La banda de rock estadounidense The Doors, formada en Los Ángeles en julio de 1965, fue una de las más importantes de la historia musical mundial. Junto a Jefferson Airplane y Pink Floyd fue considerada una de las máximas expresiones del rock psicodélico de los años ’60. El nombre de la agrupación provino de un verso del poeta William Blake: “Si las puertas de la percepción fueran depuradas, todo aparecería ante el hombre tal cual es: infinito”. Esta frase también daba título al libro de Aldous Huxley: “The Doors of Perception”.

Integrada por los fallecidos Jim Morrison (voz) y Ray Manzarek (piano), y Robby Krieger (guitarra) y John Densmore (batería), The Doors, en sólo seis años, logró convertirse en una de las más emblemáticas agrupaciones de la década del ’60 que influenció a muchas generaciones musicales a nivel mundial. Fue la primera banda de Estados Unidos en acumular ocho discos de oro consecutivos. Se diferenciaba de otras porque no incluían el bajo en sus presentaciones en vivo (era reemplazado por el piano de Ray).

La tapa del disco debut de The Doors
La tapa del disco debut de The Doors

THE DOORS, ÁLBUM DEBUT

En 1967, hace medio siglo, el grupo debutaba discográficamente con su primer disco de nombre homónimo, trabajo que incluía once temas: Break On Through (To The Other Side), Soul Kitchen, The Crystal Ship, Twentieth Century Fox, Alabama Song (Whisky Bar), Light My Fire, Back Door Man, I Looked At You, End Of The Night, Take It As It Comes y The End.

En este trabajo apareció por primera vez su logotipo diseñado por un asistente de Elektra Records. Lanzado en enero de dicho año causó gran sensación en los ámbitos de la música. El LP fue grabado en un par de días a fines de agosto y principios de septiembre de 1966, y prácticamente fue realizado en vivo en el estudio y muchas de sus canciones en una sola toma.

Todos los temas fueron compuestos por los integrantes de The Doors a excepción de Alabama Song que fue escrita por Bertolt Brecht en 1927 y musicalizada por Kurt Weill. The Doors la versionaría para este álbum en la cual Morrison hizo unos pequeños cambios y el verso de la original (“show me the way to the next little dollar”) fue omitido. Otro tema versionado fue Back Door Man, una canción de blues escrita por Willie Dixon, de la cual la banda hizo una versión más rockera.

La portada del debut de THE DOORS

Tema por tema

Break On Through (To The Other Side), primer single bien rockero, fue lanzado con un video promocional, generando un avance en el género de los videos musicales. Empezaba con los versos “Sabes que el día destruye a la noche, la noche divide el día, intenté correr, intenté esconderme, ábrete paso hacia el otro lado”. 

Soul Kitchen (Cocina Del Alma) también es un rock, más lento, en donde predomina el piano de Manzarek. “Déjame dormir toda la noche en la cocina de tu alma, calentar mi mente junto a tu suave horno”, expresan algunas de sus líneas.

El tercer tema del disco, The Crystal Ship (El Barco De Cristal) es una hermosa canción lenta, de esas baladas que caracterizan a los Doors. “Los días son brillantes y llenos de dolor” se menciona. En el medio aparece un solo fascinante de teclado que conmueve hasta el más duro.

Light My Fire (Enciende Mi Fuego), el segundo single escrito por Krieger, puso al grupo entre las mejores nuevas bandas del país en 1967. La versión sin el solo largo de teclado y guitarra se lanzó en abril y alcanzó la cima en el mes de julio.

Es sin dudas el hit más conocido de la banda. Con una duración de 7 minutos 8 segundos es un clásico de esos que perduran con el paso del tiempo del que existen cientos de versiones. Como se mencionó, tiene un solo de piano que parece interminable, realmente fabuloso y que pone la piel de gallina a cualquiera, seguido por un solo de guitarra también impecable.

Le siguen la rockera y movediza I looked at you (Te Miraba), la muy lenta y psicodélica End of the night (Fin De La Noche), y otra bien de rock: Take it as it comes (Tómalo Como Viene).

Contratapa del álbum The Doors.

El disco finaliza con The End (El fin), un tema también clásico y el más extenso del trabajo con 11 minutos 42 segundos. Es super psicodélico y está repleto de recitados bien al estilo Morrison. Esta canción es conocida por ser parte de la banda de sonido de la película Apocalypse Now (1979). Según se cuenta, la banda estaba en el estudio de Elektra grabando pero Jim estaba desconcentrado. Se volvieron a juntar días después para cantar la canción pero esta vez con las luces apagadas y sólo una vela encendida. Finalmente esa fue la que quedó en el álbum.

El grupo tuvo un año muy exitoso coronado por una serie de giras y shows en vivo casi constantes, pese a los pequeños problemas que Jim tuvo con la policía, fomentando así su fama de poeta maldito y rebelde.

EL HOMENAJE A THE DOORS

A 50 años de su publicación, hoy miércoles 4 de enero no sólo la banda será conmemorada por su contribución a la música, sino que además dicha fecha será fijada como el día de The Doors. Este evento será llevado a cabo en la intersección de las avenidas Pacific y Windward en Venice, donde se ubica el club nocturno en el que el grupo dio sus primeros pasos: Townhouse. Otos lugares míticos por donde pasó la banda fueron The London Fog y Whisky a Go Go.

Ray Manzarek ha dicho en alguna ocasión que “Jim cuando estaba en el escenario era un genio absoluto. Nunca sabías qué haría. A veces era un diablo y a veces era un santo. A veces un ángel, a veces un demonio. Nunca ví alguien igual. Era como un chaman, el brujo de la tribu que entraba en un trance y en un viaje astral que le permitía cuidar de la tribu y ayudarlos para sobrevivir. Y eso era Jim, de una manera moderna. Sabía que cada momento era muy valioso y que lo único que teníamos era el presente, más allá del pasado y el futuro”.

Foto: MICHAEL OCHS ARCHIVES

James Douglas Morrison (tal su nombre completo) junto a The Doors, dejó el legado de una de las obras poéticas más ricas que el rock internacional ha dado hasta el presente. Ocupa un lugar en la cultura contemporánea que encontró sin haberlo buscado, y le cabe lo que a cualquier ídolo: que tal vez se lo interprete, aunque jamás se lo llegue a comprender del todo. Más que un cantante de rock rebelde, fue un poeta maldito pero maravilloso y único. La poesía fue su refugio secreto. Dijo “No quiero llegar a vivir 87 años y ver a mis bis-nietos. Me veo más como un enorme cometa, una estrella fugaz. Todo el mundo se detendrá, apuntará a lo alto y me verá pasar. Nunca verán algo igual y no me podrán olvidar jamás”.

Nota por Jessica Borrás