Rock

No me dejes olvidar esta canción: A ocho años del “Último Ritual”

Cada 30 de mayo será recordado aquel último concierto que Los Piojos ofreció en El Monumental para despedir su carrera después de 20 años de historia, donde fueron creciendo paso a paso con un mensaje innato. Significaría el fin de una era para toda una generación y lo que cerraría literalmente la década.

Los Piojos - Último Ritual en River
Los Piojos - Último Ritual en River

En el 2009 vale la pena mencionar un hecho histórico dentro del rock Rock Argentino, siendo la última banda sobreviviente de ese ciclo fundado a principios de los 90, como quieran recordarlo, que fue donde pasó y donde se movió entre el fútbol, los estadios, la popularidad, las masas, el rock barrial y la tan conocida cultura del aguante.

Ese recital histórico del 30 mayo de ese año, muchas cosas comenzaban a llegar a su fin para darle la entrada definitiva a nuevas olas. La despedida era por parte de una banda que había calado fuerte en el corazón de todos los adolescentes y jóvenes y generaciones de esos casi 20 años de historia, eran nada más y nada menos, que Los Piojos, esa famosa banda de barrio, genuina, amiga de la gente y para la gente, que caló hondo, como muy pocos grupos en su público e hizo un culto de eso en un país tan pasional como este.

Ya para este entonces, los integrantes del conjunto ya no eran tan jóvenes y comenzaban a transitar el comienzo de la adultez, con personalidades bien formadas, diferentes, no olvidándose quienes eran, y teniendo cada uno sus familias y sus vidas privadas, que los fueron distanciando. La banda fue convirtiéndose en algo cada vez más serio y profesional, un trabajo, hasta volverse un negocio.

Diferentes posturas personales y artísticas, desacuerdos y demás, llego al agotamiento, que ya alguna vez lo habían hecho, pero pudieron sobrevivir al muy poco tiempo volviendo con talonear a Los Rolling Stones en 2006, y luego volviendo a editar un disco en 2007, llegando a la cima total, como una gran banda de rock and roll que ya había hecho de todo y había llenado cada vez más grandes estadios, incluso los más grandes en su última etapa.

En medio de toda esa enorme gira por todo el interior de todo el país y algunos grandes lugares fuera del mundo con lo que fue ese último disco de estudio llamado Civilización, habían parecido llegar a lo más alto en lo que trataba de espectáculos, escenografías, puesta en escena, vestuario y conceptos mas allá de la música y del sonido, que era ya algo bestial, y muy cambiante para lo que habían sido Los Piojos durante toda su carrera.

Luego de una gran repercusión en el Viejo Continente, volvieron a la Argentina, para presentarse en el Quilmes Rock de Rosario, En el Estadio Cocomarolla, en Neuquén y Caleta Olivia.

Anunciaron 4 Luna Park, para los días 10, 11, 12 y 18 de diciembre, todo un récord por ser la banda que más veces se presentara allí. En tan solo un año hicieron 11 presentaciones en el estadio. La banda tenía un éxito avasallante, pero entre ellos parecían no poder más.

Nuevamente el nuevo año los encontró en la ciudad de Mar del Plata, para hacer la primera presentación de sus 20 años, con todas las entradas agotadas. Luego, partirían hacia Córdoba para cerrar el Cosquín Rock 2009.

Después de todo eso, tocarían en el estadio de River Plate, en el marco del festival Quilmes Rock, el 4 de abril, ante de 65.000 personas. A mitad de año, Los Piojos anuncia un párate por tiempo indefinido, aunque para la prensa y gran parte de ellos sabían que este sería el último ritual. Durante el tiempo anterior al show crecieron los rumores que iban en esta dirección.

El show estaba previsto para el 14 de mayo en el Club Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, por la velocidad con que se agotaron las entradas el show se mudó al Estadio de River Plate. La noticia tuvo tal trascendencia que salió en noticieros y diarios de toda la Argentina, no solo publicitando sin permiso el recital sino, también informando que esto sería una separación, cosa que a muchos de los fans molestó, pero todo parecía ser un final.

El 30 de mayo de 2009, el Monumental estuvo repleto, con alrededor de 65.000 personas. Parecía que el recital nunca terminaría, hasta que Andrés Ciro, el líder, dijo: “Tenemos que terminar por quejas de la municipalidad”. El set terminaba con “Muévelo”, sin antes hacer otra tanda de bises; donde “Los Mocosos”, un clásico de su primer disco, Chac tu Chac, fue el último tema de que tocaron esa noche.

El recital terminó durando más de tres horas y fue un claro ejemplo de relación eterna y desbordante entre público y la banda, de los cuales ninguna de las dos partes podía finalizar el show. Una fiesta eterna. Fue tan emotivo todo lo que se fue generando en esos días, que llegó a trasmitirse completo por TN, por muchos medios oficiales y no oficiales sin permiso de la banda y también por radios. Algo histórico e inolvidable, lo cual no se podía dejar.

La banda no volvería desde aquel año. Ciro armaría su propia banda llamada Los Persas, con los cuales comenzó desde cero, desde un género un tanto más crudo, guitarrero y de garaje, bien rockero, desligándose del malambo y candombe tan marcado por su ex banda y de su música, para amoldar una nueva etapa con la cual creció enormemente.

En medio de ese período de post piojos, donde todavía se decían cosas entre ellos por medio de la prensa, el gran guitarrista de la banda, Tavo Kupinsky, había formado Revelados junto a su amigo Pablo Guerra, ex guitarrista de Los Piojos y ex Caballeros De La Quema, su cuñado Jonhy Cuellar, y el ex percusionista de Los Piojos Changuito Farías Gómez.

Luego, Kupy se incorporaría como guitarrista de Las Pelotas. Luego de su trágica muerte de, Changuito se sumaría como percusionista de La Franela, que era el proyecto que ya había armado el otro antiguo guitarrista y fundador de Los Piojos, Piti Fernández, que fue el primer integrante en dejar a la banda de El Palomar por primera vez en su historia, un año antes de la separación oficial de grupo.

Ya desde el 2003, las cosas habían cambiado en las internas de la banda sonora de la juventud. El vocalista, líder, frontman y compositor fraternal de Los Piojos, Andrés Ciro Martínez, había tomado el liderazgo y la dirección hacia donde llevar la banda y eso fue generando cada vez más diferencias.

El último saludo de Los Piojos, ante un River rendido a sus pies.

El 30 de diciembre de 2004 fue el primer apagón y el comienzo del fin del Rock Barrial, y cultura chabona que comenzó en los 90, la tragedia más catastrófica de la historia argentina, la tragedia de Cromañón, que fue llevándose así hasta ese último momento donde tantas cosas ya se vieron cambiadas para siempre, hasta llegar a la despedida definitiva y luego aún más definitiva con la muerte sorpresiva de Tavo, que era el más joven de todos ellos, para cerrar por siempre una etapa histórica dentro del rock local. Una banda que fue de los adolescentes de toda esa generación y más aun de esos últimos 10 años, donde nada paraba.

Después de eso ya vendría todo de baja y la gasolina de Los Piojos llegaría a su fin. Junto a eso también vendrían cosas innecesarias, como reclamos por parte de los integrantes en medios masivos de comunicación. Varios desacuerdos, rencores, peleas, arreglos, desarreglos, algún que otro ridículo juicio, y por último la perdida tan sorpresiva de alguien que dio canciones hermosas y sólos gloriosos para los de Palomar, el querido Tavo Kupinsky. Lo último y lo que cerró para siempre la historia de la banda que va a estar siempre en nuestros corazones.

Siempre se recordará ese frío y lluvioso 30 de mayo de 2009, donde todos de alguna manera vimos ese final anunciado. Desde la tele, desde la radio, desde ahí mismo en la cancha de River, desde todos lados, porque se terminaba una era, una etapa y la generación Cromañón una vez más quedaba desolada. Había que ir a buscar refugio. ¿Lo hemos encontrado?

Por Marcos Coletto