Un sábado soleado, ideal para una última reunión al aire libre. Son las cinco de la tarde del 30 de diciembre en el centro porteño. Grupos de amigos, familias con niños y gente mayor, todos caminando por la avenida 9 de Julio y doblando en dirección a Diagonal Norte que tenía un vallado cortando el tránsito.

Estas personas tenían dos características en común: todos tenían alguna prenda de una banda de rock nacional. Obviamente, habían dos agrupaciones que resaltaban en las remeras, pilosos, banderas y riñoneras de la gente y eran Callejeros y Don Osvaldo. La segunda era que todos caminaban en la misma dirección hacia el escenario montado en la esquina Diagonal Norte y Maipú.

Mientras más se acercaba uno al escenario, más se sentían el aroma de las parrillas, aparecían manteros vendiendo ropa de bandas y más resonaba en los oídos la música de los parlantes mientras flameaban las banderas. La multitud se congregó en ese rincón de la Ciudad de Buenos Aires con una razón, homenajear como todos los años a las víctimas de la tragedia de Cromañón en el 19° aniversario de la tragedia no natural más grande de la historia argentina.

El acto homenaje encabezado por la agrupación No Nos Cuenten Cromañón comenzó alrededor de las 17:30. La premisa principal del acto con bloques musicales se mantuvo presente desde el primer minuto: “Esto no es un recital, no es un show, no es un festival. Esto es un acto de memoria en homenaje a los pibes y las pibas de cromañón por y para los y las sobrevivientes”. Luego de la proyección de los nombres de las víctimas de la tragedia, tomaron la palabra en el escenario los sobrevivientes, familiares y las nuevas generaciones que militan desde la empatía por la causa. “En 19 años no nos dejamos influenciar, tentar ni comprar por nada ni por nadie” remarcó Javier García, sobreviviente e integrante de la agrupación.

Mientras más gente se seguía acercando al punto de encuentro, Peligrosos Inocentes puso un poco de música en vivo con cuatro canciones. Luego, dio paso en el escenario a las demás organizaciones invitadas, Coordinadora Cromañón, Ni Olvido Ni Perdón y El Camino es Cultural, para celebrar la aprobación de la Ley que convierte a Cromañón en un espacio de memoria. Sin embargo, reconocieron el arduo trabajo que significó lograr que salga la ley y remarcaron el rol de Vilma Ibarra (ex secretaria de Legal y Técnica del gobierno de Alberto Fernández y hermana del ex jefe de gobierno porteño Anibal Ibarra) para atrasar el tratamiento en el Congreso.

Después fue el turno de otro sobreviviente, Martín Martínez, quien subió al escenario con su nuevo proyecto Tango&Roll para tocar algunos cover de Ojos Locos, clásicos y “Fantasía y Realidad” de Callejeros. “Estos son los mismos pibes que hace 19 años le ponen el pecho a esto así que gracias por estar”, agradeció el vocalista.

Con un bloque musical de por medio de Wayra Iglesias para poner rock y blues en la tarde porteña, NNCC habló sobre dos programas que impulsan desde la agrupación. Por un lado, el programa educativo de charlas en escuelas donde acercan la historia a chicos que no la conocen y erradican viejos mitos y fake news que todavía persisten. Por otro lado, el programa “Desde adentro” para ayudar en la contención psicológica de los sobrevivientes y familiares, que pueden acceder de forma anónima y gratuita.

Llegando a las ocho de la noche, la multitud continuaba tres cuadras en dirección a la 9 de julio y el equipo de prevención comenzó a correr las vallas más cerca del escenario. Fue entonces cuando salieron todos los representantes de NNCC para presentar a la siguiente banda invitada. “Son sobrevivientes como nosotros y siempre vamos a estar del mismo lado. Además son una banda con unos huevos enormes”. Así presentaron a Don Osvaldo, generando la explosión de euforia en los presentes. El “Pato” Fontanet agradeció una y mil veces a la gente que se acercó a bancar el homenaje y a la agrupación que lo invitó a formar parte. A cambio, les entregó su música en un corto pero contundente setlist de cinco canciones: Políticamente correctos, Mis Latidos, El Reto, Ilusión y Suerte. “Muchas gracias por el aguante, nos vemos acá el año que viene”, agradeció Pato.

La jornada continuó con las intervenciones de la agrupación Un Paso Atrás, No Me Toques “por un pogo y un rock con conciencia de género”, y Bruno Larocca con el libro Voces, Tiempo, Verdad que cuenta la historia de Cromañón durante y después de la tragedia; además, se proyectó la mesa de debate de presentación del libro de la que participó Estela de Carlotto. Por otro lado, los bloques musicales siguieron con las presentaciones de Eslavos y La Chancha Muda.

Finalmente, llegando a las diez de la noche, subieron nuevamente todos los integrantes de No Nos Cuenten Cromañón para dar el cierre a la jornada. “De verdad estamos muy agradecidos, no podríamos hacer esto si no fuera por el apoyo de todos ustedes que nos vienen acompañando durante todos estos años”. La jornada terminó como empezó, en paz, en familia y con el recuerdo vivo de quienes se llevó la tragedia de Cromañón. Con cada vez más gente, con cada vez más actividades y movimientos que ayudan a concientizar, a casi dos décadas del hecho, la noche terminó con el grito y un aplauso que confirma que, a pesar del paso del tiempo, los pibes y las pibas de Cromañón están más presentes que nunca.