Una tarde de sol esperaba en Tecnópolis a los que fuimos a vivir la décima edición de la Batalla de los Gallos. Se vivía una gran expectativa por la enorme concurrencia que se esperaba, dado que se habían agotado las 8.000 entradas disponibles.
¡RUIDO! Gritó el Misionero, ya clásico host de la BDLG Argentina, para dar entrada a los 16 competidores y comienzo a la batalla. Es cierto que en la previa se lamentó la ausencia de algunos MCs (Kódigo, Tata y Sheka, por ejemplo) pero, spoiler alert, la mayoría de las batallas fueron de alto vuelo.
Ya en la primera ronda destacó Sony (campeón de 2014 y uno de los tres candidatos a priori) ganándole a Wolf, un competidor con historia que no fue favorecido por el sorteo. Después se dio la primera sorpresa: Tink, única mujer, eliminó a DAM, el “rey de la métrica”, que no dio su mejor performance pero es muy joven y aún tiene mucho camino por recorrer. Ella, en tanto, fue la primera mujer en pasar la primera ronda de la competencia.
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En la misma llave, Dan Yelús (reemplazó a Zonda, de Bariloche, que perdió su vuelo) fue eliminado por Lujo y se dio otro resultado inesperado: Dozer, que no venía participando de las competencias más importantes, mostró un gran nivel y borró a un Shair del que se esperaban (y se esperan a futuro) grandes cosas.
En estas competencias, nunca todas las decisiones del jurado tienen el apoyo unánime del público. La primera polémica se dio en la batalla que inauguraba la otra llave. Papo, de Mar del Plata y también candidato, se enfrentó a Cacha, de Lobería. Luego de una excelente batalla de ambos, el jurado eligió sin réplica al primero en un fallo que todavía se discute. Después, MKS – número puesto en las mejores competencias, sobre todo de plaza – eliminó al debutante marplatense Sok, que también dará qué hablar.
Las dos últimas batallas de la primera ronda depararon una sorpresa y una polémica. Primero, el tercero de los candidatos, Underdann, cayó de manera inapelable en réplica ante Katra, notable joven exponente del rap de Mar del Plata. Después, Busci (de la misma ciudad) perdió con Klan, “el campeón del pueblo”, en otro fallo discutido.
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Los cuartos de final no dieron lugar a sorpresas, pero sí a grandes momentos y alguna polémica. Por la primera llave, Sony venció a Tink con un flow de nivel internacional, y Dozer mantuvo su gran nivel para vencer a Lujo. Por la segunda, Papo le ganó a MKS después de una réplica en una de las mejores batallas de la noche y Klan venció con un solo buen minuto a un Katra más regular. Ese fue el último de los tres fallos que generaron cierta reticencia en el público.
En la semifinal, lo que podía haber sido una final anticipada se dio entre Sony y Dozer, con victoria para el campeón que quería volver a quedarse con la corona. En la otra llave, Papo superó a un Klan que no ofreció su mejor versión.
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Así, luego de perder dos finales, el marplatense tenía revancha, y nada menos que contra su rival de 2014. No la desaprovechó: lo venció sin réplica con dos minutos espectaculares y se quedó con el cinturón de campeón y la posibilidad de representar al país en la BDLG Internacional 2016 en Perú. Merecido campeón ha sido Papo, por su trayectoria y porque tuvo una gran competencia, más allá de una primera ronda disputada (que, a juicio de este cronista, merecía una réplica). Y gran tarde de hip hop en Tecnópolis de la mano de un evento que parece no tener techo.
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