¿Quién puede negar que Pappo y Charly García no están entre los 10 rockeros más calificados de nuestro país? Claro que hablamos de rock en un sentido ampliado, porque si hiciéramos referencia a lo que el Carpo llamaba rock, Charly quedaría fuera de la lista de inmediato. Y si nos guiáramos de los parámetros garceanos de la música, Pappo sería un cavernícola o algo similar (aunque dicen que Charly contó varias veces que fue a ver a Riff a escondidas). Es que sí: la pica entre los dos existía, cada uno perseguía caminos musicales distintos y la relación fue escenario de cruces fuertes de palabras, rebajes mutuos e insultos.
Lo cierto es que, al pasar el tiempo, Norberto Aníbal Napolitano y Carlos Alberto García Moreno pasaron ratos amigables que dejaron rastros sin desperdicio. La pelea entre ambos se explicaba de manera simple: para el Carpo, los Sui Géneris eran los dos “boludos de la flautita”, mientras que Charly acusaba al violero de haber actuado en la novela Carola Casini, cosa que de hecho existió. Se acusaban mutuamente de haber cagado al rock. Charly, como se dijo, con las flautitas, y Pappo con tal otra cosa. Se sabe que Napolitano le pegó una trompada a un amigo de Migue García, hijo de Charly, lo que habría ocasionado una de las tantas discordias entre ambos. Sin embargo, como se dijo más arriba, la relación entre estos cracks tuvo sus días floreados: Otra anécdota cuenta que, en una ocasión en la que dichos artistas compartían hotel, Charly apareció dormido y puestísimo adentro de un placard. La imagen narra a Pappo sosteniéndole un té a García y retándolo cual madre.
Aparentemente, antes de morir Napolitano dijo que la “reconciliación” se concretó en el contexto del Unplugged de los Ratones Paranoicos de 1998. Como se sabe, Juanse es amigo de ambos artistas, por lo que el nexo podría ser real. No obstante, circula en internet una fantástica zapada, bautizada Zapada de grandes de 1994, en la que los dos astros la rompen mezclados con Oscar Moro, el mejor baterista argentino, Alejandro Medina, ex Manal y La Pesada, y Claudia Puyó. A continuación uno de los temas que interpretaron juntos: La maldita máquina de matar, un temazo de Billy Bond y la Pesada del rock and roll.
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En mayo del 2000, seis años después de esa mágica zapada, justo antes de parir su Pappo & amigos, el Carpo daría una entrevista en la que Charly sería el blanco de todos sus dardos: Pappo confesó haber ido a un recital de García y, al ser consultada su opinión, respondió que sería “mejor que Charly se ponga un circo”. “Yo de Charly no pude ni podré ser amigo jamás“, tiraba Napolitano irritado, por lo que la presunta declaración del Unplugged ratón de 1998 suena a invento (o a mentira piadosa del Carpo, quién sabe).
Piña verbal va, zapada viene, los muchachos parece que se habían amigado. Ya era de noche en el Cosquín Rock 2005 y el escenario era propiedad privada de Pappo. Don Vilanova, o Botafogo, ya estaba en las tablas con su viola, pero faltaba alguien más. Sí. Sorprendiendo a varios, Charly -pipa entre los labios- subió al escenario cordobés y compartió tres temones con su ex contrincante de berrinches: “Desconfío” y “Sucio y desprolijo”, del blusero, y “Popotitos”, del bigote bicolor. A continuación, el video -muy lindo, por cierto- de esa noche.
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