La historia marca que los ingleses fueron los que inventaron el fútbol cómo deporte allá a mediados del siglo diecinueve y, varios años después, los marineros lo introdujeron nuestras tierras durante las visitas a este continente. Pero no vamos a hablar de historia acá, pero si de hombres que le son fieles a sus orígenes. Siempre está planteada la eterna discusión que marca que los músicos no son personas aptas para practicar deportes o, mejor dicho, que no tienen talento para esto.
Eso aplica en algunas ocasiones pero en otras no tantas ya que históricamente ha habido muchos casos, tanto en Argentina como en el mundo, de cantantes o miembros de algún grupo con muchas capacidades para jugar como así también grandes fanáticos del deporte que hasta tienen su palco en algún estadio. Ejemplos internacionales reconocidos como el caso de Rod Stewart y su fanatismo para con el Celtic de Escocia o los hermanos Noel y Liam Gallagher, ¿ex? Oasis, reconocidos hinchas del Manchester City son muestras de músicos apasionados por la pelota.
Pero también hay casos a la inversa, deportistas que por su gran amor a la música deciden incursionar en ella sin importarles si obtienen éxito o reconocimiento alguno. Germán El Mono Burgos ha editado varios discos de rock o el estadounidense Alexis Lalas que durante los noventa incursionó en el hard rock con su banda que llevaba su mismo nombre.
Pero el caso de Iron Maiden fue más allá, abarcó poco de todo. Ellos, como buenos ingleses, son fanáticos de este deporte y esa devoción los ha llevado hasta fundar su propio equipo de fútbol que en 1998 participó, con la ayuda de grandes estrellas del momento, en partidos de divisiones menores mientras realizaban el tour presentación de su disco “Virtual XI”.
El origen de esta pasión puede encontrarse en el fundador y principal referente de la mejor banda de heavy metal, Steve Harris, que es fanático del West Ham, equipo donde militó Carlos Tevez cuando llegó a Gran Bretaña, tal es así que en la parte superior de su bajo lleva impreso el escudo de su club, donde hizo divisiones inferiores hasta que decidió dedicarse de lleno a la música. Los demás integrantes del grupo en aquel momento también se mostraron entusiasmados por la idea: Blaze Bayley (cantante), Yanick Gers (guitarrista), Dave Murray (guitarrista) y Nico McBrain (baterista) posaron junto a Harris para la foto que pasó a la eternidad ya que fue impresa en el booklet del segundo y último álbum que editaran en aquel año con Bailey como vocalista antes de la vuelta de Bruce Dickinson.
Los otros “nenes” que formaron parte del Iron Maiden Football Club fueron jugadores destacados a nivel internacional que alcanzaron un gran nivel en esos años, lo que les valió la convocatoria al equipo que tenía como la mascota al histórico Eddie. Finalmente, quienes completaron el team fueron: Stuart Pearce (Newcastle), el colombiano Faustino Tino Asprilla (Parma), Paul Gascoigne (En ese momento estaba en el Glasgow Rangers), Ian Wright (Arsenal), Patrick Viera (Arsenal) y Marc Overmars (Arsenal).
En giras pasadas, tanto Steve como los demás integrantes de la banda han aparecido en el escenario con el uniforme deportivo oficial de Iron Maiden, que salió a la venta en 1998. Es debido a ese fanatismo por el fútbol que no es raro ver a los miembros de “La Doncella de Hierro” tomándose un tiempo para dejar a un lado los instrumentos y vestirse de corto para jugar un picadito. En su primera visita a nuestro país no se privaron de jugar un partidito en la embarrada cancha auxiliar de Ferrocarril Oeste, estadio que albergó aquel primer show. Muchas veces Harris ha lucido muñequeras y la correa que sujeta su bajo con los colores celeste y granate, que son los mismos de la camiseta principal del West Ham. Este club también es conocido en Inglaterra con los nombres de “The Irons” o “The Hammers”.
Definitivamente la historia de Iron Maiden está ligada al fútbol, y sin lugar a dudas su fundador y bajista ha sido el principal gestor de esta conexión. Tal vez esa sea una de las causas de ese “feeling” especial entre “La Doncella” y Sudamérica, el fútbol también es religión en esta parte del mundo.
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