Rock

A 20 años de la jugada de “3er Arco”

Entre junio y julio de 1996 se grabó y mezcló el tercer álbum de estudio de Los Piojos, trabajo que llevó a la banda a un éxito inagotable durante más de una década de giras y conciertos no sólo por Argentina sino por todo el mundo. Una manera de hacer música. Un triunfo. Una maravillosa jugada.

Tapa de 3er Arco
Tapa de 3er Arco

3er Arco, el disco amarillo de Los Piojos, está cumpliendo por estos días 20 años. Como bien lo marca su nombre, es el tercer álbum de estudio de la banda de rock argentina, grabado y mezclado en los meses de junio y julio de 1996, es decir, hace ya dos décadas, en los estudios Del Cielito Records (para ellos “la anhelada y paradisíaca pradera Del Cielito”) y editado por El Farolito Discos, trabajo que marcó a Los Piojos para siempre. El mismo fue editado en vinilo el año pasado, y titularon el tan clásico Verano del ´92 con el nombre Fasolita.

Con esta obra se logró imprimir un estilo: el piojoso, en el que predominaba el llamado rock barrial o rock chabón que venía palpitándose con sus creaciones anteriores que son Chac Tu Chac” de 1992 (su primer disco) y Ay Ay Ay” de 1994 (su segundo: el rojo). Si algo caracterizó a Los Piojos fue que sus trabajos salían hasta 1998 cada dos años, y por otra parte sus colores. Su cuarto trabajo fue Azul de 1998 del color que da nombre al disco.

Miguel Ángel “Micky” Rodríguez, bajista inamovible de Los Piojos, envió amablemente unas palabras a Rock N’ Ball en las que expresó que “3er Arco fue el disco que claramente confirmó un estilo y en consecuencia una masividad muy importante”.

El 28 de septiembre de ese año, siendo disco de oro y doble de platino, fue presentado oficialmente en el Estadio Obras Sanitarias de Capital Federal. Ni bien salió a la venta rápidamente superó toda expectativa. Cerca de treinta recitales se hicieron hasta noviembre de 1997. Por supuesto el disco amarillo llevó a Los Piojos a la consagración definitiva debido a algunas canciones que no paraban de sonar en todas las radios del país. Los shows eran una especie de fiestas que los fanáticos denominaban “rituales” y sólo quienes alguna vez los vieron y escucharon en vivo entienden su significado.

Los jugadores

Integraban Los Piojos en el ´96 Andrés Ciro Martínez (voz, armónica, guitarra y coros – actual Ciro y Los Persas), Daniel “Piti” Fernández (guitarra y coros – ahora miembro de La Franela), Miguel Ángel “Micky” Rodríguez (bajo y coros – ahora integrante de La Que Faltaba), Daniel Buira (batería, percusión y coros – director de la agrupación de percusión La Chilinga), y Gustavo Hernán “Tavo” Kupinski (guitarra, bandoneón y coros – músico fallecido en 2010 en un accidente automovilístico), formación inicial que fue variando de allí en adelante con la lejanía del baterista Buira y luego con la partida de los guitarristas Fernández y Kupinski.

Formación de 1996 con Maradona
Buira, Martínez, Kupinski, Rodríguez y Fernández junto a Diego Maradona.

En una especie de editorial que traía el disco explicaban el por qué del nombre. Expresan en el texto que, una vez instalados en los estudios, “nuestros benditos carceleros hicieron aparición: Tío Alfredo (…) y su terrorífico e imparable compañero en bermudas Adrián manos de perillas Bilbao” haciendo referencia a la producción de Toth y al técnico de grabación y mezcla Bilbao. Tras la costumbre de armar varios fulbitos en el enorme parque de Del Cielito, se dieron cuenta de que no estaban allí sólo para patear. Dicen que “un día llovió y la cancha se tapó, y volvimos a los instrumentos, y dijimos esto suena, así que nos agrandamos, concentramos y pusimos en cada tema todo lo que teníamos para dar: sangre, sudor, lágrimas y rocanrol. Fue así como descubrimos que existía un 3er arco”. Fue una jugada que les salió de maravillas, como la jugada de sus vidas.

El tercer repertorio piojoso

3er Arco está compuesto por trece temas. Algunos como Esquina Libertad y Maradó apuntan a ídolos populares como el Che Guevara y Diego Armando Maradona, dos estandartes de la cultura y la idiosincrasia nacional. Por un lado, en una de las estrofas de Esquina Ciro remarca “…Guevara Guevara en mi remera de Dior…”, mensaje respecto al manejo comercial de las bandas argentinas. Por otro lado Maradó, tema que es acompañado por Intro Maradó (sólo con sonidos de percusión y voz de Ciro), es un homenaje a Diego, amigo de Andrés Ciro, en el que se menciona “…y sigue el Diego, el mejor en lo suyo, si vos lo fueras no habría tanto yuyo”, así como en dicha Intro se expresa que “…a los poderosos reta y ataca a los más villanos sin más armas en la mano que un diez en la camiseta”. Con esta canción Los Piojos se convertían en una banda de tipo rock futbolera.

Hay lugar para las canciones hiteras como Verano del ´92 (en la que participó el famoso grupo de percusión La Chilinga) y El Farolito que las pasaban día y noche por todos los medios habidos y por haber, tanto que cualquier argentino hoy en día sabe tararear el clásico “Uoh bamba uoh bamba uoh bamba uoh bamba – ba…” del Farolito o bien “Fasolita querido a ver cuándo venís por acá, Fasolita querido que te quiero ver, te quiero contar lo mal que se vive, lo bien que se está” del hit Verano, las dos frases grabadas en la mente de todos.

Baladas como Todo pasa y Al atardecer también forman parte del repertorio. La primera dedicada por el cantante a su madre Dolores en la que dice “…y ves que esta tristeza no puede ser, que algo mejor tiene que haber, algo por donde salir a andar. Dale Dolores no llores, dale…”.

No puede dejarse de lado el alucinante tango Gris con las melodías del bandoneón de Tavo, y que comienza con un fascinante recitado de Ciro: “Cuando no alcanza el amor que ofrecés y peleás una causa perdida, el amor se transforma en herida que no cierra y que no deja ver, y ceder en la apuesta es tan duro, sin apuro y sin pausa empezás a perder”. Un tema que habla sencillamente de las penas.

Otra canción es la llamada Muévelo, super rápida, pegadiza y de tipo candombera – murguera, con la cual en cada show se invitaba a una o más chicas del público a mover las caderas en el escenario junto a los músicos. “Digo se viene el tamborcito, digo que suene tu djembé, digo no pares ni un poquito, digo no pares de mover. Mueva mi negra y ya no pare más, vienen las tumbas tumbando de atrás…” cantan Los Piojos acá. Los temas restantes que componen esta obra son Taxi Boy, Shup Shup, Qué decís y Don´t say tomorrow.

Contratapa de 3er Arco
Contratapa de 3er Arco.

Emmanuel Panky, fanático de los primeros tiempos piojosos y quien actualmente forma parte de la banda tributo a Los Piojos Fuego Ritual, dijo a RNB que conoció al grupo a través de 3er Arco cuando era muy chico, a los 6 o 7 años, y que no paraba de cantar hit tras hit. “Mi vieja me decía que si seguía cantando Verano del ´92 iba a volverme loco. Creo que después de muchos años, ya después de haber tocado los temas y escuchado bastante, caigo en lo grandioso que fue ese disco. Si bien con el correr de los años iban creciendo, creo que 3er Arco hizo que Los Piojos terminaran de viralizarse por todos lados. Es personalmente mi disco favorito junto a Ay Ay Ay”, remarcó.

Se caracterizaban también por ser una agrupación que trabajaba sobre diferentes ritmos musicales. En sus composiciones incluían ritmos rioplatenses como el candombe y la murga, y a su vez tango, blues y por supuesto rock and roll. Era un grupo multifacético, multirítmico. Han llegado a decir que hacían una mezcla rara de ritmos, una especie de murganrol. Con elementos también de la talla stone y con esa voz extraña y particular de Andrés al mando de la banda, varios de los temas de este disco y otros se convirtieron en grandes éxitos del rock nacional que aún perduran en la memoria de los argentinos pese a que el grupo se haya disuelto en 2009.

Con la salida de este álbum, incluido entre los mejores cien discos del rock argentino, iban llenando cada vez más estadios e iban sumando nuevos seguidores de todas partes que se unían a los viejos piojosos de los comienzos de la banda, así llamados por los mismos fanáticos. 3er Arco, con el cual lograron su pico máximo, fue criticado por los mismos fans, pero en su momento le dio a Ciro y compañía un enorme éxito transformado en valiosas sumas de dinero. Fue un trabajo clave por el cual Andrés Ciro se fue transformando en un referente de las masas populares, y Los Piojos en un ejemplo rockero a seguir de muchos jóvenes.

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