Había dos planes que sobresalían en la mayoría de casos de las personas que asistieron al WWE Live Buenos Aires en el Luna Park. Uno de ellos corría por el lado familiar. Padres llevando a sus hijos para conocer a los luchadores que cada semana aparecen en la pantalla de Fox Sports, parte clave en la llegada de la empresa al país por primera vez. La otra experiencia para prestarle atención en la tarde noche del jueves era la de los más de 20 años que se debían el sueño de presenciar un evento en vivo de World Wrestling Entertainment. Esas dos combinaciones de grupos etareos lograron que haya dos funciones totalmente agotadas en el mítico estadio de Capital Federal.
“Estoy emocionada porque Argentina tiene un público ruidoso y emocionante”, expresó Naomi (2 veces Campeona Femenina de WWE Smackdown) en la conferencia de prensa del evento, a horas de salir a escena. La mezcla de la enorme expectativa por ver a WWE en vivo por primera vez y los canticos habituales, superó lo dicho por la luchadora. La enorme ovación que obtuvieron The New Day (Big E, Kofi Kingston y Xavier Woods) y The Usos (Jimmy Uso y Jey Uso) dejó en evidencia esa exaltación. Los buenos y los rudos ovacionados prácticamente por igual lograron la sorpresa de los propios luchadores, que dieron una entretenida pelea en la que ganó The Usos y retuvieron los títulos en pareja.
La segunda lucha de la noche fue Bobby Roode vs. Aiden English y sus personajes fueron aceptados en el Luna Park. Aiden con abucheos constantes, consiguió desarrollar su carácter de rudo y en su entrada criticó la Ciudad de Buenos Aires. Roode obtuvo una recepción al apenas sonar su canción “Glorious” rebotando en las paredes del estadio. El público no se esforzó por dejar una marca criolla, sino que se hizo eco de los canticos en ingles, lo que generaba una interacción constante con los luchadores de la marca Smackdown! que participaron.
Pasaban las peleas y la sensación que dejaba la atmosfera era que Argentina sabía que y a quien veía, aunque no se guiaban por si los personajes eran “los buenos” o de “los malos”, sobre todo en los mayores de 20 años. Un ejemplo fue Sami Zayn: su música fue coreada y él fue uno de los más aplaudidos en la noche del jueves, aunque su estilo está girando hacía el lado heel. El canadiense se enfrentó al mexicano Sin Cara, que fue marcado como uno de los favoritos de los más chicos, y dieron un combate correcto que entretuvo a los fans y dejó como ganador a Zayn.
La cara histórica de este tour que incluyó a Argentina fue Randy Orton. Participa en WWE desde el 2002 y ya tiene su lugar reservado entre uno de los más grandes de la historia de la empresa. Juntó a todas las generaciones presentes en el Luna Park y su remate (RKO) se gritó como un gol, lo que le permitió vencer a Rusev. Además de que se mostró muy gentil con el público al finalizar la pelea, lo particular de la misma fue que por primera vez aparecieron las canciones en formato criollo. “Sos cagón, Rusev, sos cagón”, se oyó bajar desde las tribunas.
La participación femenina se realizó en forma de 3 vs. 3, luego de un pequeño descanso en el medio del show. Charlotte, Becky Lynch y Naomi se enfrentaron a Tamina, Natalya y Carmella en una divertida lucha. Las destacadas, tanto en talento como recepción de los fans, fueron Charlotte y Becky Lynch, parte importante de la Divas Revolution. “Desde que empecé, cambió mucho la división femenina y lo bueno es que se mantiene vigente”, explicó en conferencia Naomi.
La mejor pelea de la noche llegó con la triple amenaza por el Campeonato de los Estados Unidos entre Baron Corbin (C), Tye Dillinger y Kevin Owens. “Leímos los pedidos que hacían en las redes sociales y eso fue importante para venir”, contó Dillinger en la conferencia de prensa. Minutos después de bajar del ring, publicó un video agradeciendo a los fans argentinos en su cuenta de Facebook. Owens fue lo mejor del espectáculo: un rudo que fue el más ovacionado de los tres e incluso dentro de su personaje, hizo reír a los espectadores cuando evitaba luchar contra el campeón. Corbin también demostró su evolución entre los cuatro esquineros y pudo retener el título.
La llegada del evento estelar marcaba dos cosas: llegaba el momento de Shinsuke Nakamura y AJ Styles finalmente no aparecería en acción la noche del jueves, lo que opacó la recta final. La entrada del japonés fascinó al Luna Park y, nuevamente, los fans corearon su canción mientras que Jinder Mahal, actual campeón de la WWE, no generó mucha reacción en la gente más allá del buen desarrollo de su papel de rudo. Mahal consiguió la victoria con la ayuda de los Singh Brothers aunque el oriental lo revirtió y la última imagen del WWE Live Buenos Aires fue con él de pié y celebrando junto a un estadio colmado. Con solo ver las butacas ocupadas, es imposible no proyectar visitas regulares en cada tour en Sudamérica. Tye Dillinger lo expresó claro: “Esperamos volver y que haya un nicho mayor de fans”.
Fotos de Héctor Palacios.
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