Rock

En ‘Tsunami’ el Indio navega por sus aguas más profundas

Con la ansiedad, curiosidad y revuelo que provoca cada noticia sobre Carlos Alberto “Indio” Solari, así, casi sin poder controlar mucho los factores internos como externos, se esperó las 10 am de este 10 de octubre. El documental del Indio se daba a conocer, y el tsunami en los corazones comenzó a aparecer.

Indio
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Un registro dirigido por Julio Leiva y Maximiliano Díaz, con la producción de Vorterix, de una hora y media de duración, muestra al Indio Solari como nunca lo vimos. Grabado el 12 de marzo en su último show histórico de Tandil, por primera vez en un mano a mano con Mario Pergolini.

“El Charro Chino” y los fundamentalistas en acción en un espacio que parecía ser un ensayo lo más distendido y estructurado a la vez dan el puntapié inicial. Las palabras claves de Julio Saéz, manager del Indio Solari: “Nos pareció bueno, después del último show de Mendoza, volver a la fuente”, acompañaron las imágenes del armado del show previsto para 200 mil personas con un escenario de 80 metros de largo por 18 metros de alto y 200 personas trabajando. Y así fue que volvieron a Tandil, la ciudad del rock.

Una hora y media que se van intercalando entrevista con partes del show y opiniones de los músicos, van haciendo al documental cada vez más entretenido. Poder ver tan de cerca la esencia, la admiración y el disfrute de todos, es algo que seguramente, ningún fanático se lo imaginaba.

“Las cartas que recibo son dementes porque depositan en uno, en las líricas que hace uno, las partes más dolientes de sus vidas. Te ayudan a vivir… Sos más boludo si no aprovechas la oportunidad de ser más honesto”. Una frase tan cruda como real, tan responsable como comprometedora y tan real como las emociones que provoca en sus fanáticos. Indio al hablar de su público no tiene más que palabras de agradecimiento y admiración.

Sin poder entender porque es el “Indio Solari” y la gente lo quiere tanto, teniendo en claro que lo que hace conmueve y responsabilizándose por eso, se produce un silencio y con un ¡Salud! junto con un vaso de whisky en su mano, da paso a Martin Carrizo, director musical y baterista, quien menciona cómo se comienza con el armado de un show de tal magnitud.

Y el momento de hablar de su enfermad llegó, y hablando en un tono muy relajado pero con mucha curiosidad a la vez, comentó  que está medicado hace un tiempo, que su enfermedad se le manifiesta a través de la rigidez y que el solo se dio cuenta de lo que estaba padeciendo por los cambios que iba notando en los quehaceres diarios. Con énfasis resaltó que él se aferra a la vida y que quiere vivir todo lo que más puede.

Grabar en Abbey Road fue otro gran logro y aventura dentro de la historia de Carlos Alberto Solari y de los músicos, técnicos e ingenieros que colaboraron en este proceso.

Indio está constantemente en actividad, se encuentra haciendo un libro de memorias, escribiendo su propio libro, grabando su nuevo disco y bosquejando el próximo. Parece que hay Indio Solari para rato, que a la enfermedad que les pisa los talones no le va a ser nada fácil pararlo, porque así es la vida, hay que dar pelea a todo, y Carlos es un claro ejemplo de eso.

El momento en que sus músicos hablan sobre la admiración, la presión y el aprendizaje constante al lado de semejante emblema musical a nivel nacional e internacional, y sobre todo lo que genera y conmueve el público en cada show, le da al documental el plus que le faltaba para ser completo.

“¿Entendes cuando la gente dice “Solo te pido que se vuelvan a juntar”?” Preguntó Mario Pergolini, y Carlos en un tono más que serio, y con una cara que no pudo evitar transformarse, respondió “Si, pero no estuvieron en la intimidad… Para mí fue traición, no hay forma que volvamos a hablar”. Este fue el momento tenso de la entrevista, y triste para muchos que aún tienen la esperanza de que Los Redondos se vuelvan a juntar. ¡UNA GRAN BANDA! Mencionó y con un silencio que decía más que mil palabras, finalizó la pregunta, tal vez, más incómoda de la entrevista.

Tópicos como la enfermedad que está padeciendo, el no entender el fenómeno que el mismo causa, su público, la realización de un libro de memorias, la redacción de su libro, la grabación de su nuevo disco y bosquejo del próximo, la admiración por David Bowie, los fundamentalistas y el formar parte de una banda que conmueve multitudes, la base de Cerati, los discos de Spinetta, la eterna pelea con Skay pero también la admiración hacia sus solos de guitarra, el tocar en un lugar chico y el cierre de sus shows. Todo esto y más, se puede ver en “Tsunami, un océano de gente”.

Cada canción en el momento que tiene que sonar, cada pregunta en su lugar, cada imagen en el lugar correcto, y un Indio con la 10 en la espalda y un equipo como el de Argentina en el 86, gambetea a todos y define como el Diego ante esta propuesta que le realizó Pergolini y todo su equipo, que como el del Indio, supo sortear todos los obstáculos y mostrarte al ícono más importante del Rock Nacional como nunca lo viste. “¿Y si mañana es el último concierto?” “Bueno, festejemos, festejemos” “¿Será?” “No, no. Vas a ver mañana”. Y sí, como sin la mano de dios de Maradona ante Inglaterra no hay Mundial 86; bueno, sin Carlos Alberto “Indio” Solari, no hay rock nacional.