Punto De Vista

Las series y su as de espadas: Las Redes Sociales

¿Por qué las series son el fenómeno más grande de los últimos tiempos? Porque todo está calculado y nada es al azar. Acá una muestra de una de las armas que se usan para no dejar morir nunca la ansiedad. La difusión a través de social media.

Las series se convirtieron en la última década en un fenómeno masivo irreprochable. Quienes antes quizás no miraban ninguna, hoy en día al menos una ven, sea por recomendación o porque insistiera alguien para verla a la par, para compartir el momento de sentarse a ver lo mismo y tener eso como punto de encuentro. Han tomado una importancia y preponderancia impresionantes. Por ejemplo: el presupuesto para hacer un capítulo de un drama como Game Of Thrones, uno de los grandes sucesos de la TV Mundial, ronda nada más ni nada menos que los 10 millones de dólares.  Si, parece una locura. Pero estos valores se pagan simplemente con la cantidad obtenida de los minutos de publicidad, y de lo logrado como fruto de los artilugios comerciales que se emplean desde el cerebro de cada producción. Hoy en día el contacto con la serie no termina cuando concluye el episodio. Al contrario, allí recién comienza. Porque en Twitter y Facebook ni bien termina el capítulo empieza la marea de debates y de fotos yendo y viniendo por muros y Timelines. El spoiler es peligrosisimo, y hay que saber esquivarlo para no perder la emoción que significa verlo sin saber que va a pasar. Y lo peor es que de quién más hay que cuidar el spoileo es de las cuentas oficiales, que en el afán de hacer minuto a minuto, cuentan las cosas claves que van sucediendo, y que seguramente eran el gancho con respecto al episodio en cuestión. 

Si hablamos del uso de las redes sociales es notable la relevancia que le dan desde cada show. Tanto para los updates del capítulo recién culminado, como para sacar tema de debate durante la semana de espera hasta el próximo episodio. No dejan morir de ninguna forma la expectativa de los televidentes. Ametrallan al fan de información, análisis, y todo lo que sea parte necesaria para que la semana siguiente esté ahí, sintonizando nuevamente para ver como sigue la historia. Pero lo más llamativo es la responsabilidad que los propios actores toman como propia al hacer el denominado live tweet,  que no es más que twittear durante la hora de emisión el capítulo a la par de los fans, citando sus comentarios, opinando de sus escenas o elogiando a los compañeros del programa. Detalle no menor; casi siempre el actor que hace live tweet es quién en el episodio que se está emitiendo tiene una storyline (la historia desarrollada durante ese capítulo) con gran peso argumental, sea por alguna situación polémica debatible a futuro, el gancho que todas buscan, o por una escena muy esperada por el grupo de seguidores. Si ese personaje va a tener relevancia, el actor que lo interpreta hará live tweet y promocionará el capítulo durante toda la semana.

Scream-Queens-Retweet
Ejemplo de difusión: Lea Michele promociona el capítulo de su serie, y la cuenta oficial de Scream Queens, el show en cuestión, retwittea el mensaje.

Como verán nada está librado al azar, cada detalle está pensado y todo está orientado a que el fan no pierda jamás el interés, la manija, dicho en lenguaje seriéfilo. De eso se encargan desde las cuentas de social media, buscando tener en vilo al seguidor cada día. Comenzando por el bombardeo de adelantos en fotos, sumados a los sneak peeks (pequeños avances de los primeros minutos del capítulo siguiente), debates con los mismísimos protagonistas, y no conformes con eso, el invaluable contacto directo con los showrunners. Los que dirigen la batuta. Poder preguntarle a quien escribió la historia sobre ella es un privilegio posible solamente gracias a las redes sociales y al papel clave que tienen en el universo de la televisión. 

Si algo es indiscutible es que las series tienen partes esenciales para ser la maquinaria perfecta que son hoy en día, para alcanzar ese nosequé que las hace casi imbatibles y muy adictivas. Estén seguros que nada de lo que se ve en pantalla sería posible sin los Showrunners, que cranean cada paso que darán cuidadosamente. Así que si creían que la adicción a esa pareja, a ese personaje, era algo aleatorio, no lo es. Y si se sienten raros cuando terminan una serie, que seguramente miraron casi en maratón, y viven una especie de duelo,  sepan que le pasa a todos. Esa historia llega a nosotros en tantos ámbitos, nos interpela dónde nos movemos cotidianamente, obviamente no tener al día siguiente del final esa actualización constante de lo que pasará es raro.

¿La buena noticia? El mercado nunca frena, y siempre hay nuevos programas que reemplazan al que finalizó,  así que encontrar un nuevo favorito no va a tardar tanto como piensan. Hay que dejarse llevar y disfrutar, presenciar la estructura que rodea a las series, de la que somos parte fundamental, y saber que todo es de la forma que es porque así lo quieren desde el lugar donde nace todo. Y si uno busca la experiencia completa, tiene que entender que una serie no termina luego de los 42 minutos del capítulo semanal. Las redes sociales son herramientas necesarias para que el contacto con ese mundo ficticio que ya nos tiene atrapados no nos deje de rondar nunca, para que en cada descanso laboral sepamos que va a pasar con nuestro personaje favorito, o quizás veamos una nota del creador detallando qué pasó y nos explique de la forma en que se quería expresar, o también podamos ver que los actores fuera de la pantalla cumplen sus roles tanto como dentro, y que alimentan a la estrategia comunicacional.

Por todo esto, no se las puede reducir a un mero entretenimiento con una buena historia, porque si, son la ficción que cuentan, pero también son el contenido de social media que ofrecen, son lo que sus showrunners hacen de ellas, tanto argumental como promocionalmente. En definitiva, como producto son el resultado final de lo que se quiere contar, cómo se quiere contar, y el lugar por donde se quiere compartir. Y sin las redes sociales, el impacto no sería el mismo. Sin ese bombardeo de información no seríamos tan fanáticos de nuestra serie. Por eso es que son el as, el complemento perfecto para la necesidad de generar un vínculo cercano con el televidente ¿y alguien puede decir que es en vano? A la vista está que no.