parece gritarle al mundo sus verdades, odios, esperanzas y anhelos de revanchas, en “Sangre en tus Luces” la banda parece ponerse mucho más introspectiva y reflexiva e incluso más “light”. El disco parece ser dos en uno: es uno hasta “Ojos Ventanal” es uno más emparentado con el sonido ya conocido, aunque más trabajado y brilloso, pero a partir de “Ojos…” la banda regala unos cuántos temas en los que experimenta por nuevos caminos, hecha mano a herramientas que no venía utilizando y se pone más sensible que de costumbre.
Tema por tema
En el arranque, en “Mil pasos”, parece que no habrá sorpresas, Manu, al mando de una banda que está al palo, grazna: “Cada ruta enseña lo que sos y lo que fuiste”, en una frase en clave épica, tan a la medida de “Sueño de pescado”. “Nube Negra” y “Fantasmas” (Abrazas a la gente que carga tus mismos fantasmas) siguen en la misma clave, pero ya se escucha desde el primer acorde desde el primer tema una mejora notable en cuanto al brillo del sonido.
En “Estrellas muertas” los teclados y sintetizadores empiezan a ganar terreno y matizan muy bien, introduciendo un nuevo elemento al que SDP echó mano en este disco. Es una lírica en primera persona, en la que Manu habla, a corazón abierto del éxito o su idea de éxito y termina denunciando, como una cuestión de principios: “Los caminos de la vida me enseñaron, recordar de dónde vengo/El abismo y la caída son amigos/hace rato que los quiero” y reafirma “para llegar al sol/tuve que andar por el subsuelo/ de un infierno frío y marginal”.
“Sombras” es quizás el tema más parecido a lo que SDP venía haciendo en sus dos discos anteriores. Y, es en este track, donde se notan las diferencias de sonido, porque la banda no se corre del eje que venía sosteniendo, pero la mejora es inocultable. “La espera” y “Cámara Oculta” (uno de los adelantos) siguen ese camino: “En cada vaso fuiste ahogando toda tristeza y vas a andar”, canta Manu, antes de arremeter con un estribillo auténtico y poderoso.
A partir de “Ojos Ventanal”, una baladita en clave country, Sueño… hace gala de recursos que hasta ahora no se le conocían o que no había usado hasta acá. Además, vuelve a afirmar que Manuel Rodríguez escupe unas letras que dejan tecleando. En “Ojos…”, Manu canta con toda la ternura de la que es capaz: “Sos tiempo y sos cornisa/sos calma y temporal/sos luz para este torpe/que bebe oscuridad” o en “Vuelvo”, un mid tempo con un arranque ‘tranqui’ que explota en el estribillo y que, de fondo, deja sonar unos sintetizadores que matizan. Pero quizás, donde más se nota el cambio y la escencia al mismo tiempo es en el tema “Sueño por Sueño”, una bien cancionera que pide fogón a los gritos y que apunta a convertirse en un “hit” dentro de este nuevo trabajo de los SDP, es muy cálida y agradable que canta, sin tapizar, una de las mejores frases del disco: “A veces me parece que mi pecho va a explotar/La fuerza de tu voz está encendida/no existe sintonía, melodía, ni disfraz/Será mi corazón en carne viva”, para cerrar el disco con “Sangre en tus Luces”, más emparentada con el sonido de los primeros dos discos y con la renovada polenta que le imprime la banda en este disco.
Conclusión
El sonido general es más limpio y brilloso, la voz de Manu nunca estuvo mejor trabajada y Sueño hasta se anima a coquetear con sonidos desconocidos, pero sin perder la agresividad de las violas, el volumen de su sonido baja un poco, pero no está en discusión el “corazón y pura escencia” que los “empujo hasta este lugar”.
A lo largo de 11 tracks, la banda hace notas ese “trabajo extra” que hicieron en post producir violas, voces y demás. La estética de “Sangre en tus Luces” está anclada en el espíritu comic, según se pudo ver. El disco promete ser un buen punto de equilibrio entre lo que fue y lo que vendrá que, con “Sueño de Pescado” sólo tiene dos certezas: será pronto y no se sabe para dónde saldrá disparado. Por ahora, la banda no pierde la capacidad de las tres “er”: Componer, sorprender y crecer.
Temas claves: Estrellas Muertas, Ojos Ventanal, Sueño por Sueño
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