Nuestros colegas de RS Argentina lograron una esperada entrevista a Mariano Martínez, guitarrista y cantante de Attaque 77, anticipando su show acústico de hoy en el Teatro Ópera y, aprovechando la situación, también habla del pasado y de cómo reinventaron al grupo. El crédito -seamos éticos- corresponde a Leo Ferri.
Luego del estallido inicial y la sobreexposición mediática con sólo 20 años de edad, llegó la hora del replanteo y la maduración musical. Hoy los miembros de Attaque 77 proponen bajar las revoluciones y enterrar la distorsión (por un rato solamente) para registrar su show acústico. Mariano Martínez -además de músico, productor de la banda- suena relajado y positivo: “El grupo podría haberse terminado más de una vez, y lo mejor que podemos hacer ahora es celebrar que estamos juntos y que sobrevivimos a muchas crisis que para la mayoría de los grupos son muy destructivas”.
Los acústicos ya son frecuentes en las bandas de rock, así que por un lado no sorprende que Attaque 77 haga uno, pero sí genera curiosidad saber cómo lo resolvieron.¿Cómo fue el trabajo y cómo seleccionaron las canciones?
Hay de todas las épocas y todos los discos. Es verdad eso de que hay muchos acústicos, y con la banda vimos varios desde el momento en que surgió el plan de hacer el nuestro. Muchas melodías de nuestras canciones estaban ocultas detrás de la distorsión y la velocidad, así que las cambiamos, les bajamos el tiempo y las redescubrimos. Muchas cosas fueron surgiendo sobre la marcha, tarareando algunas melodías como las de “Setentistas” o “Alza tu voz”, y así se fue armando.
Fuiste el productor artístico de los últimos discos de la banda. ¿Ocupás ese mismo lugar a la hora de elegir las canciones y ver cómo adaptarlas a este formato?
El laburo es distinto porque las canciones ya existían. Hice varios demos con cómo me imaginaba que podían llegar a ser las canciones, y después hubo varias reuniones: con el grupo, con las cuerdas, con la percusión, con el piano y así. Fueron varias etapas, y no sé si a eso se le puede llamar producir un disco que se va a grabar en vivo. Lo que más le costó al grupo fue bajar los decibeles.
¿La idea es grabar y luego girar con el mismo formato?
Vamos paso por paso. El primer objetivo es hacer el disco y el DVD, y yo al menos no lo puedo proyectar hacia más adelante. Seguramente vamos a querer mostrarlo en todos lados, porque está saliendo todo muy bien. Después de tantos meses de trabajo el placer de esto es mostrar lo que hicimos.
Attaque 77 siempre fue una banda bastante impulsiva y visceral en vivo, que no buscaba la perfección a la hora de tocar, sino transmitir otra emoción. ¿Es lo mismo ahora en formato acústico?
Sí, puede ser que sea así. Igualmente nuestro show eléctrico siempre tratamos de ajustarlo cada vez más, y hay cosas que parecen desprolijidades, pero que buscan generar mayor contundencia. Aprendimos a tocar nuestros instrumentos de otra forma y a evitar esa escalada de volumen que hay en los shows eléctricos. Acá el concepto es distinto, porque si algo suena fuerte, no suben los otros, sino que se baja el volumen para escuchar al resto. Hay otro aire.
Después de 23 años de historia, redescubrirse no debe ser poco…
¡Totalmente! Es buenísima la sensación de sentir que estamos aprendiendo algo nuevo como músicos y como grupo. Es una gran experiencia.
Se les complicó mucho mantener el grupo después de la salida de Ciro Pertusi?
El nuestro siempre fue un grupo sólido con objetivos concretos y claros, nunca fuimos el grupo de una persona. Pareciera que Attaque tiene como una especie de mecanismo de superación y supervivencia. Inclusive la partida de Ciro él mismo la vivió así, como una forma de que el grupo sobreviva. Cuando él no se sintió contento ni motivado, dio un paso al costado y generó que la banda se reinvente y que vuelva a esa emoción por lo nuevo.
¿También juega a favor de la tolerancia que tanto ustedes como Jauría compartan público sin conflictos y tiren para el mismo lado?
Creo que nuestra relación con Ciro terminó de una manera mucho más adulta de lo que podríamos haber imaginado. Y después de tantos años de compartir el mismo proyecto era de esperarse que no cambie el discurso ni de un lado ni del otro. La música es la manera que tenemos de comunicarnos, y sé que también para él es así. Todo tiene un final y nadie lo tomó de una forma dramática. Nos sirvió de enseñanza para entender que se puede terminar un ciclo de una manera positiva y sin rencores.
Se te escucha muy positivo, y la crítica social de Attaque siempre fue bastante pesimista. ¿Cómo viven la realidad de hoy?
Nosotros vivimos en un país… adolescente. La realidad nos obliga a rebelarnos, y no es que lo hagamos por una postura rockera, sino porque no tenemos alternativa. La realidad es un sube y baja emocional que te sacude para todos lados, y el grupo fue la manera que encontramos para mantenernos cuerdos.
Comentarios